Delibes demuestra su extraordinaria capacidad para extraer el cotidiano devenir a través de Don Eloy, un jubilado al que le ha llegado el momento de contar con avaricia las hojas que le restan en el librillo de la vida.
Miguel Delibes Setién was a Spanish novelist, journalist and newspaper editor associated with the Generation of '36 movement. From 1975 until his death, he was a member of the Royal Spanish Academy, where he occupied letter "e" seat. Educated in commerce, he began his career as a cartoonist and columnist. He later became the editor for the regional newspaper El Norte de Castilla before gradually devoting himself exclusively to writing novels. He was a connoisseur of the flora and fauna of Castile and was passionate about hunting and the countryside. These were common themes in his writing, and he often wrote from the perspective of a city-dweller who remained connected with the rural world. He was one of the leading figures of post-Civil War Spanish literature, winning numerous literary prizes. Several of his works have been adapted into plays or have been turned into films, winning awards at the Cannes Film Festival among others. He has been ranked with Heinrich Böll and Graham Greene as one of the most prominent Catholic writers of the second half of the twentieth century. He was deeply affected by the death of his wife in 1974. In 1998 he was diagnosed with colon cancer, from which he never fully recovered.
الورقة الحمراء في نهاية دفتر أوراق السجائر تشير إلى اقتراب نفاذ الأوراق تقاعد بطل الرواية عن العمل هو الورقة الحمراء بالنسبة له وإحساسه باقتراب النهاية شعور بالفراغ والوحدة وافتقاد للأهل والأصحاب لكن يبقى التواصل مع فتاة قروية بسيطة هو ما يُشعره بالأمان يعرض الكاتب مشاعر الحزن ومخاوف الحياة اليومية لكبار السن ويبين قيمة ودفء العلاقات الانسانية واحتياج الناس لها في كل مراحل حياتهم
La Hoja Roja no tiene ni campo ni niños pero tiene muerte. Uno de tres de los temas de Delibes. En realidad es uno y medio porque el campo, el pueblo, está presente en el recuerdo constante que tiene Desi, la protagonista del pueblo que ha dejado atrás para irse a servir a la ciudad, en casa de Don Eloy.
«Su pueblo, pese a distar de la ciudad apenas siete leguas, se le antojaba un lugar vago y remotísimo, sin embargo, el pueblo era su inevitable punto de referencia.
Es una novela tristísima que Delibes, una vez más, escribe con maestría consiguiendo con su estilo y con las repeticiones constantes transmitir el ambiente, el sonido, el olor y hasta la impaciencia que la vejez provoca a veces en los otros, en los que no somos viejos o creemos no serlos. En esta novela, la vejez solitaria y amarga se palpa, se percibe y crea en e lector una sensación de incomodidad culpable. Te sientes culpable por pensar, por sentir que Don Eloy es un pesado, que se repite, quieres decirle que no lo cuente más y a la vez te da tanta pena que te sientes culpable.
La hoja roja es una novela de soledades. Don Eloy y Desi coinciden en estar solos sin saberlo. Los dos se hacen compañía sin saber qué se la hacen y los dos quieren ser queridos sin conseguirlo.
In the mid twentieth century Spain, there was a “red sheet” inserted into a pack of cigarette rolling papers. It was typically the fifth paper before the pack ended. It was a reminder for a smoker that he needed to buy more.
Don Eloy had just begun his retirement after 52 years of continuous work. As his good friend reminded him, “retirement is just the waiting room for death.”
Don Eloy lives in Valencia with Desi, his young maid. His wife is gone, one of his children has died and the other is estranged. His only hobby is photography. He spends his time waiting for the mail, going to visit friends (who are always good with anecdotes), and worrying about their health.
Desi, who is around 20 is hoping to marry Picaza, a good looking man. He was known for his singing but joined the military. He tells Desi, when he gets out of the military, they will marry. Her good friend Marce knows otherwise.
