Don Juan Tenorio, el drama romántico por excelencia, es una de las pocas obras que han tenido y siguen teniendo una vida auténticamente popular. Difícil seria encontrar un espanol que no sepa recitar de memoria alguno de sus versos. El drama, que repite el viejo tema de Don Juan, ha adquirido una eficacia literaria inusitada en la mezcla de temas de capa y espada con los religiosos y morales. Esta edición se basa en la francesa que Zorrilla dio como definitiva cotejada con el manuscrito autógrafo conservado en la Real Academia Española.
Dramaturgo y poeta español que fue una de las figuras más destacadas del romanticismo. Nació en Valladolid y estudió en las universidades de Toledo y Valladolid. Escritor enormemente prolífico, publicó cuarenta obras, en su mayoría historias nacionales, entre 1839 y 1849. También completó los Cantos del trovador (1840-1841), una serie de leyendas españolas escritas en verso. En 1850 se trasladó a Francia y en 1855 a México. De regreso a España, en 1866, comprobó que pese a la extraordinaria popularidad que había alcanzado su obra no podía cobrar derechos de autor. Vivió en la pobreza hasta que finalmente obtuvo una pequeña pensión del Gobierno. En 1889 fue nombrado poeta laureado de España. El genio de Zorrilla como poeta de su tiempo se advierte principalmente en sus leyendas y en su poema épico Granada (1852). Entre sus principales obras dramáticas figuran Don Juan Tenorio (1844), que sigue siendo la obra teatral española más popular, y Traidor, incofeso y mártir (1849). Su autobiografía Recuerdos del tiempo viejo apareció en 1880.
Representada con regularidad cada día de difuntos en España (Quién la haya leído sabrá de sobra por qué, pues su segunda parte es un Halloween a la española), “Don Juan Tenorio” es una de las obras más destacadas del romanticismo español. Dividida en dos partes: La primera se subdivide en cinco actos, y la acción transcurre durante una noche. La segunda, que es la que entronca con lo fantástico (y/o fantasmagórico), sucede cinco años después, y se reparte en tres actos. Se estrenó en el Teatro de la Cruz de Madrid un 28 de marzo de 1844. Y desde entonces.
Y ¿qué puedo yo añadir a Vuesas Mercedes sobre una obra tan famosa, comentada, alabada, pero también denostada? Pues que me la lean y opinen cada cuál según su raciocinio, cosa que, leyendo algunas críticas en esta página, no todo el mundo posee. (Lectores,as sin duda influidos por una sobredosis de Federico Moccia como ejemplo de clásico universal). Yo, por mi parte, es la tercera vez que me la leo, y siempre encuentro motivos para el divertimento y la reflexión. En fin, para gustos ...
“Clamé al cielo, y no me oyó. Más, si sus puertas me cierra, de mis pasos en la Tierra responda el cielo, no yo”.
i have discussion of this play tomorrow and... this was a a fucking nightmare. i forced myself to read it, and i didn't enjoy it at all.
don juan is a fuckboy with daddy issues who plays with women and "falls" for an innocent girl and tries to steal the fiancée of another dude. and he also gambles with this dude, luis, to see who can seduce more women and kill more men, lmaooooo.
josé zorrilla was high as fuck when he wrote this, yikes.
Ameno, la verdad es que apenas me acordaba del argumento y creo que vi una representación en el colegio.?? Vaya pieza que estaba hecho el Don Juan... Valoración: 6/10 Sinopsis: Don Juan Tenorio, el drama romántico por excelencia, es una de las pocas obras que han tenido y siguen teniendo una vida auténticamente popular. Difícil seria encontrar un español que no sepa recitar de memoria alguno de sus versos. Don Juan lleva una vida desenfrenada: seduce mujeres y las olvida al instante, desafía a sus enemigos, mata sin remordimientos y no muestra respeto alguno ni por las reglas de los hombres ni por las leyes de Dios. Pero su fiero corazón se amansa el día en que ve por vez primera a doña Inés, una novicia que encarna a la perfección los encantos de la pureza y el don de la virtud. Por obra y gracia del amor verdadero, el matón cínico decide convertirse en un hombre responsable y cabal, pero el padre de doña Inés no está dispuesto a facilitarle las cosas... Vertiginosa y emotiva, brillante en su elocuencia y magistral en su manejo del arte dramático: así es Don Juan Tenorio. Y aunque la obra tiene ya más de un siglo y medio de vida, conserva intacto todo su poder de fascinación, y no solo por la precisión con que funciona su mecanismo teatral, sino porque aborda temas tan universales como el placer que nos depara la transgresión, la insatisfacción perpetua que genera la búsqueda de lo absoluto y la posibilidad de salvarnos por medio del amor. # 13. El libro que menos te llame la atención de tu estantería. Reto lecturas pendientes 2022.
