La muerte es el oficio de Bernardo Vera, mejor conocido como Veritas, reportero de la nota roja con ciertas inclinaciones librescas y la mania de acicalar con sus palabras la misera tristeza de la muerte violenta. Pero ninguno de los horrores cotidianos de su oficio lo ha preparado para su descenso a las entrañas del Distrito Federal. Su investigacion de los efluvios pestilentes, hundimientos e inmolaciones habilmente silenciados en el seno de una urbe al borde del colapso lo empujara por la via sin retorno de un conocimiento que nunca hubiera querido adquirir. El infierno esta mas cerca de lo que te imaginas, le advierte su elusivo mensajero, y la caida de Veritas no se detendra hasta comprobarlo.
Bajista, compositor y escritor mexicano. Es fundador de Botellita de Jerez, agrupación creada a principios de los años 80 en la Ciudad de México.
Antropólogo, se ha dedicado a diversas ramas de la expresión artística como el cortometraje, el performance, y el guionismo cinematográfico y de televisión en colaboración con comediantes como Andrés Bustamante.
Ha ganado tres premios nacionales de literatura en México, entre ellos el San Luis Potosí de cuento, uno de guion para cortometraje en el festival Expresión en Corto y el Alejandro Galindo para guion de largomentraje. Ha publicado treinta y dos libros, entre ellos La ventana y el umbral (poesía); Diario íntimo de un guacarróquer (novela autobiográfica estridente); La música de las esferas, donde reúne su obra narrativa reciente; Picnic en la Fosa Común, una novela policíaco-apocalíptica de nota roja y terror cósmico; y Ritual del lagarto. Sus libros para niños Momias, ángeles y espantos, Se armó la fiesta de muertos y Azahar y Agustín, pequeña novela de terror en verso, forman parte de proyectos de fomento a la lectura como Bibliotecas de Escuela, el Programa de Educación Continua y el IBBY.
Pocas novelas (cuyo tema no se desarrolle en temas cinematográficos) me han recordado tantas referencias fílmicas como en ésta obra. Aliens, Die Hard, Alens Vs Predator. Pero cuando hubo dos momentos Oldboy (Chan-wook Park) bastante obvios dije chiaaaale.
Lo interesante es ese contraste con un excelente film surcoreano The Host (Gwoemul, Joon-ho Bong).
Quoting las introduccines de su reciente libro Rockboy en donde pone una parte de la letra de un grupo de rock mexicano, aunque no es mexicano yo pondría ésta cancion al principio del libro...
tú te quejas de las bombas, hablas que con el planeta van a acabar. pero nunca das un nombre, tienes miedo a quedar con alguien mal. en las peñas, facultades y en la televisión, junto a los artesas y conscientes snobs te crees revolucionario y acusativo, pero nunca quedas mal con nadie
421 páginas y 5 días después. Al principio pensé que lo leería en menos de tres días... pero conforme a me fui metiendo en la lectura comenzó a aburrirme un poquito más...
La primera parte es bastante ágil, la devoré. El "problema" comienza cuando las cosas extrañas se salen fuera de control y se abusan.
El autor se devana enormidades y pierde el hilo... la historia perdió la realidad y tomo cursos absurdos. Pero no todo es malo, nunca dejamos de sentir esa mórbida ansiedad de saber que sucede en tan inverosímil historia... creo que nunca leí algo tan fantasioso. No estuvo mal, te permite imaginar.
Puedo resumirlo como una novela negra mejicana con una mezcla de horror mejicano. Aun tengo que digerirlo...
Ah y nunca coman antes, durante o después de leerlo... querrán vomitar. Habrá reseña.
Aunque la historia es entretenida y el estilo de redacción de Vega Gil es inconfundible, la verdad siento que la trama no está bien amarrada. Se encuentra repleta de hoyos y falta desarrollar más a los personajes. Por ejemplo, el personaje principal, Veritas, es un periodista de Nota Roja, pero para efectos de la narración no tiene sentido que haga tanto énfasis en esa profesión, podría haber sido un periodista de investigación, de locales, o cualquier otro y hubiera tenido el mismo efecto.
También hay algunas cosas de los antagonistas (que no revelaré para evitar spoilers) que no son creíbles dentro del mundo que plantea la historia. Al final no te la crees, y esto le quita puntos.
Es un thriller con intensión de llegar al terreno de lo cósmico Lovecrafteano que se queda en el camino.
Un libro muy chilango, en lenguaje y en localización -porque también el subsuelo es mi ciudad que es chinampa en un valle escondido. Y cuando hablo de las profundidades, no solo son las profundidades geológicas, sino la podredumbre milenaria enraizada en nuestra alma colectiva: corrupción, traición, muerte. Muy bien escrito, que te atrapa y no te deja salir de la apestosa alcantarilla que...adivinaste...no tiene salida. Verdaderamente no me imagino a quien recomendarle este libro, pero lo disfruté.