This is the premise for Miguel Delibes’ novel published in 1959. A lonely old man and a love lorn young woman. They spend their time telling the stories. Don Eloy lives in the past and Desi wants to forget her past. Will his life be just a waiting game or will he do something about it? Is he staring at the red sheet?
This is a simple story of people looking for love, although the age gap is considerable. This is after all, a different time. But love....love is timeless.
The descriptive quality of Delibes is masterful. When he describes a place, a season, the time, one easily can imagine being there. Bittersweet, filled with humour and a touch of sadness made this a vulnerable read.
No es una novela que entusiasme, pero sí entra uno muy dócilmente, casi en silencio, en el ambiente decadente del autor. Un jubilado de ciudad mediana que recuerda su vida de gris funcionario, una muchacha que sirve en su casa y traslada al lector continuamente al ambiente de su pueblo. Ambos se complementan y, a su modo y en sus circunstancias, se entienden. Epílogo de una vida e introducción de otra. No quise regalarle un cinco, pero sí merece más de un cuatro. Leí y leeré más de Delibes, seguro.
La eterna pregunta entre los aficionados a las novelas de Miguel Delibes es ¿por qué jamás se le confirió el Nobel de literatura y ni siquiera aparecía entre los nominados para obtener el galardón? A ello, los incondicionales de Cela —muchos más que los de Delibes, sobre todo después de que aquel ganara en 1989 el premio— respondían sin tardanza que el problema era el provincianismo que inundaba las obras de Delibes. Un provincianismo que terminaba por ser, no encomiable, no deleitable, no magnífico, sino aburrido, lento y soso.
Quizá la afirmación última, el veredicto del partido de Cela, sea un tanto tajante. La obra de Delibes, ambientada indefectiblemente en su Valladolid natal, está llena de textos con aires muy provincianos, seguro, pero también de otros poseedores de valores y actitudes de corte universal, como sería el caso de El hereje, quizá un buen ejemplo de lo que podía ser la mejor prosa del vallisoletano. No obstante, el peso de la obra coloridamente localista —que tendría su equivalente en la Mazurca para dos muertos de Cela, texto que, si no es usted gallego, más le conviene abstenerse siquiera de comenzar— es inmenso. Y no solo eso, sino que la obra localista de Delibes, como es el caso de La hoja roja, suele caer en baches extraños, incurre en repeticiones sin sentido y apela a mecanismos estéticos y narrativos más bien dudosos.
Aun cuando el mayor acierto de La hoja rojab es su repetitividad —dado que habla de viejos y los viejos suelen ser repetitivos—, el recurso termina por ser molesto. Como cualquiera sabe, los viejos y los simples suelen contar diez o veinte veces las mismas cosas. Cuentan y cuentan y cuentan simplemente porque no tienen modo de saber si ya contaron lo que de momento dicen, o porque creen que eso es trascendente y vale la pena decirlo una vez más, o incluso porque no encuentran nada más que contar. En este sentido, el retrato del viejo Eloy logrado por Delibes es magnífico, al ser un personaje completamente natural. Fastidiosamente natural, podría incluso decirse. Un viejo auténtico, ubicable en el entorno de casi cualquier persona que lea la novela. Sin embargo, esa misma naturalidad fastidiosa, lógicamente, termina por cansar al lector. Lo cansa el viejo con su chochez, lo cansa la Desi, su criada, son sus simplezas, lo cansan los personajes que no terminan por moverse en ninguna dirección porque no tienen modo de hacerlo: sus vidas son tan bobas que se forman solo por un par de cosas y no hay más. Delibes, magistralmente, construye esas vidas bobas, las retrata al detalle, las involucra en una narración y, por eso mismo, se pierde. La trama se pierde, la novela se pierde, los personajes se pierden. El lector se pierde. Un montón de personajes bobos, así sean retratos fieles de la realidad, no tienen manera de mover una trama. Diríase que tanta naturalidad resulta, en última de las instancias, contraproducente.