"Por donde quiera que fui, la razón atropellé la virtud escarnecí, a la justicia burlé y a las mujeres vendí. Yo a las cabañas bajé, yo a los palacios subí, yo los claustros escalé y en todas partes dejé memoria triste de mí."
Luego de analizar toda la obra aún me queda algo en debe y por eso le pongo tres estrellas. Zorrilla compuso su famosa obra "Don Juan Tenorio", considerada por algunos como la cúspide del teatro romántico español, en base a leyendas ya escuchadas e incluso varias obras de teatro previas. Entre ellas desde luego "El burlador de Sevilla" de Tirso, la versión de Zamora e incluso algunos aseguran que tiene mucho más del "Don Juan Samara" de Alejandro Dumas, sobre todo por lo parecido de las acciones. A pesar de no haber leído ninguna de esas obras que menciono puedo entender que Zorrilla hizo algunas modificaciones para lograr algo más "romántico" que una tragedia moral como en el caso de Tirso o incluso si lo comparamos al de Molière, quien también tiene una versión. Este drama desde luego habla la historia de Don Juan, sevillano impúdico, inmoral, valiente y orgulloso que empieza teniendo con Don Luis Mejía una apuesta de quién comete las más grandes fechorías, pero entendidas éstas como el estar con muchas mujeres y matar a duelos a otros caballeros. Don Juan usa tanto su astucia, pero también su dinero y el engaño para lograr sus objetivos, lo que para mí le baja un poco a la calidad de "impresionante" que tiene o que se nos quiere transmitir. Desde luego comete muchos actos que a mí me sorprendieron un poco, sobre todo en el nudo de la historia. Pero Don Juan sufrirá grandes cambios luego de conocer a Inés, quien recluida en un convento, también se siente atraída de alguna manera hacia él.
"¿Qué sentimientos dormidos son los que revela en mí? ¿Qué impulsos jamás sentidos? ¿Qué luz, que hasta hoy nunca vi? ¿Qué es lo que engendra en mi alma tan nuevo y profundo afán? ¿Quién roba la dulce calma de mi corazón?"
Siendo tantos los antecedentes y la originalidad de Zorrilla por lo menos parcial, no me bastó para ponerle un puntaje tan alto. Desde luego admiro sobre todo la variedad de versos que utiliza (redondillas, romances, quintillas, octavillas, Etc), pero también pienso así como algunos críticos que algunos resultan algo forzados y no aportan tanto a la obra en sí. Por otro lado, como Zorrilla declaró, la obra es por lo menos en su primera versión algo hecha "a la apurada" y eso no deja de traslucirse en la obra siendo un ensamblaje de otras. Por supuesto las principales variaciones están en el final (punto para mí imperdible y fuerte de la obra), donde el castigo "moral" da paso al realce de los sentimientos y la fuerza que tienen en la humanidad. Por otro lado el tinte surrealista, fantasmagórico y gótico de la última parte levanta mucho la obra. Otra variación muy importante respecto a sus predecesores es quién define el destino de Don Juan, me pareció algo que puede generar impacto sobre todo en el lector acostumbrado a "Don Juanes" anteriores y ayuda mucho a tener ese "remezón" que la obra en sí causa. Los diálogos buenos, aunque no fueron de mi total agrado, me quedó debiendo algo la parte romántica con doña Inés, si bien es cierto, se retrata la pureza de ella y por otra parte de Don Juan quien tiene un gran giro en esta parte, artificial para muchos y no creíble para otros. Definitivamente considero que es una obra que siendo tan mencionada y representada es prácticamente un mito, como pieza de teatro luego de leer como siempre muchos debo decir que 3 me parece justo. Habiendo leído en teatro solo la versión de Molière, leeré la de Dumas y por supuesto la de Tirso.
