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Mal d'époque
Un ancien soldat de retour à Buenos Aires rôde dans les rues de la “ville monstre”, suivant des signes qu’il croit recevoir pour accomplir une mystérieuse mission.
Une jeune chercheuse argentine en voyage à Bordeaux glane des informations sur la figure singulière et fascinante d’Albert Dadas, cas psychiatrique ayant vécu au xixe siècle, atteint d’automatisme ambulatoire. Une folie du fugueur qui l’amène inconsciemment à marcher et errer de ville en ville, des périples de Nantes à Lyon, ou jusqu’en Russie et en Algérie.
Mal d’époque narre l’histoire parallèle de ces personnages avec une prose qui épouse le rythme d’une marche effrénée.
Dans ce roman résolument unique, María Sonia Cristoff plonge le lecteur dans une nuée de doutes et aborde des thèmes tels que la guerre – et ses conséquences psychologiques –, l’immersion dans le monde virtuel – où la frontière entre réalité et fiction est brouillée – et l’illusion de liberté dans un monde chaque jour un peu plus contrôlé.
Une jeune chercheuse argentine en voyage à Bordeaux glane des informations sur la figure singulière et fascinante d’Albert Dadas, cas psychiatrique ayant vécu au xixe siècle, atteint d’automatisme ambulatoire. Une folie du fugueur qui l’amène inconsciemment à marcher et errer de ville en ville, des périples de Nantes à Lyon, ou jusqu’en Russie et en Algérie.
Mal d’époque narre l’histoire parallèle de ces personnages avec une prose qui épouse le rythme d’une marche effrénée.
Dans ce roman résolument unique, María Sonia Cristoff plonge le lecteur dans une nuée de doutes et aborde des thèmes tels que la guerre – et ses conséquences psychologiques –, l’immersion dans le monde virtuel – où la frontière entre réalité et fiction est brouillée – et l’illusion de liberté dans un monde chaque jour un peu plus contrôlé.
208 pages, Paperback
First published October 1, 2017
4 people are currently reading
88 people want to read
About the author
María Sonia Cristoff
21 books33 followersMaría Sonia Cristoff es una novelista y cronista argentina con tres novelas, dos libros de no ficción y muchos artículos y cuentos publicados en prensa internacional y volúmenes colectivos.
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Community Reviews
Displaying 1 - 6 of 6 reviews
December 20, 2018
"Prefiero, en todo caso, la operación contraria: contar como real lo que surgió de la más rotunda invención." (74)
Desde que una abre el libro y ve que hay un "Epílogo" al comienzo, es evidente que esta no va a ser una narración lineal o convencional. Mal de época no se la hace fácil a sus lectores, pero el esfuerzo en desentrañar y poner en diálogo las dos vertientes que contiene se ve muy recompensado por esta experiencia de lectura que, si bien es audaz y errática, no es en ningún momento arbitraria. Por el contrario, las dos narrativas que desarrolla se van complementando a lo largo de sus tres partes de forma muy satisfactoria.
La misma forma en que Cristoff escribe va insertando incertidumbre en la narración, por ejemplo al no marcar los diálogos entre personajes. Incluso un monólogo de pesadilla, de varias páginas, que una mujer homeless le dedica a FG (p. 53-55) no tiene ningún marcador que lo separe de la narración en primera persona de este último. Es desorientador, pero no totalmente. De hecho, la incertidumbre que introduce muchas veces afirma la cualidad dual del libro, a través de la repetición de frases de estructura "¿X, Y?" - dos opciones, imposibilidad de dirimir entre ellas: "Pasan infinitos -¿setenta, dos mil?- autos por minuto" (15). Se va consolidando con estas dicotomías una voz narrativa potente pero a la vez confundida.
Después del epílogo (presumiblemente ), el libro tiene una estructura en 3 actos, marcados en el lado de FG por tres etapas de su "misión": 1. Estadía en Buenos Aires, que él llama la Ciudad Monstruo 2. Tiempo en "el monte", Misiones y 3. Regreso a la ciudad monstruo para finalizar su misión. Por su parte, los extractos del Libro inconcluso que se intercalan con la historia de FG no se dividen tan fácilmente, pero en el primer capítulo Cristoff se dedica más bien a conseguir el libro, y luego en los capítulos 2 y 3 a explorar la condición de Albert Dadas como fuera retratada por su psiquiatra, Tissie.
