Solo cuando seas capaz de quererte y aceptarte estarás preparada para entregar tu corazón.
«Te apuesto a que no eres capaz de acostarte con la chica más fea del local.»
Zeta le dio un trago a su whisky y se quedó mirando a su amigo con cierta indiferencia. Normalmente no solía entrar en ese tipo de juegos, pero estaba hastiado y no tenía nada mejor que hacer, así que no lo pensó demasiado y, con un encogimiento de hombros, aceptó.
Tras una traumática ruptura amorosa que la había llevado a encerrarse en su piso durante unos meses para autocompadecerse, Abi accedió por fin a salir una noche con sus amigas. No estaba en su mejor momento, por lo que cuando aquel chico impresionante de ojos azul océano y pinta de modelo de pasarela se acercó a ella para invitarla a una copa, pensó que se trataba de un malentendido.
Así es como comienza la historia de Abigail y Zeta. Una historia llena de mentiras, verdades a medias, pasión desmedida, autodescubrimiento y, sobre todo, mucho mucho corazón.
Nací en Guadalajara (España) en 1974 un 23 de enero. Soy Acuario aunque no creo mucho en los horóscopos.
En esa pequeña ciudad de Castilla La Mancha pasé toda mi infancia y adolescencia, siempre rodeada de libros. Mi afición por la lectura y la escritura me viene desde que era muy pequeña. Con ocho años participé en el Premio Garbancito de Poesía infantil que organizaba Gloria Fuertes y quedé entre los ganadores.
No solo me apasiona la literatura, también los idiomas. Fue esa pasión por aprender nuevas lenguas la que me llevó a instalarme en Alemania, donde estudié Traducción. Allí estuve seis años, y durante ese periodo de tiempo se despertó en mí la fiebre por la literatura romántica y me convertí en una lectora voraz del género, pero no empecé a escribir hasta muchos años después.
Tras mi regreso a España en 1999, me instalé en la costa mediterránea, donde me quedé más de una década, antes de regresar junto a mi familia. Actualmente vivo en Madrid junto a mis gatos, mi marido y un montón de libros. Quien Soy - Laura Sanz
Mi pasión por todo lo que tenga que ver con los idiomas, incluida mi lengua materna, me ha llevado a cursar el Grado de Estudios Ingleses en la UNED (Universidad Española de Educación a Distancia). Además, me he formado como correctora profesional en la UDIMA (Universidad a Distancia de Madrid).
Soy una apasionada de la literatura romántica del siglo XIX, del cine clásico en blanco y negro, de las series coreanas, de los mangas BL y de las novelas y películas LGBTI.
Mi primer libro, que autoedité, La chica del pelo azul, vio la luz en el año 2016. Tuvo más éxito del que esperaba y me permitió dejarlo todo para poder dedicarme solo a la escritura. Desde entonces, no he dejado de escribir. Hasta la fecha, he publicado más de veinte novelas de diferentes subgéneros dentro de la romántica e incluso un libro infantil.
En el año 2017 recibí el Premio del Rincón Romántico a mejor autora nacional.
Mi novela La historia de Cas recibió ese mismo año el Premio RNR a mejor Romance Actual Nacional y el Rosa Romantica’s a mejor ebook.
En el año 2019, mi novela Le llamaban Bronco, fue galardonada con el Premio RNR a mejor Romance Histórico Nacional.
En el año 2023 mi novela De la A a la Z fue publicada por un sello de la prestigiosa Editorial Planeta.
Me sabe muy mal porque tenía muchísimas ganas de descubrir esta historia pero lamentablemente no ha sido para mi y no me ha convencido.
Pese a que tenía los ingredientes que podrían gustarme, siendo una comedia romántica, que además tenía como protagonista a una chica curvy, empecé el libro con buenas sensaciones, sin embargo, empezó a no convencerme por la idea principal: una apuesta para acostarse con la chica más fea del local. No obstante, seguí leyendo para ver la evolución de la historia, así como de sus personajes y sí que es cierto que la historia evoluciona y poco a poco fue convenciéndome más pero seguía sin conectar con sus protagonistas y tampoco con la trama romántica.
He sentido que me ha faltado más desarrollo, ya que pese a tener casi 400 páginas, he tenido la sensación de que no conocía realmente a sus personajes, pese a tener su doble punto de vista y lo mismo me sucedió con la propia historia. Pese a su avance, no me convencía y no me creía la historia de amor que se estaba desarrollando.
Lo que sí que me ha gustado, es que se trata de un libro muy ameno y ligero, que se lee en nada. Así como el hecho de que tuviéramos como protagonista a una chica curvy. Pero, por el otro lado, considero que justamente porque la protagonista no era normativa, algo que me parece maravilloso, había comentarios fuera de lugar respecto a su apariencia y no me acabó de gustar cómo se transmitió el mensaje de aceptarse a una misma por la alusión a la dieta y al mensaje entorno a esta. No puedo decir más sin entrar en spoilers.
Aún así, pese a que a mi no me haya gustado, no significa que a otras personas no les pueda encantar el libro, ya que mi opinión es subjetiva.
