Mezclando el miedo con la locura, la pérdida con la separación, esta colección de 14 cuentos sigue a muchos personajes. Una mujer espera ansiosa la llegada de un muchacho joven que la liberará de su aburrimiento y frustración; un hombre regresa a Inglaterra después de su expedición polar con nadie allí para recibirlo; una niña sigue los pasos de un gato esquivo; y una madre aterroriza a su hijo para que nunca se vaya de su lado. Todas estas historias insólitas describen individuos en situaciones desesperadas que a veces no son los protagonistas de sus propias vidas.
Pilar Adón nació en Madrid el 12 de octubre de 1971.
Estudió Derecho en la universidad Complutense de Madrid y se especializó en Legislación Medioambiental.
A los diecisiete años ganó su primer premio literario en RNE-R3 con un relato breve. En 1995 empezó a publicar relatos en revistas literarias como La Hora Feliz, El Pájaro de Papel y Píntalo de Verde, de Mérida.
Es autora de los libros de relatos Viajes inocentes, y de las novelas Las hijas de Sara y El hombre de espaldas.
En el año 2007 fundó con Enrique Redel y Laura Calvo la Editorial Impedimenta. Desde entonces realiza labores de asesoría literaria y gestión de derechos para dicha editorial.
Ha publicado relatos y poesía en distintas revistas y suplementos literarios: Babelia, ABCD, Público, Eñe, Brèves, Turia, Müsu... Y en formato virtual: Literaturas.com, Ariadna r-c, Fósforo, Impracabeza o Aviondepapel.com.
Ha sido incluida en diversos volúmenes de relato. Entre otros: 22 Escarabajos (Editorial Páginas de Espuma, 2009); Frankenstein (451 Editores, 2008); Contar las olas (Editorial Lengua de Trapo, 2006); Antología de cuentistas madrileñas (Ediciones La Librería, 2006); Todo un placer (Editorial Berenice, 2005) o Ni Ariadnas ni Penélopes (Editorial Castalia, 2002) y Forma parte de las antologías poéticas Los jueves poéticos (Ediciones Hiperión, 2007); La voz y la escritura (Sial Ediciones, 2006); Hilanderas (Ediciones Amargord, 2006) y Todo es poesía menos la poesía (Editorial Eneida, 2004).
Participó en la Primera Exhibición Internacional de Poetas Contemporáneos de la Universidad St. Thomas de Fredericton, Canadá, con el poema Parábola y en los IV Encuentros Hispano-Peruanos de Jóvenes Narradores.
Actualmente ejerce la crítica literaria en el suplemento cultural Caballo Verde del diario La Razón.
Cuatro cuentos. He soportado cuatro cuentos antes de dejarlo por simple desesperación. La incoherencia estilística y temática que se da párrafo tras párrafo (y a veces dentro de una misma frase) acaba siendo agotadora; así como los diálogos, que deben ser los más artificiosos que he leído en meses o años. Se ve que lo de adjetivar cada palabra con dos o tres epítetos aleatorios y lo de escribir acumulando frases pseudoépicas entresacadas de cualquier obra de Coelho tiene éxito, porque ya he leído unos cuantos libros así provenientes de autores de la supuesta "nueva narrativa española". En este caso, "nueva narrativa" que bien podría haber sido escrita en el siglo XIX, a juzgar por esa extraña construcción de frases, esa constante adjetivación, esa ausencia de economía lingüística (corríjanme si me equivoco, pero juraría que los relativos todavía existen a día de hoy) y esas metáforas de naufragios y noches oscuras que ya eran viejas en los tiempos del duque de Rivas.
Sus admiradores suelen definir este libro como "prosa atmosférica" o, incluso, "prosa poética". Me imagino que la creación de personajes, historias, pensamientos interesantes o emociones es algo prosaico y accesorio que los escritores atmosféricos no necesitan. Con repetir sinónimos de "tristeza" y "humedad" tienen material suficiente para llenar 200 páginas.
"O podían clasificar las tonalidades del verde que veían desde sus ventanas, hasta llegar a elaborar una fácil teoría sobre la evolución del color a lo largo de un día en relación con el proceso vital del ser humano: el verde de la mañana era un verde ingenuo y tranquilo. Un color anhelante, de un tono despejado y transparente. Tan transparente que tendía al ámbar... Pero la mañana concluía y el tiempo avanzaba hacia la tarde y, cuando eso sucedía, el verde empezaba a transformarse. El día se hacía maduro y el verde se hacía maduro de igual forma, adquiriendo entonces un tono más oscuro, más reflexivo. Más sombrío. Finalmente, la noche, como era de esperar, mostraba un verde mortecino. Un verde sabio pero también apagado. Un verde un tanto trágico"
Pd. Dado lo cuidadas que suelen ser las ediciones de Impedimenta, me pregunto por qué no han corregido esos dos "pretender" [en sentido inglés de "fingir"] que van casi seguidos en el mismo cuento.