A lo largo de los retazos del libro que, en el universo narrado, Cristoff estaba escribiendo sobre Dadas y dejó inconcluso, los paralelos entre las dos historias se van haciendo cada vez más ineludibles. Dos líneas que parecen inconexas al comienzo se van conectando cada vez más en la mente del lector. Eventualmente se conectan, fuera del texto en sí. La forma exacta en que lo hacen es menos importante que el trayecto recorrido por Cristoff en su búsqueda de Dadas, por Dadas mismo, y por el enigma de FG y su misión. Gran parte de la historia de FG es una exacerbación de la búsqueda tan naturalmente humana de patrones donde no siempre los hay, y el libro mismo es una invitación a buscar esos patrones delirantes y paranoicos donde a lo mejor no los hay. Por ejemplo, yo pensé en la coincidencia del término FuGa con FG, en si sería coincidencia o no.
Mal de época es además varias otras cosas: reflexión sobre el hogar, sus orígenes complejos y también su pérdida (la presencia de homeless, heimatlos, en ambas facetas de la novela no me parece casual), sobre la relación entre lo político y lo personal, el fundamentalismo, la paranoia y la alienación de la sociedad contemporánea... bueno, lo dejo hasta ahí, porque sino quizás me pongo como FG, puro dándole intencionalidad a las señales de unos carbones encendidos. Este libro me dejo así: me provocó estas emociones y pensamientos quizás conflictivos, y es este tipo de provocación lo que espero de la buena literatura.
Desde que una abre el libro y ve que hay un "Epílogo" al comienzo, es evidente que esta no va a ser una narración lineal o convencional. Mal de época no se la hace fácil a sus lectores, pero el esfuerzo en desentrañar y poner en diálogo las dos vertientes que contiene se ve muy recompensado por esta experiencia de lectura que, si bien es audaz y errática, no es en ningún momento arbitraria. Por el contrario, las dos narrativas que desarrolla se van complementando a lo largo de sus tres partes de forma muy satisfactoria.
La misma forma en que Cristoff escribe va insertando incertidumbre en la narración, por ejemplo al no marcar los diálogos entre personajes. Incluso un monólogo de pesadilla, de varias páginas, que una mujer homeless le dedica a FG (p. 53-55) no tiene ningún marcador que lo separe de la narración en primera persona de este último. Es desorientador, pero no totalmente. De hecho, la incertidumbre que introduce muchas veces afirma la cualidad dual del libro, a través de la repetición de frases de estructura "¿X, Y?" - dos opciones, imposibilidad de dirimir entre ellas: "Pasan infinitos -¿setenta, dos mil?- autos por minuto" (15). Se va consolidando con estas dicotomías una voz narrativa potente pero a la vez confundida.
Después del epílogo (presumiblemente ), el libro tiene una estructura en 3 actos, marcados en el lado de FG por tres etapas de su "misión": 1. Estadía en Buenos Aires, que él llama la Ciudad Monstruo 2. Tiempo en "el monte", Misiones y 3. Regreso a la ciudad monstruo para finalizar su misión. Por su parte, los extractos del Libro inconcluso que se intercalan con la historia de FG no se dividen tan fácilmente, pero en el primer capítulo Cristoff se dedica más bien a conseguir el libro, y luego en los capítulos 2 y 3 a explorar la condición de Albert Dadas como fuera retratada por su psiquiatra, Tissie.
A lo largo de los retazos del libro que, en el universo narrado, Cristoff estaba escribiendo sobre Dadas y dejó inconcluso, los paralelos entre las dos historias se van haciendo cada vez más ineludibles. Dos líneas que parecen inconexas al comienzo se van conectando cada vez más en la mente del lector. Eventualmente se conectan, fuera del texto en sí. La forma exacta en que lo hacen es menos importante que el trayecto recorrido por Cristoff en su búsqueda de Dadas, por Dadas mismo, y por el enigma de FG y su misión. Gran parte de la historia de FG es una exacerbación de la búsqueda tan naturalmente humana de patrones donde no siempre los hay, y el libro mismo es una invitación a buscar esos patrones delirantes y paranoicos donde a lo mejor no los hay. Por ejemplo, yo pensé en la coincidencia del término FuGa con FG, en si sería coincidencia o no.
Mal de época es además varias otras cosas: reflexión sobre el hogar, sus orígenes complejos y también su pérdida (la presencia de homeless, heimatlos, en ambas facetas de la novela no me parece casual), sobre la relación entre lo político y lo personal, el fundamentalismo, la paranoia y la alienación de la sociedad contemporánea... bueno, lo dejo hasta ahí, porque sino quizás me pongo como FG, puro dándole intencionalidad a las señales de unos carbones encendidos. Este libro me dejo así: me provocó estas emociones y pensamientos quizás conflictivos, y es este tipo de provocación lo que espero de la buena literatura.