Lo vi en la librería y, al leer la sinopsis pensé "es la mierda que no necesito pero me apetece leer". El cliché trilladisimo de la apuesta me lo como con patatas, pido perdón por no ser mejor que nadie. PERO, porque siempre hay un pero, la personalidad de la protagonista se basa en "estoy gorda". Y como está gorda y esa es su personalidad, se le atribuyen otros adjetivos de chica gorda: patosa, insegura y borde. Por no hablar de que conforme va pasando el libro, va adelgazando hasta acabar con una talla CUARENTA Y DOS. ¡Y lo siguen poniendo como "rellenita"! Creo que es un intento vano de visibilizar. Sí, una chica gorda puede ser insegura, puede ser torpe, puede ser un poco borde, y puede que sea todas esas cosas por su autoestima debido al peso, pero no lo es todo, ni todos alrededor tienen que tratarla según cómo sea físicamente. Ni toda la autoestima tiene que recaer en una balanza. Por otro lado, está Zeta que un poco sin más. No sé en qué momento se enamora, por no hablar de lo obsesivo que me parece su comportamiento final que, en fin xd Además, las descripciones físicas se me han hecho pesadas. Hay personajes que, bajo mi punto de vista, da igual cómo se vean.
Como pequeño spoiler, sin más también, porque no es nada importante, me hubiera gustado ver la reacción de los amigos que hacen la apuesta.
A favor del libro decir que es muy ligero de leer independientemente de sus páginas.
Tenía ilusión de leer este libro y te juro que te requetejuro que quería defender de que esto era un buen libro.
La verdad al principio y cuando digo al principio fue en los dos primeros capítulos, pensé que esto prometía mucho pero que mucho Salseo, pero me di cuenta de que no hay nada más que ganas de matar a todos los personajes.
la trama por empezaba con el cliché de la apuesta pero esto al final se desvía bastante y queda en historia.
Un prota que es un completo manipulador y asqueroso que me hizo misandrica cada vez que abría la boca.
Una protagonista que a saber si hay algo más en su cabeza a parte de " oh no soy gorda " y además le llovían todos los males.
O sea la protagonista sufría una humillación tras de otra y de verdad algunas eran sumamente incesarias y caherentes de gracia, llegue a sentir pena por esta chica y demasiado, quería defenderla por lo tonta que es y que se nota que en su vida recibió amor de verdad y es por eso la falta de amor propio. Al principio la defendía pero luego se me hizo insoportable.
Con sinceridad la trama débio haber acabado con ellos separándose, pero como sabíamos tenía Happy end, aunque eso sería un Happy End para mí, no lo seria para la autora, que nos creo toda otra trama de ÉL SIENDO UN ACOSADOR QUE NO LA DEJABA EN PAZ Y ELLA SIENDO UNA TONTA QUE LO QUERÍA, PERO SE HACIA EL DIFÍCIL 😟y no me importa si me lo explican como que ella lo perdono por qué se enteró de que el amor verdadero de él, aunque entiendo que la situación de él no fue la mejor para estar juntos y además no tenían exclusividad antes de que el cogiera con Verónica pues igualmente fue un idiota y el hecho de saber que el te utilizo para una apuesta ya era suficiente red flag para alejarte.
El tema de la gordura o del sobrepeso se me hace cagado, en vez de subirte la autoestima te la baja a niveles exagerados, Cuando Abi por fin se siente con confianza y aceptación para mostrar su cuerpo y todo, se me hizo bastante irrealista. Por qué no vimos su desarrollo, no vimos un cambio en si, no vimos como recuperó su autoestima, y igual con zeta, dice que cambio pero no vemos el proceso del cambio, aunque en zeta es más fácil que en abi. Eso se desarrolla más.
La protagonista dice y repite todo el rato que cambio y que ahora tiene amor propio y toda esa mierda, pero a la mínima se va con zeta de nuevo 😒 patético.
Y además aquí no ayudan a la gente a aceptarse y abi ni mucho menos es un ejemplo de aceptación, incluso toda la gente la odia por ser gorda y eso crea más inseguridad a las personas obesas.
A parte de que , cuando tuvo su cambio y empezó a escuchar a unas chica hablar de su cuerpo una de ella dice ;
" Es guapa a pesar de ser gorda"
😟😟😟😟😟😟😟QUEEEE!?!!!?? COMO QUIERES QUE PIENSE QUE ESTO ES UN CUMPLIDO. OSEA!!!!! ENSERIO QUIERES QUE ME TOME ESTO COMO UN BUEN CUMPLIDO.
Sin darte cuenta estás insultando a las personas gordas y no sé si eso fue un fallo o intencional, pero no fue para nada reconfortante.
En fin , quería un libro bueno y encontré esto. La verdad al menos podían haber hecho que Verónica y todas esas personas que humillaron a Abi tuvieran su merecido, pero bueno Dios le da comida a los que terminaron de comer.
