HIJOS DE LA IRA, publicado en 1944, es la obra maestra de Dámaso Alonso y uno de los libros capitales en la poesía española. (...)Indudablemente se trata de un libro que abre una nueva página en la creación poética española. Tras varias décadas de una poesía esteticista y pura (...).Hijos de la Ira nada tiene que ver con el realismo literario. Lo que sí encontramos es un contacto directo con la realidad como punto de partida (o fuente de inspiración), un vocabulario que no reconoce tabúes estéticos, y una versificación que se ajusta a las exigencias del discurso comunicativo. Son precisamente estos tres aspectos los que, junto con el tratamiento inusitado de los temas, constituyen el valor poético del libro y una aportación originalísima al desarrollo de la poesía española.
Poeta, crítico literario y filólogo nacido en Madrid y que perteneció a la generación del 27. Licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras.
El nombre de dicha generación surge a raíz de un estudio crítico de la obra de Góngora que hizo a próposito de una edición de Soledades. Dicha edición crítica apareció en el año 1927, cuyo número acabó nombrando a tan fértil generación. Durante sus estudios en Madrid participó en la vida intelectual de la mítica Residencia de Estudiantes dónde llegó a coincidir con Buñuel, Dalí y Lorca, entre otros.
Fue catedrático de la Universidad de Valencia y posteriormente catedrático de Filología Románica en la Universidad de Madrid. En 1945 ingresó en la Real Academia Española, de la que llegó a ser director, y en 1959 en la Academia de la Historia.
En Dámaso Alonso confluyen tres vocaciones: profesor, investigador y crítico literario, y la de poeta. Como poeta sobresale su obra Hijos de la ira, aparecido en 1944, fuertemente influenciada por el desgarro que la guerra civil produjo en España.
Releer algunos poemas de Hijos de la Ira (1944) teniendo siempre presente la época y la situación de España cuando fueron escritos es una experiencia de lo más intensa y la posibilidad de recordar momentos que no se deberían olvidar nunca, para evitar que se repitan. Siempre he tenido claro que algunos poemarios hay que releerlos periódicamente.
Insomnio
Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas). A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro, y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna. Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla. Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma, por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid, por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo. Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre? ¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches?
José Hierro y Francisco Umbral (¡una de las mejores cosas que tiene leer es descubrir que uno no está solo en el mundo!) definieron este poemario a la perfección: pajillas de profesor universitario, pecadillos de poca monta de un señor que de pecador o poeta no tuvo ni un pelo verde de Baudelaire. Los insectos no son malditos ni en agosto. El único poema salvable es ese del «puñetero pedagogo» (léase Dámaso Alonso). El poemario más sobrevalorado de toda la literatura hespañola.
‘Hijos de la Ira’ fue un libro que marcó una época. Publicado en 1944, fue el momento justo para rehumanizar la poesía española en un momento de crisis y desolación, tanto humana como poéticamente. Dámaso deja claro desde el principio su descontento y su desolación, por lo que había pasado durante la Guerra Civil, y lo que continuaba pasando. Considera que no son los muertos los que se pudren y reposan en un lugar oscuro y solitario, sino que somos los vivos, los que nos vamos pudriendo un poquito más cada día, nos vamos muriendo lentamente. Pero morirse es bueno, porque es liberarse, alcanzar a Dios, de cierta manera. Ya que Dámaso no deja claro cual es su pensamiento respecto a la religión, nombra muchas veces a Dios, pero de tan diversas maneras, que no podemos saber si lo ama o lo odia. Muchas veces clama a ese mismo Dios, por esos mismos vivos que se están “pudriendo” en vida, que están sufriendo, tanto por la guerra como por la posguerra, y por los que no hace nada. A veces se siente solo. Otras, cree que puede ver como sus acciones son guiadas. Pero siempre se siente un niño, incluso a sus cuarenta y cinco años cuando escribió este libro. También trata de todo lo que le quita el sueño, entre ellos, la injusticia social y política que se vivía en el momento. Algunos poemas parecen no casar con la línea general que sigue el libro, esto es debido a que fueron escritos antes de la guerra. Otro tema importante es la figura de la mujer, la madre y la esposa, dos figuras femeninas que necesita en su vida para no sentir que cae a la nada y esta completamente solo, para no abandonar la vida. Cada una de ellas son sus alas. Trata más temas, como las sombras, los sueños y pesadillas, los insectos, o los árboles. Todo desde un punto de vista muy curioso que no deja a nadie indiferente. Y aunque emplea bastante léxico escatológico no se hace desagradable su lectura.
