In quest’opera del 1973 (destinata ad un volume collettivo italiano poi non realizzato ed edita solo di recente), Barthes delinea una sua personale e affascinante storia della scrittura. Strutturato in capitoletti o frammenti tematici, il libro prende in esame i diversi aspetti dell’atto di scrivere: dai gesti agli strumenti, dalle implicazioni psicologiche a quelle economiche, dalle differenze fra i vari sistemi di scrittura ai rapporti fra i segni grafici e quelli pittorici. In questo itinerario ricco di dati interessanti e spesso curiosi, la scrittura appare nella sua natura multiforme e complessa. Essa infatti si è prestata (e si presta tuttora) ad essere utilizzata come strumento al servizio del potere ma anche in opposizione ad esso, come mezzo di normalizzazione e selezione sociale ma anche come pratica individuale e gratificante.
Roland Barthes of France applied semiology, the study of signs and symbols, to literary and social criticism.
Ideas of Roland Gérard Barthes, a theorist, philosopher, and linguist, explored a diverse range of fields. He influenced the development of schools of theory, including design, anthropology, and poststructuralism.
Compilado de artículos saturados de inteligencia, erudición y calidez. Es una lectura agradable llena de bombas de intuición. Creo que la clave está en que se trata de un poeta escribiendo ensayos, de un artista fabricando ideologías. La bandera de la libertad, de la subjetividad, del lenguaje como algo vivo, abierto, como una maravilla que nos hace humanos, esa bandera se me prende fuego en varias esquinas del vagabundeo lector. Parece un anti-canon, pero es otro canon. Que la semiología es la redención, que sin la lingüística no entenderíamos nada de nada, que hay obras que no son texto. Mucha paz y amor. Pero el hippy saca una Kalashnikov cuando ya te convidó un papelito con carita feliz. Y te acribilla. Contra la filología, pero a favor del diccionario. Contra la crítica, pero a favor de la demarcación -tan Popperiana que parece inverosímil- entre lo móvil y lo quieto, entre lo vivo y lo muerto en literatura. Le gusta lo Neutro. Es tan lúcido que llega a decir que la deconstrucción de cualquier ideología se hace desde otra ideología. Obvio. Es el Nietzsche Wagneriano. Entonces, el escepticismo se vuelve dogmatismo. La calidez se vuelve violencia. Esa violencia se nota inclusive por la vía negativa, cuando Barthes dibuja ideogramas con suaves pinceladas. Contra cualquier ciencia, contra cualquier fascismo epistemológico, dice, el Texto es un fulgor. Otro estructuralista despótico jugando al sabio bueno y enigmático, como ese hijo de puta de Lacan. ¿No era que estaba mal usar categorías, taxonomías, definiciones, criterios de demarcación? ¿No era violento cualquier pensamiento que no se destruya a sí mismo por la vía de la crítica? Ya no soy Barthesiano.
_aviso parroquial_ si estás buscando una reseña seria sobre este libro acá no la vas a encontrar. En "Variaciones sobre la escritura" mi querido Roland Barthes nos da cierta cantidad de artículos que más que ensayos son poesía. Este autor tiene la capacidad de convertir un libro teórico, con definiciones y explicaciones en poesía. Su prosa tiene un no sé qué que te hace querer seguir leyendo aunque lo que este contando se contradiga con lo que hemos leído anteriormente. De todas formas, admito que sigo enamorada de la forma de escribir de Barthes, no puedo separar mi amor de la teoría.
Un exquisito compendio de discursos atravesados por la lógica del lenguaje que de manera circular bordean la temática sin acabarla. Siendo un absoluto lego de Barthes, me arrimé con miedo e incertidumbre a la idea de pensador que previamente tenía.