El libro es basura y está lleno de clichés mal llevados. Supongo que la autora quería visibilizar un tema candente hoy día, como es la gordofobia, y la idea me parece genial. Pero la ejecución deja bastante que desear. Los personajes carecen de la más mínima profundidad, son muy planos y llegan a caer francamente mal. Se repite hasta la saciedad lo guapo que es Zeta y el cuerpazo que tiene. Y lo gorda que está Abi, las tallas de más que usa, las inseguridades que arrastra, etc. Me daba pereza ponerme a leer. Y casi todo se centra en lo físico sin profundizar en lo psicológico, así que la historia es más superficial aún. La autora hace hincapié en la evolución de los personajes, pero yo no la sentí auténtica. Ni la de él ni la de ella. Algunos diálogos me han dado vergüenza ajena. Se sienten muy forzados, al igual que la historia de amor. Ni siquiera puedo decir en qué momento se enamoran. En cuanto a las relaciones sexuales, pues no me las he creído. Las iba leyendo sin emoción alguna, como quien lee una revista en la peluquería mientras te aplican el tinte. Terminas el libro con la sensación de no haberlos conocido.
Nunca me han gustado las infidelidades en las novelas románticas; aquí Zeta se pasa meses acostándose con la protagonista, Abi, con su novia "oficial" y con otras mujeres, durante meses... A partir de aquí, para mí, el personaje de Zeta ya no me ha convencido...
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Pregunta, desde la más absoluta ignorancia ¿quién ha escrito esta historia? ¿y cuántos años tiene? ¿y cuándo la escribió? Porque madre mía, he leído más modernidad en Orgullo y Prejuicio que en este libro.
¿Y esta mierdísima mierda? Hostia. La historia no estaría mal si no fuera tan tan tan arcaica. A parte de que los personajes son patatas con bocadillos con diálogos, así me los he ido imaginado durante todas las páginas. No me creo a ninguno, como tampoco me creo sus evoluciones. Como que los personajes las comentan pero yo sigo sin verlo.
Y el vocabulario. Ay señor el vocabulario. Que tenía que tener el diccionario de la lengua española al lado para ir consultando. Me sabía tonta, pero no tanto. Entiendo mejor a Shakespeare. Hasta Tirant lo Blanch en catalán antiguo, mira lo que te digo.
Nope, no es mi historia. O lo sería, si los personajes no fueran tan del siglo XVIII.
Antes decía que no me gustaban las novelas románticas, ahora sé que no me gustaban porque eran como esta.
De verdad: AMO en género. La vuelta de tuerca que ha dado en los últimos… diez años. Brutal. Hay historias muy buenas por ahí. Historias con las que emocionarse y con las que creces un poco. Es un género bonito, cuqui. Mi oasis de tranquilidad.
PERO ESTA NOVELA ES UNA PESADILLA, TENGO DESEOS DE ROMPER COSAS y ojalá no la hayáis leído porque si lo habéis hecho: LO LAMENTO.
Os cuento un poco sobre los problemas de este libro.
En primer lugar Abi, la protagonista, es gorda. Y ya está. Esa es su personalidad, su principal faceta, su característica esencial. Da igual si es buena persona, si le gusta viajaro si llora con las pelis de Antena3… porque, vaya, la chica es gorda y la autora se va a encargar de recordártelo en cada maldita página, por si no tenías claro que ABIGAIL ES GORDA, GORDA, GORDA.
Que me parece genial querer romper con la normatividad pero… oye, autora, ¿se te ha olvidado un poco de personalidad en tu personaje o soy yo que soy muy exigente?
Luego está Zeta que, redondeando, es gilipollas. Él se autodenomina cabrón y sus comportamientos de mierda los apoya en eso. Y… ya estaría. Parece que con ser guapo todo vale. Y mira, amiga, no. Esto ya no es ni requisito indispensable. Como protagonista masculino que levanta pasiones entre las lectoras es un auténtico despropósito, porque cae mal. Muy mal.
Después, Verónica. Se supone que la antagonista de Abi. Es perfecta y se supone que «mala». Pero es mala al modo de las chicas malas de instituto de las pelis de los 90 porque tía, cómo va a estar Zeta con Abi si, osea, mírala, es… fea porque es… gorda. No como ella, que es delgadísima y la autora sí ha tenido la sensatez de regalarle una personalidad de mierda y ningún tipo de amor propio (tú no quieres estar conmigo pero yo contigo sí así que te fastidias ñañañañaña).
Otro tema candente es que trama es de primero de novela romántica de hace 20 años. Es innecesariamente dramática para la complejidad de los problemas que plantea, que son surrealistas y que resuelve en PIM PAM PUM, 5 capítulos y medio después de marear la perdiz medio libro y utilizar el peor de los reclamos para rematarlo después.
Porque claro, lo más grave: LOS PRINCIPIOS DE ESTA NOVELA. Si todo tiene un tufo a peli de hace 20 años los comportamientos y comentarios de los personajes también. La autora, que tiene 50 años, no ha sabido plasmar cómo son los humanos en edad reproductiva de 23 y 27 de ahora. La forma con la que trata al sexo me hace recordar a esos sketchs de comedia rancia que recuerdo de muy niña, a esas conversaciones de gente mayor que tú obsesionada por cuánto duraban otros en la cama, cuántas veces podían hacerlo en una noche, preocupados por ir a comprar lencería de alto nivel para trincar (¿lo muchísimo que hablan de la ropa interior en este libro?), de comparar mujeres, si son delgadas, gordas, si van íntegramente depiladas, si el vello corporal las avergüenza… es un despropósito.
Y bueno. La forma de hablar. No se corta en utilizar expresiones como LO LAMIÓ UNO UNA PERRILLA EN CELO, por cierto. Aún me están haciendo la RCP desde que leí eso.