"Pues si es en mí tan notorio el valor, mira Pascual, que el valor es proverbial en la raza de Tenorio. Y porque conozco bien de su valor extremo, de sus ardides me temo que en tierra con mi honra den"
Aunque no me ha gustado ningún personaje (el Tenorio es lo peor) me ha encantado cómo está escrita. Yo no soy muy fan del verso pero es que en este libro se lee genial. Os lo recomiendo.
Esta obra, uno de los pilares del romanticismo español, nos presenta la historia del pintoresco y descarado Don Juan, un personaje tan astuto como despreciable, que basa su existencia en la seducción, los duelos y la búsqueda de placeres efímeros, sin reparar en las consecuencias de sus actos. Dividida en dos partes bien diferenciadas, la obra nos lleva primero al retrato de sus hazañas y apuestas, incluyendo su infame conquista de una novicia, doña Inés. En la segunda parte, años después, la trama se torna más oscura y simbólica, revelando un intento de redención que culmina en un desenlace tan fantástico como impactante.
La figura de Don Juan es, sin duda, fascinante. Representa la esencia del yo romántico: desafiante, apasionado y destructivo, tanto para los demás como para sí mismo. Es fácil detestarle al principio por su arrogancia y su falta de escrúpulos. Sin embargo, Zorrilla logra una proeza narrativa: que el lector, a pesar de todo, empatice con él. El final, cargado de justicia poética, otorga al personaje una redención inesperada que, aunque no borra sus faltas, le da un aire de humanidad y vulnerabilidad.
Uno de los aspectos más atractivos de la obra es su atmósfera. Casi toda la acción transcurre de noche, envuelta en un halo de misterio, muerte y cementerios, elementos que aportan un tono gótico irresistiblemente cautivador. La oscuridad de los escenarios y el simbolismo de los acontecimientos encajan perfectamente con el espíritu romántico de la obra.
En cuanto a los personajes secundarios, doña Inés, aunque limitada por los roles de la época, juega un papel crucial como catalizadora del cambio en Don Juan. El criado de Don Juan y sus aliados también son esenciales, no solo para el desarrollo de las intrigas, sino para resaltar el carácter del protagonista.
“Don Juan Tenorio” es una obra que combina el romanticismo hiperbólico, el simbolismo y la introspección en una narrativa que, aunque algo extravagante por momentos, resulta envolvente y cautivadora. Es una lectura que recomiendo especialmente a quienes buscan historias de amor prohibido con tintes oscuros, y, en mi caso, la prefiero incluso a clásicos como "Romeo y Julieta".
Sin embargo, leer esta obra no es suficiente. Su esencia está en su representación teatral, en ese juego de luces y sombras que solo el escenario puede capturar. Hasta entonces, seguiré imaginando sus palabras en acción, deseando volver a encontrarme con este Don Juan tan humano como diabólico.
La figura del Don Juan, uno de los arquetipos más trabajados dentro de la literatura española, si bien autores extranjeros como Lord Byron, Pushkin o Molière también han puesto el foco en él y lo han convertido en protagonista de alguna de sus obras; incluso el personaje se ha paseado por otros géneros artísticos, como la ópera, de la mano de Mozart en su “Don Giovanni”. Si buscas en esa suerte de panacea light universal para el desconocimiento que es Wikipedia, encontrarás al personaje descrito como “ un seductor valiente y osado hasta la temeridad que no respeta ninguna ley divina o humana.” Dentro de la literatura española, ha protagonizado varias obras de teatro. Las dos más importantes son “El burlador de Sevilla”, atribuida a Tirso de Molina; y la que ahora nos ocupa y vamos a reseñar, el “Don Juan Tenorio” del dramaturgo y escritor vallisoletano José Zorrilla. Como curiosidad, ambas obras suelen ser representadas por los días de la festividad de Todos los Santos de la misma forma que ocurre con el “Macbeth” de Shakespeare en el mundo anglosajón. Y es por eso que tenía muy pendiente leer la obra de Zorrilla en estos días, por su relación con lo sobrenatural. Además, tenía curiosidad por leer uno de los máximos exponentes de la literatura romántica española. Y es que “Don Juan Tenorio” fue publicado y representado por primera vez delante del público en 1844, si bien está ambientada durante el reinado del emperador Carlos V. Circunstancias que para bien o para mal han repercutido bastante en mi lectura y en la percepción que he tenido de ella.