Un anciano que sólo espera la terminación de su vida encuentra a una jóven que no sabe cómo empezar la suya. La Desi es más bruta que la pila de un pozo (como le dice una amiga) cuando llega de su pueblo y empieza a trabajar como criada del viejo Eloy, que repite continuamente que le "ha salido la hoja roja" (del librito de papel de fumar, que advierte que sólo quedan cinco hojas), y el decir de un amigo de juventud de que la jubilación es la antesala de la muerte (y que ese amigo se había ido hace más de 20 años sin guardar antesala). El viejo, tímido toda su vida de 70 años, hace esfuerzos por reconectarse con antiguos compañeros de trabajo (53 años en aseo urbano), del club de fotografía, y cuando éstos lo rechazan, finalmente con su hijo en Madrid, donde ve que es un estorbo. La Desi, que se considera vieja porque soltera a los 20 años, hace todo lo posible por comprometer a casarse a un chico de su pueblo tan bruto y hasta más cerril que ella, cuando éste llega a la ciudad para la mili (servicio militar); pero el chico ("el Picaza") sólo quiere aprovechar de ella (para el lavado de ropa y las relaciones sexuales, que ella no concede) y finalmente comete una locura tan grave (degüella a una mujer en la calle porque le mentaba la madre porque él le había tirado una rata muerta a la cara) que termina en un calabozo militar, haciendo añicos las ilusiones de la chica. Al final el viejo Eloy y la Desi aceptan que se necesitan mutuamente, y él le propone el matrimonio.
Escenas memorables: nochebuena, cuando el viejo le manda a la chica a comprar una botella de clarete, se emborrachan (con muy poco) y empiezan a cantar y hasta bailar (torpemente) las canciones de boda que la Desi recuerda de su pueblo; Eloy en el cementerio, después del entierro de su último amigo de juventud, Isaías, lee las lápidas de otros y recuerda las muchas historias de esas personas que las lápidas no cuentan; el bochorno del viejo cuando visita al hijo en Madrid y no puede hacer ni que el hijo se sonría ni que la nuera le diga "padre"; Eloy llevando a la chica al cine por primera vez en la vida de la joven. Todo ocurre en 1955 en un Valladolid donde nada cambia, salvo que en lugar de un rey (Desi ni siquiera sabe que significa "rey") hay un Franco en los titulares que Desi, bajo la tutela paciente de Eloy, se esfuerza por leer. Libro muy sentimental, con un conmovedor retrato de la vejez y otro de la bruteza obstinada de la vida de pueblo, que hace más comprensibles los delirios de los analfabetos aferrados a sus creencias ya sea en el Talibán o en otras partes.
No recuerdo la última vez que un libro se me hizo tanta bola, me ha costado sudor y lágrimas seguir con él. Me encanta Delibes, con él me he reído y he llorado, pero en mi humilde opinión esta no es de sus mejores obras. No lo recomiendo.
Como en otras de sus obras, Delibes aborda aquí el tema de la vejez, en esta ocasión por medio de don Eloy: un setentón que ha atravesado las vicisitudes de la vida como tantos otros, sin pena ni gloria. Sus quince minutos de fama, décadas atrás, consistieron en un discurso pronunciado en la asociación local de fotografía de su ciudad. Don Eloy, que ha llegado a su última etapa vital con una salud razonable y una pensión exigua pero que le permite vivir, se encuentra no obstante más solo que la una y busca, se interroga, se pregunta qué le queda por hacer a estas alturas, si es que acaso resta algo por hacer. El otro personaje principal, la Desi, su sirvienta, que sin saberlo ni pretenderlo resulta un apoyo fundamental para él, es también complemento indispensable de esta magnífica novela que, sin caer en el pesimismo, retrata con amargura la soledad y el vacío en la vejez. Entrañable y humanísima.
Un libro muy emotivo y tierno para reflexionar sobre lo que haremos al final de nuestras vidas, cómo llenar ese tiempo, buscar un objetivo y no dejarse llevar por la tristeza y la soledad. Una maravilla.