Vamos, que esto es lo que viene siendo una conversación de cuñao hecha novela romántica.
Pero lo peor de todo… sabéis si habéis leído más reseñas mías que detesto la premisa de quién la sigue la consigue porque me parece que vulnera a las mujeres, porque se narran comportamientos muy rayanos en el acoso (aquí es acoso en toda regla) pero que lo venden como el acto más romántico, incluso cuando el tipo hace el mínimo esfuerzo por redimirse a sí mismo.
En definitiva, una novela añeja, insulsa, carente de alma y llena de tópicos dañinos. Yo no querría que mi hija leyese esto habiendo ejemplos de relaciones sentimentales sanas en otras novelas del género que están muy bien construidas.
Me duele en el alma darle esta puntuación, pues Laura es una de mis autoras preferidas, pero la trama y los personajes no han sido para mi. Laura escribe genial y por eso he podido continuar el libro, pero ha llegado un momento que la historia me ha superado y he abandonado a menos de 20 páginas para acabar.
No ha habido apenas evolución en los personajes pues Zeta comenzó siendo un prepotente, un mentiroso, un embaucador y un manipulador emocional y terminó igual. Aby una chica que a pesar de su valía es una persona insegura, frágil, torpe y muy manipulable. Así comienzan y así acaban. A Zeta todo le vale, todo el mundo debe dejar su vida por él, él no puede sufrir, ahora a los demás que le den. Todo eso sin nombrar su comportamiento acosador justificándolo como amor. En el comienzo de la lectura estuve bastante incómoda pues, conociendo por el mal momento que pasaba Aby, sentí que fue excesivo todo lo que le ocurrió en la discoteca terminando con la maldita apuesta.
Por suerte, todos los libros de esta autora son super recomendables, aunque este no haya sido de mi gusto.
Tenía el libro de hace tiempo y lo fui posponiendo por las críticas que había leído. Debo decir que el libro no está mal, me ha gustado porque Laura escribe muy bien, es ágil y todas sus historias me enganchan. Pero se ha pasado de frenada intentando "homenajear" a las chicas curvy. La protagonista, Abi, tiene una baja autoestima y es bastante torpe e insegura, pero la autora nos insiste demasiado en su físico. Ya me quedó claro en las primeras páginas que es gordita, no hacía falta que nos lo recordase tanto ni conocer las descripciones físicas de los demás. En cuanto a Zeta... a mi no me ha convencido del todo. Me ha faltado veracidad en sus palabras, ya que sus actos a veces han dejado mucho que desear.
Tenía las expectativas muy altas con esta historia. De Laura me ha gustado todo lo que he leído y siempre he conectado con sus historias y sobre todo con sus personajes. En esta ocasión me ha costado bastante.
Una chica curvy, un chico ligón y mujeriego son un cóctel muy apetecible pero no se ha desarrollado como yo esperaba.
Todo empieza por una apuesta de Zeta con sus amigos. Abi es la víctima ideal y después de este comienzo algo desastroso esperaba ver una evolución de sentimientos que no he encontrado.
Abi me ha parecido una buena chica con falta de autoestima y de carácter, a veces demasiado fácil de convencer. He conectado con ella en algunos momentos, en otros habría querido zarandearla y decirle que por ahí no. A Zeta he llegado a tenerlo atravesado, supongo que es la intención de la autora al dibujarlo así porque su comportamiento es tremendo.
He esperado ansiosa el momento en que lo que empieza de una forma evolucione a sentimientos más puros y profundos, pero han llegado esos sentimientos sin que los haya visto por ninguna parte, ni por parte de él ni de ella. También he esperado ese cambio en Zeta, esa redención, que ha llegado y se me ha quedado corta. He sentido que ha sido más de palabra que de otra cosa. Me ha faltado más veracidad en sus palabras y contundencia en sus actos. He intentado perdonarlo y enamorarme pero no lo he conseguido.
Cuando todo explota y se descubre el pastel esperaba una reacción algo más visceral por parte de ella, me he quedado con las ganas de que le tirase a la cara todo lo que llevaba dentro, incluso me he enfadado un poco con ella por ser así. Entiendo que es su forma de ser, noble y sosegada, pero incluso la persona más calmada alguna vez, y más ante algo así, estalla y suelta todo. En fin, Abi es un encanto pero esperaba algo más de resistencia, y algo más de arrastramiento por parte de él.
También me ha faltado saber qué pasa con los amigos de Zeta con respecto a Abi después de todo lo que pasa y que Abi baje de la talla 46 tampoco lo he entendido. ¿ Una chica de la talla 42 se sigue considerando curvy?
Lo mejor es el ritmo de la historia, nunca decae y se lee fácilmente manteniendo la tensión y las ganas de saber qué sucede después.
Como he dicho al principio tal vez las expectativas eran tan altas que han jugado un poco en contra. Espero a la siguiente 🤗.
Me cuesta mucho dar malas notas a los libros. Y me cuesta más aún no acabarlos. Pero con este no he podido no hacerlo.
Ya el argumento me parecía un poco de moral dudosa, pero bueno, un buen arco de redención siempre es bienvenido.