Me asombran las buenas críticas que ha recibido este libro. No hay cuento que no me haya parecido ñoño y ridículo (los poemitas del final ayudan bastante a que lo sean, todo hay que decirlo). Además, la autora tiene un estilo entre añejo y meloso que resulta muy irritante.
" Tenía que recuperar su maleta, tenía que tranquilizarse y, sólo más tarde, al cabo de unos segundos que para ella serían años de inexistencia y de terror, tendría que comenzar a maquinar nuevas tretas para no conmoverse. Para lograr que el tiempo se deslizara mansamente por encima de ella sin apenas producirle un roce en la piel."
"Las necesidades humanas son simples y agrupables. Hablar y que nos escuchen. Entregar el corazón y que nos lo acojan. Implorar y que nadie nos diga que nuestras oraciones se deshacen en el vacío al ser pronunciadas. Nuestros ritos son estrepitosos e inocultables."
Una lectura nada fácil. Pero también una lectura agradecida.
14 cuentos que navegan desde el miedo a la extrañeza, con personajes frágiles y un ambiente un tanto opresivo. Quitando algún que otro relato como ´´El infinito verde´´ y ´´Noli me tangere´´ tengo que confesar que no me ha convencido este libro cuya escritura me recuerda por momentos a Virginia Woolf.
I liked it. I actually enjoyed it a lot. It was well-written, well told, interesting collection of short stories. Perhaps, there was sometimes way too mcuh mystery on them. Which is good, since they make the reader participate and think and imagine what's behind. But not always. Sometimes it was way too much. There were also poems between each story. Some were pretty good, some less good, but still, enjoyable anyway, the change of register. My favourite one, weirdly enough, was "Clara" and then "La huída de Virginia". I didn't like very much the stories at the end.That's why I didn't give it five stars, it was too ecclectic.
But it's a nice read. Not a nice book, which may be the thing that keeps you hooked, reading on. I love the way it captures our little human insecurities, our little terrors, our dependencies from other people. I like the small -or not so small- detail that all the characters in the book read. Even in one story, they remark it: But you read. You aren't afraid. Or something like that. Reading makes us weaker, but at the same time enables us to bear life's setbacks.
There are many noticeable echoes in the author's voice from Kafka, Chéjov or Henry James, to name a few masters of storytelling.
Personal relationships, family, how what saves us may also drown us, and the wish to be somewhere else are some of the main topics the author subtly touches whithin her stories. Very reccomended.
Había en Sevilla un loco que dio en el más gracioso disparate y tema que dio loco en el mundo, y fue que hizo un cañuto de caña puntiagudo en el fin, y en cogiendo algún perro en la calle, o en cualquiera otra parte, con el un pie le cogía el suyo, y el otro le alzaba con la mano, y como mejor podía le acomodaba el cañuto en la parte que, soplándole, le ponía redondo como una pelota; y en teniéndolo desta suerte, le daba dos palmaditas en la barriga y le soltaba, diciendo a los circunstantes, que siempre eran muchos: «¿Pensarán vuestras mercedes ahora que es poco trabajo hinchar un perro?». ¿Pensará vuestra merced ahora que es poco trabajo hacer un libro?
Definitivamente, hay algo en Adón que me gusta mucho, la indefinición, esa ambigüedad, buscando elementos claustrofóbicos (a veces oscuros) que potencia con su escritura. Sus cuentos son buen ejemplo de estas estrategias y esta recopilación es recomendable.
En este libro se recogen 14 relatos con personajes independientes entre ellos.
El nexo que une a cada relato es, por un lado, la literatura. Todxs ellxs leen, escriben, saben apreciar una buena historia y/o tienen algún personaje literario a quién asemejarse.
El otro punto de unión es la fragilidad de los protagonistas y personajes que la autora describe en cada historia. Todxs ellxs, en su mayoría del género femenino, sufren por un amor insalubre (dependencia emocional, maltrato en todas sus formas, separaciones, etc.) o por sentir tristeza, soledad y/o depresión. Son personajes con mucho trasfondo y que transmiten muchas emociones en todo momento.
La autora está acostumbrada a escribir poesía, recurso que usa para separar cada relato del anterior y habilidad que se plasma en cada relato ya que su forma de escribir es extremadamente lírica.
Los relatos son duros e incluso crueles en muchos casos pero me ha faltado algo más de contexto y/o de texto en sí para poder empatizar con los personajes. No creo que sea un problema del libro ni de la autora, sino que al no estar acostumbrada a leer un estilo de escritura tan lírico no he podido empaparme bien de cada pequeña historia y recoger todo lo que podría haberme llevado de ellas.
Es un libro que recomiendo mucho a todas aquellas personas, mayores de 15 años, que disfruten con la prosa escrita de forma más lírica y/o con el género de la poesía.