Sevilla. Reinado de Carlos V. Don Juan Tenorio vuelve a su ciudad natal para cumplir la apuesta que tenía con don Luis de Mejía. Consistía en que ambos hombres cometerían todo tipo de tropelías y conquistas, y pasado el plazo de un año ambos se reunirían para descubrir quien había sido el más pendenciero y vil. Sin embargo, el reencuentro solo consigue que la apuesta se vuelva más dura. Así que para hacerse con la victoria total, don Juan tendrá que conquistar a dos mujeres más, una de las cuales es la hija del comendador del Sevilla, doña Inés. Sin embargo, a lo largo de la noche, don Juan descubrirá el amor, y la tragedia se cebará sobre él y quienes tienen la desgracia de estar a su alrededor. Una tragedia que será cobrada cinco años más tarde en un escenario sobrenatural.
Como os he dicho antes, lo que más me interesaba de esta lectura era su relación con el romanticismo. Y me ha parecido un ejercicio muy interesante para echar un vistazo a la literatura y dramaturgia española del siglo XIX y la percepción que en esa época tenía el mito del don Juan. Zorrilla Compuso una obra en la que no falta ninguno de los elementos típicos del romanticismo: un héroe complejo y lleno de claros oscuros que se enfrenta al mundo en solitario;una historia de amor trágica e imposible; un destino cruel que se ceba, sin piedad con los personajes; venganzas y apariciones del ultratumba; diálogos trágicos y que desbordan pasión; un ambientación de raíces fuertemente históricas; predominio del sentimiento sobre el raciocinio, personajes calaveras y duelos con espadas a borbotones; una heroína modosita que representa todo lo bueno (según los estándares de la época, claro), escenarios y escenas tétricas y sobrenaturales, y una moraleja final que cuaja en un desenlace en el que triunfan el amor que todo lo puede y supera, el arrepentimiento y el perdón. Y Zorrilla usa todos estos elementos para componer una obra bastante dinámica, que prácticamente en ningún momento pierde el ritmo.
Ya la primera escena del Drama empieza pisando fuerte, y poco a poco el argumento va desarrollándose de una manera implacable, con un grupo de personajes que se mueve con soltura entre sus páginas. Puede parecer una obviedad si hablamos de una obra de teatro, en la que no hay espacio para momentos de recogimiento y tranquilidad, como si ocurre las novelas. Pero la verdad es que yo no las tenía todas conmigo con este “Don Juan Tenorio”. Y le reconozco a Zorrilla, que sabe meterle a la historia sus buenas dosis de misterio, salseo Y escenas con espadas que hacen que todo el conjunto sea muy interesante y te lo tragues bien. Y es que verdad que si bien en cuanto a fondo y argumento, la historia me ha parecido anticuada y rancia (pero ya iremos más adelante a eso. Y quizás en todo esto haya tenido que ver, que ya sabía, más o menos, de que iba todo el asunto). Pero en cuanto a forma y la manera en que se trabaja la composición y todo lo que contiene, no tengo ninguna queja. No he llegado a engancharme en ningún momento a la historia, pero tampoco se me ha hecho un suplicio cada vez que cogía el libro para leerlo. Los diálogos de Zorrilla son ágiles, elegantes y apasionados y llenos de florituras, con momentos realmente poderosos. Y sí, hay muchas cosas que pasan de una manera precipitada, no, precipitadisima, y basicamente se dan porque sí, (instalove lo llaman ahora). Pero hay que tener que en el mundo del teatro, eso es así, no hay tiempo para que las cosas se ven de una manera reposada, los hechos pasan en un corto espacio de tiempo y de una manera que resulta casi agresiva en otras circunstancias.