La primera mitad del libro no me desagradó. Era entretenido y adictivo. Pero una vez Abi se entera que todo era una apuesta (demasiado pronto se entera considero yo) a parte de perder la gracia, es que no entiendo como Abi le perdona. Y encima me molestó que Z aún pidiéndole "perdón" una vez ella se entera, aún así le miente diciéndole que la apuesta era "entrarle a la primera que entrara por la puerta". Osea encima de que haces tremenda gu*rrada, encima al ir a disculparte le sigues mientiendo. Y Abi le perdona como si nada. Luego ella no tiene nada de personalidad. Se pasa el libro lamentándose de lo gorda que está y encima cada vez es más feliz porque va adelgazando. ¿Hola? ¿Y el amar tu cuerpo donde ha quedado?
Por no hablar de que con la excusa de que su relación sólo es sexuaI, Z se pasa toda la historia mintiendole y ocultando cosas. Y por supuesto teniendo sex0 con otras mujeres. Mientras ella no. Abi todo buena chica. Y de la nada surgen sentimientos.
No he podido. Las últimas páginas las leía en diagonal para seguir un poco la trama pero es que ni así he podido acabarlo.
La verdad es que me ha gustado más de lo que me esperaba, pero tengo que admitir que ha ido de más a menos.
El prota masculino no llegó a gustarme en ningún momento y me hubiese gustado que la protagonista terminase sola.
Ella sí me ha gustado más. Es facil empatizar con ella porque todas fuimos Abi en algún momento de nuestra vida. Aún así no me ha gustado del todo tampoco. No he entendido por qué hace algunas cosas y por qué permite otras. Ha conseguido que me sintiese frustrada y me recordó a cuando le damos un consejo amoroso a nuestra mejor amiga y no nos hace ni puñetero caso 😂
Aún así tengo que decir que es un libro que se lee rápido y es bastante entretenido aunque a veces hace que te salga la vena asesina porque te apetece matar algún personaje 🤭
Yo lo recomendaría para leer entre lecturas más densas o para cuando no te apetece leer un libro que demande mucha atención (tipo memorizar personajes y tal, me refiero)
«Te apuesto a que no eres capaz de acostarte con…»🤨
✅Tema tabú: la imagen curvilínea en una mujer ✅Cliché: Estoy contigo por una apuesta🤨 ✅Pasión desbordante🔥 ✅Autodescubrimiento y mucho❤️ ✨La historia me ha sorprendido gratamente, tenemos a una Abi que empieza con una autoestima por el piso por lo ocurrido con su ex, además es un poco torpe y despistada, un poco desastre la verdad😅y tiene encima el estereotipo de ser la “chica gordita”😪y con esto último como he renegado😑. Y a Zeta que es increíblemente creído, arrollador y con un ego más grande que su… 😏(ya me entienden🤫) ✨La trama se va complicando de a pocos y los personajes sufren varios cambios, logrando al final una madurez estupenda que te deja feliz☺️ ✨Los amigos encajan muy bien y las escenas logran tener de todo un poco, desde risas (porque pobre Abi, le pasa de todo😅), pasión e incluso lagrimillas🥲 ✨Tema súper importante como la aceptación física de uno mismo, en una historia de mentiras, verdades a medias, pasión desmedida, autodescubrimiento y, sobre todo, mucho mucho corazón❤️🔥
👉🏻“—Tú llevas la verdad escrita en la piel y no te avergüenzas jamás de lo que sientes”
No es el primer libro que leo de esta autora. Algunos (los menos) me han gustado y otros (la mayoría) no. Pero en mi opinión este el peor de todos los que he leído de ella. No sé ni por dónde empezar esta reseña porque no es solo que no me haya gustado, es que hay tantas "red flags" que no creo que sea un libro para que lo lean chicas jóvenes. O ya puestos, cualquiera. Esta novela cuenta la historia de Abi y Zeta. Desde el comienzo se ve que su relación va a ser tóxica, se conocen porque a él sus amigos le hacen una apuesta de acostarse con la más fea. Mal comienzo. Él es un tipo chulo, con dinero, de los que se piensas que lo pueden tener todo en la vida por ser quienes son. Zeta me ha caído fatal, no ha tenido evolución alguna en la historia y es igual de principio a fin. Luego está Abi, de la cual no le queda ninguna duda al lector de que la muchacha está GORDA. En cada capítulo se menciona su problema de sobrepeso, su intención de hacer dieta, su malestar con su cuerpo... Pero no solo ella, sino todos los que están a su alrededor. La sorpresa fue épica cuando leí que usaba una talla 44. ¿Perdón? ¿Una talla 44 es estar gorda? Para mí es creíble que ella no se vea bien, ya sabemos que el peor crítico de una persona suele ser ella misma, pero este libro está escrito en tercera persona, es la narración de la autora la que no deja de mencionar en ningún momento que Abi está gorda. ¿Os podéis imaginar el daño que esto puede hacer a algunas mujeres que lean este libro? La trama es aburrida, toca un tema muy trillado y visto. Los personajes son planos, Abi no parece tener personalidad alguna, parece que ella es solo su peso. Zeta es un mujeriego al que solo le importa él mismo y que se supone que se redime por sus actos, pero que en realidad no lo hace. En el libro pasan cosas, pero no son interesantes. Ni siquiera las escenas sexuales entre ellos me han entretenido porque, claro, él es perfecto y ella está GORDA, por si a esas alturas el lector no se había enterado. Además, está el hecho de que él se vuelve básicamente un acosador. Si esta novela fuera un dark romance pues vale, pero se supone que es una comedia romántica. ¿Dónde está aquí lo cómico si la autora pone a la protagonista femenina como obesa, torpe, insegura y desastre? Más bien dan ganas de echarse a llorar y buscarle a Abi un buen psicólogo para que le ayude a aceptarse a ella misma y darle la patada a Zeta. En fin, que no entiendo de dónde se ha sacado la autora esta novela, ni por qué la ha escrito y, mucho menos, por qué una editorial la ha publicado. No me importan los clichés, pero cuando están bien contados. Aquí ni el copyright del principio del libro está bien. Qué mal gusto me ha dejado este libro.
