Elisa, una joven de 17 años, encuentra el amor de forma inesperada en Alex, un chico de 24 años. Podría haber sido la relación perfecta, pero su padre se opone rotundamente debido a la diferencia de edades, molesto, cambia a Elisa de colegio y la priva de cualquier medio para contactar a Alex. En medio de la tristeza que atraviesa Elisa, una violenta muerte aparece en las noticias, desencadenando tragedia y dolor para todos. Tras una fuerte discusión con su padre, Elisa elige huir de casa, toma el auto y escapa a toda velocidad, impactándose más adelante contra un poste de concreto. En estado crítico, Elisa es llevada en ambulancia hacia el hospital, donde es internada. Mientras Elisa se encuentra inconsciente, la vida de Alex se desmorona con cada día que pasa; la tristeza y el dolor reviven en él viejos traumas del pasado, provocando alucinaciones, depresión y un fuerte problema de alcoholismo que lo hace incapaz de pensar con claridad. Tratando de sepultar su desgracia en el olvido y bajo los efectos del alcohol, Alex cometerá un acto imperdonable. Cuando Elisa sale del hospital decide mudarse con Alex, donde pronto se dará cuenta de que él ya no es la persona de quién ella se enamoró. Pesadillas siniestras, una casa vacía con un obscuro secreto, traición, cautiverio, humillación, además del arrepentimiento de un padre que implora con tristeza por el regreso de su hija. Elisa pronto descubrirá que el infierno existe al haber tomado una decisión que podría costarle la vida.