Me atraen los libros de relatos. Me parecen pequeñas escenas, en este caso fuera de lo cotidiano, y al ser medianamente cortos se ven algo forzados a dar descripciones detalladas formando instantáneamente la imagen en tu cabeza, casi nítida.
En este caso los relatos de Pilar me han parecido que iban entre el miedo y la extrañeza. Algunos oscuros, todos fuera de lo común. Creo que más que relatos podrían ser cuentos “encantados”. Y eso les hace únicos. En ellos sus protagonistas relatan miedos, sueños, extrañas escenas…
En cuanto a lecturas podemos tener muchas posibilidades. Puedes escoger una lectura fácil, liviana, rápida de leer. O también existe la posibilidad de escoger una lectura más “rebuscada”, que es como calificaría a esta. Dónde no las tienes todas contigo para entender a la primera que dice pero si de pensar en muchas opciones y creo que eso es un juego que establece la autora con la lectora. Dejar a nuestro juicio el cauce de algunos relatos y preguntarte, cómo bien dice Marta Sanz en la introducción, “¿qué acabo de leer?” Hay personas a las que esto no les gusta, a mí, sin embargo, sí, porque me hace pensar y me deja libre interpretación. Un texto que yo pueda moldear o tomar a mi gusto.
Destaco: El infinito verde, Los seres efímeros, Noli me tangere.
Pilar tiene una forma de narrar muy característica y que incluso se hizo un estilo propio por el que poder identificarla. Eso es indudable. Tengo muchas ganas de conocer su poesía.
Si os apetece un libro de relatos, de cuentos fuera de lo común que bailan entre lo extraño y lo extraordinario aquí tenéis El mes más cruel.
cuentos seguidos de un poema. Historias con protagonistas que leen. En algún preciso momento se refugian entre la páginas de un libro. Cuando llegan al final del camino y no saben por donde continuar tan solo leen. Abren su libro y allí encuentran algo parecido a un refugio en medio de una montaña azotada por un viento inclemente. www.preferirianotenerquehacerlo.wordp... www.embuscadeaquellanoche.wordpress.com
Al ser un conjunto de cuentos, la gran mayoría de ellos (excepto los del final) me parece que tienen una fuerte influencia de la literatura inglesa cercana a Woolf o la época eduardiana. Siempre los colocaba, por la descripción, en ese momento. Los últimos cambian el estilo y se acercan, en mi opinión, a la contemporaneidad.
Terminé la mitad de los cuentos, con grandes esfuerzos, pero en ninguno de ellos encontré una historia atractiva. Tal vez sea que soy un anticuado, al pedirle un cuento que me cuente algo. Atmósferas, adjetivos, aforismos, ideas… de eso sí hay mucho, pero es como tratar de leer de golpe los pensamientos escritos detrás de las 365 hojas de un calendario.
Estos cuentos que son en esencia descripciones extensas desprovistas de acción merecerían un sólido 2.5. Así habría sido de no ser por la grima que causan los poemas que coronan innecesariamente cada uno de ellos (excepto por el último, afortunadamente).
La mayoría de los cuentos son buenos, algunos excelentes, pero de 14, hay 5 que son un páramo que no me han aportado nada. Releería algunos segurísimo.
Mi fav el del verde.
Los poemas ni fu ni fa porque no me gusta en sí la poesía.
Son 14 cuentos y al terminar de leer 7 de ellos, me quedé con la boca abierta en una expresión dunda de "no entendí". Los otros 7 son los que han evitado que deseche del todo su lectura. En especial el cuento titulado El infinito verde, que considero el mejor relato de la antología.
De ahí... El mes más cruel es un título demasiado sexy como para no incluir en mis listas de lectura (la portada también está bien chida).
No me siento facultado para hablar del estilo o las historias ni de los poemas que incluye al final de cada relato (y que guardan alguna relación). Me quedo con lo que dice Marta Sanz en la introducción: "...después de haber leído un libro de Pilar Adón no soy capaz de decir con exactitud lo que me quiere contar".
Sólo que ella ve eso como algo positivo, en mi caso no estoy del todo claro. Aunque también puede que me esté esforzando en ser amable.
No era lo que esperaba. Es muy bueno, muy, muy bueno. Pero siento un esfuerzo tremendo de la autora por contar algo excepcional (que sí lo es), pero se concentró demasiado en su esfuerzo que distrae más su lucha por contar lo mejor posible que haberse arrancado a una carrera literaria con el azar punzante de la primera redacción para después revisarla. Es como si se hubiera tardado días y días en armar una frase, pero que el producto de su esfuerzo no se notara... sino su esfuerzo en sí. Es muy bueno, lo es. Pero... fue como llevarse piedras al cerro, y no narrativamente... sino como si las letras pesaran por su figura y no por su significado.
En este libro de relatos Pilar Adón muestra un peculiar y desasosegante mundo real poblado por criaturas que se empequeñecen voluntariamente ante los demás.