Empecé esta novela un poco recelosa, ya que la protagonista es curvy y como persona gorda, soy bastante crítica con como se nos retrata tanto en la literatura como en el cine.
Al principio resoplé un poco: chica gorda que se autocompadece y humilla, con el autoestima en el sótano 15 y amigas con cuerpos normativos y actitudes condescendientes. Íbamos mal, no os voy a engañar, pero al mismo tiempo pensaba ''joder, sí soy'' o, más bien, ''sí era''.
El protagonista masculino al principio me pareció carne de Mujeres y hombres tal y como se plantea la trama: alto, guapo, arrogante, rico y superficial. Una apuesta lo hace fijar sus ojos en la protagonista a la que no tiene más remedio que acercarse.
Sin embargo, mis prejuicios se fueron evaporando conforme la trama se iba desarrollando. Aunque algunas cosas es cierto que necesitaban más profundidad, al final el mensaje para m�� está claro y es que no puedes cerrarte a conocer a una persona solo porque físicamente, a priori, no sea lo que se considera ''deseable''. Aunque su relación comienza de forma puramente física, Zeta descubrirá que Abi es mucho más que su cuerpo y pronto se dará cuenta de que la había juzgado apresuradamente.
Ambos protagonistas evolucionan a lo largo de la historia, pero sobre todo Abi.
Durante el transcurso de la historia, poco a poco se va empoderando, va saliendo de su zona de confort y va construyendo a la Abi del futuro y aunque no me ha gustado que su autoestima esté basado en su talla y en su peso, me ha mostrado una realidad con la que he convivido y sigo conviviendo: el pensamiento recurrente de que nunca serás suficiente por no estar delgada.
En definitiva, el libro me ha gustado porque pese a que creo que la relación de Abi con su cuerpo podría haberse encarado de forma que su evolución hubiese sido más sana, el mensaje con el que me quedo es que todos los cuerpos pueden ser deseados y amados.
En general he visto opiniones reguleras del libro, pero qué voy a decir, a mí no me ha parecido tan malo 🤷♀️
La pluma me ha parecido ligera, desenfadada y muy fluida en general. Da gusto leerla, teniendo en cuenta que últimamente no dejo de ver novelas de este género con abundante lenguaje malsonante y soez. En esta no hay ese problema y lo agradezco muchísimo.
Únicamente le quito una estrella porque el personaje masculino no me ha gustado mucho, al menos durante la primera mitad de la novela. Me parece muy conseguido ese cambio y trasfondo, pero sinceramente me parece una caca de persona y creo que ella se merece a alguien muchísimo mejor. Claro que esto es una opinión personal.
Por lo demás, me ha gustado. ¡Se lee rápido, engancha y se disfruta muy bien!
Siendo sincera no sé ni cómo he terminado este libro. Confieso que he hecho un poco de lectura diagonal. No sé, no ha sido para mi. La historia es la que es, pero no hay profundidad, no hay giros ni amor. Los personajes son totalmente rígidos y planos y sus “problemas” y soluciones, dejan mucho que desear.
Ha sido un libro que me ha entretenido ya que no ha sido el gran libro de mi vida. Especialmente no me ha gustado la actitud del protagonista masculino algunas veces entiendo que tenía que evolucionar aunque no estoy segura de que lo consiga. me apetecía golpearle la.mayor parte del libro. A Abi la he adorado es un personaje entrañable y creo que es lo más destacable del libro. Es un libro que se lee muy rápido.
Tenemos a Abigail, una chica de cerca de los 30, curvy, que descubre a su prometido con otra en la cama justo el día de su aniversario. Por supuesto, ambos rompen y ella se sume en un luto/duelo durante unas semanas, y un día sus amigas la animan a salir de fiesta, a pesar de que ella está con el ánimo por los suelos. Esa misma noche conoce a Zeta, un joven recién graduado de la universidad, cuyos amigos apuestan que, en un plazo de 15 días aproximadamente, Zeta tiene que acostarse con la chica que ellos consideren la más fea del local. Y estos amigos señalan que la elegida sea Abigail.
Me ha gustado mucho que el cliché de la apuesta ha tenido un twist bastante curioso. No diré cómo, pero cuando lo vi fue: punto positivo.