La novela trata la rutina de Eloy, un funcionario municipal recién jubilado, y Desi, una muchacha de pueblo que el primero ha contratado para que se sirva en la casa. La historia se desarrolla en una capital de provincias de la España de 1955.
Centrada en el día a día de sus protagonistas, en la novela apenas pasa nada. Capítulo a capítulo van sucediendo pequeños episodios (centrados alternadamente en Eloy y Desi) que narran una historia que se alarga cerca de un año, pero son meras anécdotas y la historia principal avanza sin acontecimientos importantes hasta el último cuarto de novela.
Los personajes son mezquinos y miserables: aburrido él, ignorante ella, sin que haya nada de interés en ninguno de los dos. Ambos se arrastran por la vida movidos por costumbres, rutinas, prejuicios… haciendo lo que se espera de ellos, rodeados de personajes secundarios que, en realidad, no muestran especial interés por ellos y que, de alguna forma u otra, los toleran también por una rutina de la que nadie sabe salir.
Delibes sabe dibujar a los personajes a base de proporcionar pequeños retazos de su pasado (un pasado tan aburrido, rutinario y mezquino como su presente), repitiendo continuamente las mismas expresiones y muletillas y, sin embargo, sin llegar a aburrir al lector.
Aunque la novela se deja leer no es, ni mucho menos, lo mejor que he leído de Delibes, muy por debajo del nivel de "Las ratas", de "El camino" o de la magnífica "Los santos inocentes".
"―Puede que Vázquez exagerase ―dijo―, pero de todas maneras a mí me ha salido la hoja roja en el librillo de papel de fumar, eso es. Había en sus pupilas estremecidas un transfondo de complacencia. Añadió con un hilo de voz: ―Quedan cinco hojas."
---
bien porque delibes es siempre bien, pero aparte de eso sin más.
Aunque me gustaría haber usado mi tiempo leyendo otro libro, no lo hice y me lei la hoja roja. Lo bueno que tengo que decir de este libro, es que esta muy bien escrito. Pero esta tan bien escrito, que hay veces que se torna aburrido. Es realista, imitando el modo de hablar de la gente humilde y de las personas mayores, que te repiten todo, pero tanta repetición cansa. Este libro puede entenderse leyendo 2 o 3 capítulos que son los que contienen la mayor parte de la historia, pero leyéndose así no puede verse la desolación del señorito o la ignorancia y anhelo de amor de Desi. Este es un libro que debe recorrerse de principio a fin con sus altos y bajos, para al final, decidir si te quedas con él o no.
Triste historia sobre un recién jubilado y el mundo que le espera, como su vida y la del resto cambian de velocidad, como se siente desfasado. La obra es algo lenta en sí y el manto melancólico y derrotista que la cubre la hacen algo pesada de leer. Por hoja roja se refiere al aviso de las hojas de fumar cuando se están por acabar, como la vida del viejo Eloy, que de a poco da cuenta que cae en el olvido y la indiferencia del mundo. La pluma de Delibes impoluta como siempre.
Lo leí en 2021 y lo odié. Ahora lo releí para rendir el final de la misma materia y me gustó bastante, para mi sorpresa. En partes me rompió el corazón. Miguel Delibes? El primer feminista.
La ternura de los personajes de las novelas de Delibes. En este se presentan el viejo Eloy y la Desi, la muchacha. Viudo y recién jubilado el uno y, joven, analfabeta y alegre la otra.
Los mayores olvidados y abandonados por sus hijos después de haber dado todo por ellos.
La hoja roja, de Delibes, equivale a los tres telediarios de que hablan nuestros padres.
| De la fe ciega de la Desi a su Virgen de la Guía: "Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, con la Virgen de la Guía y el Espíritu Santo"
De las curiosidad de la Desi y las buenas intenciones del viejo Eloy para enseñar a leer a la muchacha: «(...) que las mayúsculas eran algo así como los trajes de fiesta de las letras, pero la Desi, la muchacha, porfió que para qué demontre requerían las letras traje de fiesta y él respondió que para escribir palabras importantes como por ejemplo, "Desi"».