July 13, 2019
Se tira sobre una cama que suena a resortes y se duerme o se desmaya, no le queda clara la diferencia al día siguiente. ¿Cuánto tiempo hace que está en ese departamento? ¿Una semana? ¿Cinco? ¿Dos meses? ¿Cuántas semanas hay en un mes? FG mira las paredes verduzcas abrazado a la almohada, aferrado. Desde el rincón que hace de cocina llega el ruido de la heladera y eso lo reconforta. Hay un ritmo ahí, un latido. También, a través de unos postigos desvencijados, llega algo parecido a una luz exterior. Las once, mira el reloj. Las once de qué día, pero este reloj no se lo dice. Le duelen los huesos cuando trata de incorporarse. Se vuelve a acostar. Le hace mejor dormir afuera, definitivamente, en algún parque, en alguna esquina. Pero él, en tanto conexión latinoamericana, tiene que esperar sus instrucciones ahí. Eso sí se acuerda. Se lo dijo clarito el hombre que lo trajo desde el aeropuerto. Aunque no le queda claro si ahí en la ciudad o ahí en el departamento. Y además instrucciones para qué. Para qué, para qué. Se cansa de andar por esta ciudad monstruo sin encontrar a nadie que tenga la respuesta que busca. Nadie. Ni siquiera esos otros que, como su primer contacto, se camuflan manejando taxis.
***
Del Libro inconcluso
Cualquier cosa parece mejor que seguir la senda prefijada, hasta el servicio militar. Albert se presenta voluntariamente el 19 de abril de 1878. Pero empieza a mearse en la cama. Le sacan las sábanas, entonces se mea en el piyama. Lo mandan a un hospital, donde lo tratan durante tres meses y medio. Dadas parece haber pasado la mitad de sus viajes en una cárcel, según calcula Hacking, y algo parecido a la mitad de su vida hogareña en un hospital. Formas del control, sí, pero también formas de sustraerse. Estrategias del débil. Cuerpos que hablan cuando no hay acceso al poder simbólico. Resistencias de analfabeto.
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Del Libro inconcluso
Cualquier cosa parece mejor que seguir la senda prefijada, hasta el servicio militar. Albert se presenta voluntariamente el 19 de abril de 1878. Pero empieza a mearse en la cama. Le sacan las sábanas, entonces se mea en el piyama. Lo mandan a un hospital, donde lo tratan durante tres meses y medio. Dadas parece haber pasado la mitad de sus viajes en una cárcel, según calcula Hacking, y algo parecido a la mitad de su vida hogareña en un hospital. Formas del control, sí, pero también formas de sustraerse. Estrategias del débil. Cuerpos que hablan cuando no hay acceso al poder simbólico. Resistencias de analfabeto.
July 29, 2018
Quedé tiritando. Demente y brillante (pero un brillo de ojos en la oscuridad).
March 21, 2023
Realmente tiene partes que son de lo mejorcito, muy a lo Nervio óptico de María Gaínza o Los errantes de Tokarczuk. Incluso a Un verdor terrible de Labatut. Estos libros de curiosidades. Este es de 2017. Estos descubrimientos de autoproclamados reyes de la Araucanía o enfermos que tal que va hilando y contando como si nada son buenísimos. Me falta algo más de eso porque, de las dos partes, es la minoritaria.
Entiendo el equilibrio entre Dadas, andando palante, es solo medio sin fin, y FD, que espera algo, señales disociadas, es fin sin importar el medio. Equilibrio entre narrador omnisciente de FD, un tipo que percibe la realidad en una digresión, y la primera persona de la autora leyendo textos académicos sobre Dadas y la enfermedad, u otra digresión. Tampoco me ha vuelto loco aunque tiene un toque adictivo en el narrar, en las curiosidades. Leeré más de ella.
Entiendo el equilibrio entre Dadas, andando palante, es solo medio sin fin, y FD, que espera algo, señales disociadas, es fin sin importar el medio. Equilibrio entre narrador omnisciente de FD, un tipo que percibe la realidad en una digresión, y la primera persona de la autora leyendo textos académicos sobre Dadas y la enfermedad, u otra digresión. Tampoco me ha vuelto loco aunque tiene un toque adictivo en el narrar, en las curiosidades. Leeré más de ella.
May 8, 2023
Intoxicante y extraño, un libro sobre estar perdido y vagar.
December 11, 2018
Entre "Berlín Alexanterplatz" y "Cosmopolis" de DeLillo, con un poco de Foucaut.
Vale la pena
Vale la pena
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