En cuanto a los personajes, me he visto reflejada en Abigail el 99% del tiempo. En su torpeza, en su inocencia, incluso en su relación con sus amigas, ya que ella se siente muy inferior a ellas por muchos motivos. En cuanto a Zeta, a ver, él y sus amigos son los típicos salidos de MYHYV (y la Isla de las Tentaciones), que se preocupan más por un físico. Pero conforme los vas conociendo, sobre todo a Zeta, vas viendo que también tienen sus inquietudes, sus miedos, sus problemas y, sobre todo, sentimientos. Me ha gustado la evolución, y no la he visto tan forzada como han dicho otras personas. Creo que lo que le pasa en algunos puntos de la historia es que su propio origen es el que le frena para hacer ciertas cosas. He visto también que hay gente que critica que Zeta tenga pareja cuando empieza la historia, y sí, la tiene, pero queda bastante claro en el libro que tienen una relación abierta, así que no creo que suponga ningún tipo de problema.
Aquí me hallo, tras casi un mes, con este libro terminado. Comencé a leerlo con cero expectativas (no por nada en especial, solo quería evitar llevarme una decepción) y creo que ha sido mejor así.
El libro abusa de todos los clichés habidos y por haber en una rom-com cualquiera, pero eso no es algo malo porque queda más que claro desde la primera página. Sabes a lo que te vas a enfrentar y es tuya la decisión de leerlo. Tienes a un tío gilipollas, el clásico «donjuan», que acepta la apuesta de tirarse a la tía más fea que encuentra con tal de reforzar su ego masculino sin esperar, evidentemente, acabar pillado por completo de ella.
Algo que no me ha gustado, sin embargo, es la forma en la que se trata el peso de la chica. De acuerdo a las descripciones, no tiene más que unos cuantos kilos de sobrepeso, y sin embargo en el libro la protagonista es prácticamente demonizada por su peso. Entiendo que sea una forma de criticar la mirada superficial y los estándares de belleza tan excesivos que resultan inalcanzables. En un principio el mensaje que el libro daba podría llegar a ser peligroso, aunque creo que luego se ha ido arreglando este problema con el desarrollo de la historia.
Dicho esto, si quieres una comedia romántica saturada de clichés, adelante, este es tu libro. El disfrute está asegurado, solo no esperes nada que pueda resultar impredecible, porque me temo que no lo vas a encontrar.
Ha sido un libro que me ha gustado, es entretenido y se lee rápido, pero creo que esperaba otra cosa y no me ha terminado de convencer.
Los personajes me han gustado pero no he llegado a empatizar con ellos, ni con los protagonistas ni con los secundarios.
La protagonista, Abi, es una chica curvy con ninguna autoestima, que ha tenido una muy mala experiencia en su relación anterior. No he entendido muy bien algunas actitudes de Abi, y eso que pensaba que iba a empatizar mucho con ella por todas las cosas que tenemos en común, pero no ha sido así. Eso si, su evolución a lo largo del libro en su amor propio es lo mejor de la historia para mi.
Zeta, el protagonista masculino, es otra historia. Lo he odiado durante casi todo el libro, no me ha gustado su actitud en ningún momento, ni siquiera cuando comienza a cambiar. Me gusta el cambio en su forma de pensar pero creo que lo explican como algo casi imposible, como si fuese impensable, ya que él es rico y físicamente perfecto y ella no.
Es un libro que te transmite un mensaje muy directo: debes primero quererte, respetarte y confiar en ti, para que los demás hagan lo propio.
Este libro está tan mal que no se ni por donde empezar. Esta reseña tendrá varios spoilers. Tenemos a Abi como protagonista y ella está gorda, creo que no me hubiera dado cuenta de que lo está de no ser por las 450 veces que lo repite la autora. Cada vez que Abi sale en escena la describe como voluptuosa, exuberante y demás adjetivos excepto gorda porque parece ser que la palabra gorda es un insulto y no se puede usar. Abi no es que me caiga mal pero su única personalidad es que está gorda y ya está. Evidentemente la autora acompaña a su gordura el que sea patosa, torpe e insegura. Algo que no habíamos leído nunca por supuesto. Justo al principio del libro la autora narra como su prometido le es infiel con una chica muchísimo más delgada que ella y se hunde en la miseria. Se pasa los días comiendo helado y viendo la tele, el resultado es que llega a tener la talla 46, ¡tremendo drama! Por otro lado tenemos a Zeta y sí, obviamente él es guapísimo y tiene unos músculos de infarto. Además es un cabrón sin sentimientos. De nuevo algo que no habíamos leído nunca. Estos dos se conocen una noche en un bar y que las amigas de Abi y su hermana la animan a salir de fiesta para olvidar a su exprometido. Como Abi ha engordado no le queda más remedio que ponerse el vestido más feo que tenía en casa que esconde 'sus generosas curvas'. Evidentemente como es gorda y patosa después de ir al baño el vestido se le queda dentro de la braga y hace el ridículo delante de todo el mundo. Zeta se acerca a ella con el pretexto de una apuesta, 'no eres capaz de tirarte a la tía más fea del bar' (ser fea no es lo mismo que estar gorda pero bueno, esto lo dejamos para otro día). Y Zeta como tiene una vida aburridísima de millonario acepta, porque