Matías, Pablo, Noé y Julieta López viven en Acatlán, Puebla. Son cuatro niños más bien aburridos de la vida resuelta que tienen. Buscan aventuras, pero solo las encuentran en sus libros.
Hasta que un día salen al bosque en bicicleta y los atrapa una tormenta y se ven obligados a refugiarse en una abandonada casa del árbol. Ahí encuentran un aro, el mágico portal que los transporta al mundo de Grekma, pues les toca eso o ser devorados por un oso. Deciden explorar el lugar antes de volver a cruzarlo y regresar a casa.
Y como en un suspiro, nos preguntamos qué extrañas resultan esas aventuras de la vida que con el paso del tiempo se olvidan, pero que en su momento parecieron el principio y el final de todo. Esta historia narra un episodio así, espontáneo y olvidado, que en su momento fue el principio y el final de todo.