En Música concreta, Amparo Dávila (1928) nos conduce a través de sugerentes historias en las que, por encima de la anécdota, predomina el misterio que conduce la trama. En estos cuentos, la conciencia es un juego que se complementa con las actividades de la imaginación.
Amparo Dávila born 1928 in Zacatecas, Mexico is a Mexican author. Dávila was the sole surviving child of her parents. The oldest son died at childbirth. The next son died as a result of meningitis, and the last son died during his infancy. She learned to love reading at an early age from spending time in her father's library. Her childhood was marked by fear, a theme that appeared in a number of her future works as an author. Her first published work was Salmos bajo la luna in 1950. This was followed by Meditaciones a la orilla del sueno and Perfil de soledades. She then moved to Mexico City where she worked as Alfonso Reyes's Secretary. In 1966 she was a part of the Centro Mexicano de Escritores (Mexican Writer's Center) where she received a grant to continue writing. In 2008, Davila was recognized by el Palacio de Bellas Artes de Mexico (the palace of fine arts of Mexico).
Davila is known for her use themes of insanity, danger, and death, typically dealing with a female protagonist. Many of her protagonists appear to have mental disorders and lash out, often violently, against others. Many times the women are still unable to escape from their mental issues and live with the actions they have taken. She also plays with ideas of time. She uses time as a symbol of that which we cannot change.
Her other works include:
Salmos bajo la luna (1950) Meditaciones a la orilla del sueño Perfil de soledades (1954) Tiempo destrozado (1959) Música concreta (1964) Árboles petrificados (1977) Muerte en el bosque (1985)
Amparo Dávila tiene la particularidad de transmitir, en sus relatos, ambientes tan vívidos que casi nos hacen olvidar la propia lectura. Nos sumerge en sus espacios, personajes y diálogos. Sus tramas siempre buscan encajar en lo cotidiano, pero desde varias aristas incómodas que, llevadas a extremos insospechados, casi fantásticos se podría decir, hace que, en algún punto del relato, siempre leamos/sintamos/descubramos: “el otro lado del espejo”. El lado oscuro de la normalidad. Su técnica es clara y muy, pero muy sutil. Este libro ha sido de una lectura fluida y fresca. Sin ningún esfuerzo me ha llevado de la mano, de principio a fin. Destaco tres de su trabajos: “El desayuno”, “Música concreta” y “El entierro”.
Se trata de un compilado de cuentos, todos ellos con una estructura muy bien trabajada y remates de locura. Es imposible no pensar que para cada texto, al final, habrá un giro de tuerca que transforme el sentido de la historia que se cuenta. Y de esto, lo verdaderamente fascinante es que el giro de tuerca va hacia lados que no se sospechan. Una joya de libro y una joya de escritora, no tenía idea de su existencia y me he quedado con ganas de buscar mas de su literatura.
Leer a Amparo Dávila es muy especial para mí, pues tiene unos toques que ningún otro autor latinoamericano tiene; se atreve a ser oscura, a ser romántica, a decir eso que no concebimos como real en nuestro entorno. Sus cuentos son una muestra de que hay algo malo, algo trastocado, esperando en cada esquina.
Música concreta fue una antología muy buena. Noté el cambio que hubo en estos cuentos en comparación con los de Tiempo destrozado, pues en ésta última los finales de las historias me dejaban insatisfecha, aún con intriga y sin entender nada. Ahora, en Música concreta sí se encuentra como tal un desenlace del cuento (aunque hubo algunos que igual no terminé de entender). Es algo complicado de explicar pero no hay duda de que ambas antologías son muy buenas, cada una tiene algo que me gusta.
Una cuentista fantástica y versátil que nos habla desde el horror que para ella trasciende lo espeluznante, si no que puede vislumbrarlo en la soledad, en el paso del tiempo, en la cladestinodad y en la existencia misma.
Ocho cuentos maravillosos muy bien llevados por una prosa exquisita que va desde la descripción sobria y decorosa, hasta el torrente verbal y emocional.
Ya había leído con anterioridad cuentos de Amparo Dávila pero fue con esta compilación de historias que me enamoré de su narrativa y de sencillez con la que puedes palpar a los personajes, escuchar las conversaciones tal que si estuvieras junto a los personajes en la vida real y hasta puedes sentir en carne propia las situaciones planteadas gracias a la proximidad, a la ligereza y a la excelencia de su pluma al calcar situaciones muy humanas, cotidianas y reales en estas páginas. Desconozco si una persona que no sea mexicana podrá disfrutar tanto de los relatos cómo lo hice yo que no sólo disfruté las emociones que me transmitía, sino también ese pensar, hablar y actuar de los personajes tan fiel a la sociedad mexicana que aunque esta obra fue publicada en 1961, muchas (por no decir todas) las páginas del libro parecen sacadas de una salida a las calles de México. Claro que hay historias un poco más rebuscadas que no pasan cada dos por tres, pero aún así la representación de las pasiones humanas, de los miedos y de todos los quebraderos de cabeza de las personas están muy bien retratados en la obra de Amparo Dávila.