claro como le van a rechazar a él, el grandioso Zeta. Claramente Abi con su inseguridad se imagina que se van a reír de ella así que al principio se muestra reacia, pero claro finalmente acepta. Antes de eso, otra vez, como es torpe y gorda le tira encima de los pantalones la carísima botella que compra Zeta para beber con ella. Pasan unos días en los que Zeta se va encontrando con ella porque de primeras le rechaza. En otra ocasión en la que se encuentran Abi de nuevo hace el ridículo y casualmente le vomita las zapatillas a Zeta porque estaba empachada de lasaña. Bueno al final él consigue convencerla para quedar con él y acostarse y la autora vuelve a recalcar que esta gorda y que se siente insegura de su cuerpo, le cuesta ponerse encima de él por miedo a aplastarle. Ese día como Abi se ha arreglado y maquillado, Zeta la encuentra mucho más guapa que la primera vez, pero aún así es la chica de la apuesta nada más, un poco de sexo y si te he visto no me acuerdo. Total que después de acostarse se duermen con tan mala fortuna de que a Zeta le llegan los mensajes de sus amigos preguntandole a ver si ya se había conseguido follar a la gorda y a ver su había encontrado su clitorís debajo de tanta grasa (sinceramente me daría vergüenza escribir algo así). Ella como una tonta le perdona y quedan en ser solamente follamigos, se lo pasan bien en la cama pero al final poco a poco empiezan a enamorarse. A todo esto, a Zeta se le olvida contarle el pequeñísimo, diminuto detalle de que tiene novia y de que seguramente se van a casar. Con todo el morro del mundo le pide exclusividad una noche porque está SUPER ENAMORADO, pero esa misma noche se acaba acostado con su novia. Para más inri a su padre le parece buenísima idea coger dinero de la empresa, de la cual su socio es, sorpresa, el padre de la novia de Zeta (todo esto mientras el pobre hombre tiene cancer). Las únicas condiciones de que su socio no le denuncie son que devuelva el dinero y que Zeta se case con su hija, Veronica (que obviamente es una rubia despampanante. Está claro que ellos no se quieren porque se ponen los cuernos mutuamente pero se tienen que casar por conveniecia. La noche en la que Zeta tiene pensado decirle a Abi que esa noche será la última que la vea sus planen se tuercen porque acaba de acostarse con ella y cuando se está duchando en la puerta del hotel aparece Veronica y se lo cuenta todo a Abi. Que se va a casar con Zeta y demás, además humilla a Abi diciendo: es fea y está gorda no se como te puede gustar. Abi obviamente humillada y dolida se va del hotel y no vuelven a contactar. PASAN DOS AÑOS: Zeta se casa con Veronica y se mudan a Lyom pero vuelven a España para divorciarse, ya que esta ha encontrado a alguien mejor que Zeta (no es difícil). En este tiempo Zeta se crea un perfil falso de Instagram para poder cotillear a Abi (según él lo único que le hace seguir adelante esos dos años de matrimonio horrible). Empieza a tener actitudes horribles en las que se presenta delante de Abi, la primera vez en una galería de arte y a pesar de que ella le dice que no quiere volver a ver sigue insistiendo. Se presenta en su trabajo, en su gimnasio (¡Abi consigue llegar a una talla 42!). Hasta que al final hablan varias veces y ella se da cuenta de que él esta enamorado de verdad, le perdona y son felices para siempre.
No puedo creer en que momento la autora decide dejar como tonta a Abi DOS VECES. Zeta se porta fatal con ella y a pesar de que algunas cosas no son su culpa nunca es del todo sincero y aún así le perdona. Y todo porque no puede resistirse a esos encantadores ojos azul oceáno y su sonrisa perfecta. AMIGA DATE CUENTA. Por otro lado el tema de que Abi esté gorda está tan mal llevado que algunas cosas me daba hasta vergüenza leerlas, se supone que este libro es que para que las personas que estamos gordas sintamos que hay gente que se puede enamorar de nosotras igualmente. Pero se ve como Abi pasa de una talla 46 a una talla 42 porque está todo el rato a dieta, y no me malinterpretéis cuidarse y quererse no hace que dejes de formar parte del bodypositive pero, no es eso lo que me molesta. Si no el hecho de que esté todo el rato pensando en la talla, en que ojalá estuviera más delgada, que si sus amigas tienen la talla 38 y 36 como si estar gorda fuese algo malo o un DELITO. En fin lo he terminado porque quería venir a criticarlo aquí con todo el conocimiento. Perdón por el muchísimo texto.
Busca una historia rápida y ligera para estos días de calor. Y la verdad que la he tenido, pero he salido con gusto a poco.
Me sentí muchas veces ofendida con los pensamientos del Zeta, me dije “Vaya, en España me iría re mal con esos prejuicios del cuerpo, que soy igual a la potra” jaja, sin generalizar he.
Pero más allá de lo físico, que esta muy marcado en esta historia, lo sentí forzado, un amor totalmente forzado y superficial.
Me entretuvo? Sí. Es algo nuevo? No.
De hecho cuando el personaje masculino comienza su “crecimiento” fue como “Ay, hombre gracias por dejar de pensar que las mujeres rellenitas o curbys molamos”
Parecía bastante cliché (y lo es) pero te da algunos giros que no esperas mucho y para leerlo en la playa, viene genial. Es precioso y te deja el corazoncito calentito ❤️🔥