A lo largo de la lectura encontramos algunas de las citas y frases más emblemáticas de la literatura española (aún estoy en shock por haberme encontrado con que el "¿no es verdad ángel de amor...?" en realidad es "¿no es cierto, ángel de amor…?”) que te meten totalmente en la historia y en los personajes, en los estereotipos que representan y en su papel dentro de la obra. en ese sentido, también tengo que reconocer que me esperaba que la parte sobrenatural durase más, y eso es algo que me ha fallado en esta lectura, porque es justamente lo que buscaba cuando la inicié. Que toda esa parte del principio y el salseo romántico y varonil que monta Zorrilla en los primeros actos me han gustado, pero echo en falta más apariciones sobrenaturales y escenas de dantescas, la verdad.
Y por supuesto, inevitablemente el personaje mejor construido y caracterizado es el del protagonista, que para algo es quien pone nombre a la historia. Zorrilla nos muestra un don Juan arquetípico, pero no existente de matices y humanidad. Su personalidad, sus actuaciones y sus diálogos rellenan totalmente la historia y las páginas que la componen, y el dramaturgo, explora por medio de todas las facetas del mito. El Tenorio es un personaje sumamente complejo, que durante el 90 % de la lectura a mí me ha caído bastante mal, para que mentir. Pero también tiene algo magnético que creo que atrae a lectores de todas las generaciones y épocas, y eso hay que reconocérselo. Don Juan es pendenciero, vil, descarado, orgulloso y ambicioso en extremo. Siempre dispuesto a salirse con la suya y a conseguir lo que se proponga, pisando a quien tenga que pisar y sin sentir ni un ápice de compasión por sus víctimas, de hecho regódeanse en las desgracias que les infringe. Es el héroe que se enfrenta a todos y todos por conseguir su santa voluntad, y que, pese a su villanía, los autores se empeñan en ponerle una estela trágica que acaba haciéndole medianamente aceptable para el público. O por lo menos, bastante interesante. Y a la vez, a lo largo de la obra, descubre lo que es el amor, los remordimientos y, el perdón. Lo más interesante de la historia es como su persona se contrapone frente a la trágica figura de su amada, doña Inés; la joven, que se ha criado en un convento y no conoce nada del mundo exterior y quienes lo pueblan, bondadosa hasta la extenuación, tan crédula que es fácil llevarla por donde se quiera, tan buena que es anodina, y que en poco tiempo y con toda la pasión. Ya se sabe cómo eran las cosas en el siglo de oro español y en el siglo XIX, las mujeres solo podían ser dos arquetipos: la mujer tentadora o malvada o la joven espiritual por cuya bondad absoluta de corazón el héroe se redimía. Y doña ines está totalmente inscrita en este segundo arquetipo, su aportación a la obra es ser únicamente el objeto de los amores y sufrimientos de don Juan, más papel activo no tiene ni se le espera. Quizás para esta historia podríamos añadir un tercer rol, el de la mujer caída en desgracia por algo superior así misma. En ese sentido, tengo que decir que doña Ana de Pantoja me ha parecido el personaje más interesante y también más desaprovechado de todos, me quedo con ganas de saber más de ella, que queréis que os diga. Porque seamos sinceros. “Don Juan Tenorio” es una dramaturgia que muchos aspectos ha envejecido mal, muy mal. Es interesante por su relación con el Día de Difuntos y su importancia dentro del romanticismo español, y como ya os dije antes por eso me interesaba leerla, sobre todo en estas fechas. Pero siempre digo (y esto es una opinión personal) que las obras que se consideran “clásicos” lo son porque siguen siendo imperecederas, porque tratan temas y presentan personajes que tienen algo atemporal, manejan problemas y circunstancias que siguen resultando interesantes y válidos para el lector moderno, independientemente de las generaciones que hayan pasado desde su confección. Hay obras que quizás argumentalmente puedan parecer muy viejunas, pero que luego te encuentras con ideas, personajes y situaciones bastante actuales y potentes, y eso las hace imperecederas. Y sí, todas y todos tenemos alguna amiga o conocemos a alguna chica cuyo enamorado o novio se haya burlado de ella de una manera estrepitosa, hay ciertas cosas que por lo visto nunca cambian. Pero siento que muchos de los temas y conceptos que el “Don Juan Tenorio” de Zorrilla maneja se han quedado anticuados. La importancia que se le da a la honra y el honor puede manejarse ahora como el orgullo propio o el deseo de no ser insultado o burlados de cara a la galería, pero nunca ya de la manera en que es representada aquí. También resultaría impublicables la forma en que las mujeres son retratadas y los roles pasivos que adoptan en esta historia (con la excepción del aya de doña Inés, más relacionada con la figura de las alcahuetas o la celestinas que de las heroínas, y quizás por eso más interesante que su protegida y doña Ana) y como son vistas y tratadas (¿ cuando don Gonzalo se encuentra con don Juan después de que engañarse a Doñana y le suelta sobre la chica “imposible la has dejado para vos y para mí”? Que mal me sento) Y, aunque ya os he dicho antes que hombres malos sigue habiéndolos, la figura del don Juan ha quedado bastante anticuada y rancia, ahora genera más hastío y rechazo que respeto. soy totalmente consciente de que lo que voy a decir es absolutamente anacrónico e imposible, que las cosas no eran así para las mujeres ni en la época en que está ambientada la obra ni cuando fue escrita. Pero me quedo con muchas ganas de que doña Inés y doña Ana se hubieran juntado bien agarraditas del brazo y hubieran pasado de todos los varones que las rodeaban para i irse de pinos largos por la noche sevillana. La parte woke que hay en mí y que intenta que nunca se cierre a las circunstancias y el contexto histórico en que las obras fueron escritas, no puede evitarlo.