Los temas que trata y la manera que tiene de hacerlo hace que el libro sea muy cercano, que puedas sentar algunos versos como tuyos propios. Alguna vez hemos sentidos esa soledad, desolación, agonía, esa necesidad de consuelo, de volver a ser un niño en los brazos de nuestra madre. De creer que hay un Dios bueno, que vela por nosotros. Y que una vez que alcancemos la muerte dejaremos de sufrir esos dolores horribles tanto físicos como psíquicos de los que habla en ciertos poemas.
Creo que es uno de los libros de poesía que más me ha gustado, con el que más he podido conectar, no me ha costado tanto entender lo que el poeta quería decir. Lo he sentido muy cercano.
La poesía no es lo mío, por más que me empeñe de vez en cuando en leer algo. Por lo que no me extrañaría que mi noción de poesía fuera errónea y que por eso no me haya gustado esta lectura.
Sin embargo, para mí la poesía es el bello uso de las palabras y un montón de figuras de las cuales no me acuerdo de la mitad. Pero de este poemario apenas si salvaría algún que otro poema y sólo si me viera en la necesidad.
Me pregunto si no hubiera sido escrito cuando lo hizo y no tratara sobre lo que trata si habría tenido la misma repercusión.
Claro que, como ya he dicho, la poesía no es lo mío y estamos ante un autor de la Generación del 27 así mejor dale una oportunidad y decide por ti mism@.
"Life is 'monstrous' because it is unintelligible." Poetry from post-Franco Spain, with rage derived from this time, when the poet lost so many of his poet friends. Prior to the Spanish Civil War, Alonso wrote poetry that awed at the beauty of the world. After the war, this all changed dramatically. He wrote the first Spanish "protest" poetry. But it wasn't just a protest against the oppression of his government, and the decades of almost relentless war and death- it was a "universal, cosmic protest, which of course includes all those other partial wraths." One of the themes that recurs throughout the book of poetry is a slight obsession with insects, with their buzzing and "gnawing." That's what drew me to the book in the first place (which is not easy to find in America). I'm studying insects, consciousness and trying to find where these things could possibly intersect with poetry. Alonso's poetry could not have been more perfect for the further understanding of those connections. It's out of print, and difficult to get your hands on a bilingual version (although boning up on Spanish this way is wonderful), but if you can manage to- Alonso's poetry is beautiful and raging, a reflection of his time and the current of anger and disbelief that has overwhelmed the twentieth and twenty-first centuries.
Me ha gustado mucho, un señor que tengo que mencionar tanto en los temas de lírica por haberla estudiado era normal que creara estas imágenes.
Lo que más me gusta es que al final del libro haya una recopilación de notas e interpretaciones de cada poema (aunque siempre preferiré las notas a pie de página)
《Dime, di que me buscas. Tengo miedo de ser náufrago solitario, Miedo de que me ignores》
《¿Y no es esa amargura De tu grito, la densa pesadilla Del monólogo eterno y sin respuesta?》
《Gracias, gracias, Dios mío, Tú has querido poner sordo terror y reverencia en mi alma Infantil, E insomnio agudo donde había sueño. Y lo has logrado》
《Ay, hijo de la ira Era mi canto. Pero ya estoy mejor. Tenía que cantar para sanarme》
Es un gran poemario corto. El contexo histórico importa aquí mucho, pero aunque se desconozca, no deja de disfrutarse (quizá no es el mejor verbo -disfrutar- pues son poemas desoladores).
La poética de Dámaso Alonso resulta la culpa, la impotencia y la rabia contra el género humano, contra sí mismo, contra Dios. Pero también sus versos son de alabanza a lo pequeño, a lo inadvertido, a aquello que le hace seguir viviendo, pese a las circunstancias.
La edad de los cuarenta y cinco años le pesa constantemente a un autor que se siente «piltrafa que el tablajero arroja al perro del mendigo, […] / orujo exprimido en el año de mala cosecha». Los cruentos horrores de la guerra le han pasado por encima y, no contentos con eso, también ha decidido vivir la posguerra en sus carnes, que él considera ya viejas y flácidas, deseantes de muerte. Así nos los comunica a quienes le leemos en De profundis, poema en el que resuenan los ecos sinceros de un Oscar Wilde maltrecho en la cárcel, y al que pertenecen los versos anteriores.
Este libro es una de esas obras que sorprenden de la manera de expresar que tiene aparte de ser existencialista y absurda. Además, me engancho en los temas que se tratan para ser un libro de poesía. Es simplemente ira, perdida, injusticia, desesperanza, frustración y soledad hecha poesía en toda su expresión especialmente inspirada en las vivencias de Dámaso Alonso en la guerra civil española. Buen libro para leer en un parpadeo.