La hoja roja simboliza "una visión del patrón inexorable y brutal de la naturaleza que decreta que todo ser vivo debe morir" y en esta historia La hoja roja se refiere a una hojita de ese color, empleada en los librillos de papel de liar, que alertaba al usuario de que ya sólo le quedaban cinco hojitas. Por ello el autor sincretiza estos significados, para hablarnos de la muerte, que envuelve toda la narración.
A pesar de tocar temas muy sensibles y dramáticos Delibes marca con gran sencillez y mucho humor lo cotidiano.
El título es la metáfora que se va contando. Es plano y realista, sin demasiado trasfondo, más allá de contar las aspiraciones de dos personajes que viven juntos pero que experimentan separados.
Como siempre, ha sido un gran placer volver a leer al gran Miguel Delibes. He recordado por qué me gustaba tanto leerlo de joven. La historia trata de Don Eloy, un funcionario jubilado, y Desi, una joven que sirve en su casa. Es una historia tierna y triste sobre la vida y la vejez.
Delibes es un escritor tremendamente austero y mucho menos innovador que otros contemporáneos suyos. Esto podría ser un problema si no fuese por la capacidad que tiene para extraer literatura del más alto nivel de las más pequeñas historias. Además de un gran narrador costumbrista Delibes es un creador nato de personajes y de situaciones entrañables. Le bastan anécdotas, hechos mínimos para lograr historias completas y redondas que encapsulan sin sensacionalismos la realidad de muchas personas. La hoja roja en concreto es una preciosa novela sobre la vejez y también la juventud, la soledad y las formas humanas de combatirla. Repito: no es una gran obra innovadora y rompedora, pero no le hace falta y desde su humildad construye un relato único y entrañable.
Importance of friendship when there are only 5 haircuts left. Delibes' work introduces us to old Eloy, his life in old age, when he retires and feels the proximity of death. In a parallel way, he presents us with the life of Desi, the maid who helps him with the chores. Then it will be seen how both stories are interrelated, with the usual twists that Delibes presents us with in the endings. Delibes also takes the opportunity to show the differences between the rich and the poor, between the rural and the urban, and in the varied feelings that exist. This work shows traits of characters that we will see in "Innocent saints", and also the reflections on death and life, friends and others that fill our experiences, in a similar way to "Five hours with Mario". And similarly to Sinuhé the Egyptian, the importance of friendship in old age. But what I liked most about the play were the memories it evoked of my father. I hope you are encouraged to see my comments and read the work. Thanks
Importancia de la amistad cuando solo quedan 5 cortes de pelo. La obra de Delibes nos presenta al viejo Eloy, su vida en la vejez, cuando se jubila y siente la proximidad de la muerte. De forma paralela nos presenta la vida de Desi, la doméstica que le ayuda en los quehaceres. Luego se verá cómo se interrelacionan ambas historias, con los giros habituales que nos presenta Delibes en los finales. Delibes también aprovecha para mostrar las diferencias entre ricos y pobres, entre lo rural y lo urbano, y en los sentimientos variados que existen. Esta obra muestra rasgos de personajes que veremos en "Santos innocentes", y también las reflexiones sobre la muerte y la vida, los amigos y los otros que llenan nuestras experiencias, de forma similar a "Cinco horas con Mario". Y de forma similar a Sinuhé el egipcio, la importancia de la amistad en la vejez. Pero lo que más me gustó de la obra fueron los recuerdos que evocó de mi padre. Espero se animen a ver mis comentarios y a leer la obra. Gracias
- الترجمة بايخة وماسخة جدا خصوصا العامية المحشورة في النص - كمية الاسماء اللي في الرواية كتير جدا تفصل اي حد مركز - في ملل كدة يخليك تسيبها كل شوية وبعدين ترجعلها علشان تعرف النهاية اللي تقريبا معروفة ومتوقعة بالرغم من كدة في حالة جميلة جدا بين إلوي وديسي