En este grupo de cuentos Amparo, realmente llegó a mi alma. La primera razón. Termino de leer música concreta, con la emoción en los ojos.
Al otro día una amiga me escribe: Ha muerto Amparo Dávila.
No podía creerlo, estaba en mi mente aún, esa frase tan maravillosa de que "El sapo no volverá a molestarte querida, ni esta noche, ni ninguna otra". Y así, como si fuera una especie de loop y destino escrito, Amparo, se fue; en efecto ya nada la molestaría.
La segunda razón. Detrás de la reja. Hace mucho que no leía algo de un amor apasionado de mujer, lo disfruto mucho. Y no hay nada tan sorprendente y sorpresivo que esta historia. Es una maestra, saber cómo y porqué te cuenta una historia y cómo esta se estructura de una manera que no puedes sino vivirla, no puedes juzgarla, no puedes opinar. Pero sobre todo, no puedes sino pedir que no te suceda a tí, lo que le sucede a los personajes.
Un gran grupo de cuentos, menos simbólicos que los presentados en Tiempo destrozado, pero mucho más apasionados. Diría que aquí se concentró más en la emoción y el comportamiento de sus personajes, mientras que en el anterior pura psique y símbolo.
Quizá no sea mi libro favorito de la autora, pero ya desde sus inicios destacan los rasgos inquietantes que en libros posteriores, como Muerte en el bosque, definirian su estilo narrativo.
De esta compilación de ocho cuentos destaco Tina Reyes, donde se describe una problemática que al parecer ha existido en el país desde hace siglos: El acoso callejero. En verdad se siente en carne propia la desesperación y el miedo de la protagonista al ser abordada en la calle por un desconocido bastante insistente.
Mi objetivo es leer todos lo cuentos de la autora, y es muy probable que logre la meta este año.
Cuento fascinante acerca de un hombre llamado Sergio que se vuelve a encontrar con una amiga de su juventud, pero la ve muy desmejorada. Platicando con ella, ésta le confiesa que no está bien, pues descubrió que su esposo la engaña con una costurera de aspecto extraño. Además, ella no la deja dormir por las noches, pues todo el tiempo está "croando" bajo su ventana. Sergio está seguro de que su amiga simplemente está muy nerviosa y perturbada por dichos eventos así que decide confrontar a la costurera para que deje en paz a su amiga. Sin embargo, se llevará una gran sorpresa.
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Amparo Dávila explora el desasosiego de la vida cotidiana, la desolación, el abandono y la complejidad de las relaciones. La dualidad de la realidad enfrenta a los personajes con su propia fatalidad creando un ambiente asfixiante. La narrativa refuerza la idea de que la mente es un espacio tanto de terror como de ensueño.
Encuentro una colección de relatos más redonda que la anterior "Tiempo destrozado" aunque el numero de cuentos que marco como interesantes son más números en su primera obra. Suelo marcar en el indice los relatos que me gustan de manera especial. Con interés en leer su siguiente colección "Árboles petrificados" de 1977, dieciséis años después de esta obra.
Cuentos que verdaderamente conectaron mucho con mi sentir, cuentos que tienen color y temperatura, que cambian hacia la última página y te apresuras a querer terminarlos. Es hermoso dejarse envolver por una historia de amor, llorar sobre las paginas.
"Música concreta" y "Detrás de la reja" son dos de los mejores cuentos que he leído. "El desayuno" también es un grande. Los demás también son buenos, pero esos dos sobresalen. Dávila era una maestra del suspenso y de los giros inesperados.
En fin, es fabuloso de por sí que me gusten todos los cuentos de una recopilación; lo logró por primera vez Tiempo destrozado y lo ha vuelto a lograr con Música concreta, o sea que Amparito hermosa ha hecho dos veces algo que jamás pensé que pasaría en mi vida lectora jajaja
Hay unos cuentazos aquí. Creo que lo que más me gusta de Amparo Dávila son esos destellos de siniestra maestría del género que muestra en sus textos, y sus comentarios sociales feministas, como en Tina Reyes, en donde aborda la sensación de acoso callejero y próximo feminicidio.
La línea entre vigilia y sueño, vida y muerte, no existe en los cuentos de Música concreta. A diferencia de Tiempo destrozado, en estos relatos la cronología y finales son "menos" abiertos.
Es un libro de cuentos increíble, Amparo Dávila debería ser mas conocida. Detrás de la reja, el entierro, Matilde Espejo, tina reyes y música concreta son muy buenos cuentos, mis favoritos. Ampliamente recomendable.