Llevaba desde que empecé el grado queriendo leer Hijos de la ira, pero ni ha sido hasta ahora que me he animado a leer todos sus poemas.
Dámaso Alonso es brusco con sus palabras, crea metáforas e imágenes bellísimas que luego destruye con un solo verso, dejándote desolado.
No tengo muchas palabras para expresar lo mucho que me ha gustado entrar tan de lleno en su poética.
Sin duda, "Insomnio", "Madre", "Raíces del odio", "A la Virgen María" y "Dedicatoria final (Las Alas)" son los poemas que elegiría si solo pudieran leerse 5.
Fantástico y necesario libro de la época de posguerra, un grito de protesta esencial ante el panorama político y social del momento. Dámaso se enfrenta a la realidad española y a todas las formas convencionales de poesía. Vemos cómo empieza a utilizar los versículos o cómo experimenta a través de términos antipoéticos que tuvieron que impactar enormemente a los lectores. Un grito de rabia y de lucha precioso.
Menuda maravilla algunos de los poemas... que imágenes más poderosas. La mezcla de palabrejas poeticas con un tono cercano e íntimo ha sido fascinante, pero lo que más me ha sorprendido y gustado es lo marcado que está el ritmo y las repeticiones que son casi martilleantes a ratos. Muy muy emocionante
Dámaso’s poetry is brutally honest. I was particularly impressed by the way he manages to channel his frustration and anger through his verse. It’s not that often that I get to read authors who convey that helpless feeling in such a powerful way, so it was exciting to finally get my hands on this book. This feeling, however, becomes increasingly vague as one gets to the final pages of the anthology. The last few poems are rather existentialist and slightly less emotion-driven. I personally enjoyed the first ones best, both form and content-wise.
Brutal, honesto, directo, con una capacidad increíble para expresar la frustración y la rabia. No he leído a muchos autores que sepan transmitir esa sensación de impotencia con tanta claridad como Dámaso. Eso sí, estas emociones se pierden conforme uno avanza por las páginas de la antología y los poemas se vuelven cada vez más existencialistas. Me han gustado bastante más los del principio (tanto en forma como en contenido), pero, aun así, ha sido una de mis lecturas favoritas y lo he disfrutado mucho en su conjunto.
Destaco los poemas «Caín postrer», «Mujer con alcuza», «Elegía a un moscardón», «La pizca», «Los insectos» y «De profundis».
Y Dámaso empieza así: "A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este inicio en el que hace 45 años que me pudro..." (Insomnio) . Vacío existencial de postguerra asociado a versos ácidos, crudeza verbal y remover bilis.
El alma era un aullido y mi carne mortal se helaba hasta los tuétanos. (La injusticia)
A cada instante mi vida cruza un río, un nuevo, inmenso río que se vierte en la desnuda eternidad. Yo mismo de mí mismo soy barquero, y a cada instante mi barquero es otro. (En el día de los difuntos)
A continuación "Cosa", uno de los poemas más singulares y que sale un poco de ésta temática existencialista. En busca de la esencia de la realidad ("era tu sombra lo que aprisionaba")
Unos se van quedando estupefactos, mirando sin avidez, estúpidamente, más allá, cada vez más allá, hacia la otra ladera otros voltean la cabeza a un lado y otro lado, sí, la pobre cabeza, aún no vencida, casi con gesto de dominio, como si no quisieran perder la última página de un libro de aventuras, casi con gesto de desprecio cual si quisieran volver con despectiva indiferencia las espaldas a una cosa apenas si entrevista, mas que no va con ellos.
Hay un airado y también un cursi en Dámaso Alonso. El hijo de la ira me gusta más: abre los ojos, se divierte vertiendo buenos chorros de embriagadora espuma por la boca, se insulta con estilo; es un notario y un actor de sus emociones. Hay tres o cuatro poemas interesantes en esa vena. El cursi es sólo infantiloide y, a veces, rematadamente imbécil.
Estos poemas existencialistas de Dámaso Alonso son muy interestantes pero muy tristes. Muestra la angustia de la guerra civil española y como afecto a los poetas como Alonso. Los poemas son fabuloso pero muy inquietantes. Te hacen pensar.
Un libro lleno de tristeza y también de rabia debido a la tragedia que sacudió España. Un libro que realmente merece la pena leer. Lleno de dolor y desasosiego, pero escrito magistralmente.