Quand ils virent don Aparicio, ils lui frayrent un passage. L'herbe, haute et encore verte, envahissait le sol. Il parvint au bord de la tombe ; la dpouille avait dj t descendue. On l'avait habille d'un vtement couleur caf. Les pieds, nus et jaunes, taient visibles. Une capuche couvrait sa tte ; sur son visage on avait plac des cotons. De ses mains croises pendait un petit lama fabriqu avec des bouts de bois et rempli d'un morceau d'alpaga. Le lama allait l'accompagner dans le voyage silencieux qui le mnerait la grande tour que construisent les morts, d'aprs les Indiens d'Alk'amare, sans jamais la finir, sur la cime lointaine du mont K'oropuna.
José María Arguedas Altamirano fue un escritor, poeta, traductor, profesor, antropólogo y etnólogo peruano. Fue autor de novelas y cuentos que lo han llevado a ser considerado como uno de los grandes representantes de la literatura en el Perú.
En lo que respecta a la literatura de Arguedas, sus cuentos contienen más elementos ficticios, tradiciones y temáticas que en comparación con sus novelas(que son contenidos extensos de crítica y relato social). Es por eso, dicho lo anterior, que muchos lectores suelen declinar hacia sus cuentos(y no tanto por el hecho de ser más concisos, sino por lo variado y metafórico). En lo personal, yo creo que sus cuentos son una maravilla, ícono de la cultura peruana y el indigenismo. Definitivamente sus cuentos albergan planos más individuales, historias reducidas (pues es un cuento, valga decir). Pero sería muy difícil catalogar, desde mi perspectiva, qué trabajo importa más en Arguedas: si sus cuentos, sus novelas o sus poemas; y eso que también tiene ensayos antropológicos y sociológicos de la cultura andina, pero no viene al caso.
Como dice Jorge Albistur en el prólogo ("Diamantes y pedernales, y otros relatos", Ediciones de la Banda Oriental, junio de 2014), el cuento "El sueño del pongo" vale todo un volumen.
“-¿Qué toco, patrón? -Huayno de altura, bien triste. Mariano tocó el más triste de todos, aquel cuyas primeras palabras dicen: “Pato negro ¡por quién lloras! Yo también tengo luto eterno, pero no sólo en las plumas…” Don Aparicio confundía el verdadero amor con la tristeza.”
Me pareció interesante esta cita porque siento que en los cuentos de Arguedas se tiende a mezclar la tristeza con la felicidad de un modo que no se concibe el uno sin con el otro. Por decirlo de algún modo; hay tristezas necesarias.
Aunque esto también se puede deber a la depresión que sufría Arguedas, es un enfoque digno de interés con el cual se podría entender porque se percibe al cholo como triste.
La primera vez que leí a Arguedas, cuando tenía 11 años, sus descripciones de la sierra me resultaron cautivadoras y emocionantes. La forma en la que hablaba de los indios y sus costumbres me parecía misteriosa y despertaba mi curiosidad. Casi dos décadas después siento que su prosa, para mí, ha perdido su encanto. La lectura se me hizo tediosa, no sentí el conflicto, no conecté con los personajes y creo que el único que me simpatizó fue el cernícalo.
El resplandor de las estrellas llega hasta el fondo, a la materia de las cosas, a los montes y ríos, al color de los animales y flores, al corazón humano cristalinamente; y todo está unido por ese resplandor silencioso.
Novela corta que muestra el efecto de la música en la vida de los pueblos de Los Andes. A través de cada página, el autor demuestra la democratización de la música andina, tanto para indígenas como para "principales".
El cuento de Diamantes y Pedernales me encantó. Adore con todo mi ser al personaje de Don Mariano "El Upa" que es este personaje "tonto", yo creo que tiene algún tipo de retraso, que toca como un ángel el arpa y canta precioso.
Lloré, le sufrí mucho con este libro, pero me gustó bastante. Estoy contenta de haberlo leído y me parece una lectura muy digerible y que sabe evocar la tristeza cuando se necesita :(