¡Vaya pieza es don Juan Tenorio! En más de un sesudo artículo es posible leer como "el amor redime a don Juan", pero no hay tal. Don Juan es simplemente una mala persona que ni se redime ni acepta responsabilidad por sus acciones, que apenas se conmueve al ver el daño que ha hecho, y solo se arrepiente in articulo mortis ante la amenaza sobrenatural de ir al infierno. Zorrilla es buen poeta, pero su pieza huele a moralizante; y aquí hablamos, por supuesto, de moral es el sentido religioso del término, el de temer castigos y esperar recompensas. Don Juan es pintado como una suerte de ateo y la segunda parte de la obra grita: "¡Esto es lo que pasa cuando alguien no cree!"
Resulta curioso advertir que el principal daño que don Juan hace al comendador Ulloa y a don Luis Mejía (aparte de asesinarlos para asegurar su propia impunidad, claro) es seducir, respectivamente, a su hija y su prometida. Imposible no recordar el concepto de "damaged goods". ("Don Juan, yo la amaba, sí; / mas con lo que habéis osado, / imposible la hais dejado / para vos y para mí", le reclama a don Juan don Luis, que no es mucho mejor persona, y se supone que esto es una afrenta hacia él.) El texto, tristemente, no se ocupa de doña Ana de Pantoja una vez que el hecho ha ocurrido; pero puede decirse que doña Ana es más víctima de un sistema sociocultural que del "burlador de Sevilla". Por lo tanto, la única "víctima canónica" de don Juan con la que una sensibilidad moderna puede empatizar es doña Inés, seducida para ser luego abandonada. Y, sin embargo, a ella se la hace instrumento de su salvación.
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He leído este libro porque quería conocer el origen del apodo Don Juan y me llevé una gran impresión de lo que significa realmente. El libro me gustó, al principio no entendía la forma en que se expresaban pero al final le seguí el ritmo. Otro problema que tuve al principio es identificar a los personajes. Su final me parece espectacular y me gustaría ver una adaptación cinematográfica solo por esta parte.
Don Juan Tenorio encarna a la leyenda capaz de conquistar a toda mujer y aniquilar a cualquier hombre. Tras una apuesta con el también aspirante a mito Don Luis Mejía, Don Juan se compromete a ganar para sí a Doña Inés y sacarla de su convento, con todo lo que está en su contra.
Entran en juego los personajes más esperables del reto: padres, amigos y los susodichos héroes, amén de otras figuras muy acertadas en algún acto- como la del escultor; y se mueven a través de varios escenarios muy diferentes y de dos partes que separan la obra en varios años. Toda la obra cuenta con una construcción lírica deliciosa, tanto en las conversaciones como en los extensos monólogos y se destilan sentimientos muy profundos y muy claramente expuestos.
Habiendo oído hablar varias veces del mito de Don Juan, estaba ya familiarizado con parte del planteamiento y con algunos versos. Si bien la parte artística me ha resultado conmovedora, no puedo decir lo mismo de la progresión del argumento, especialmente de los últimos actos que me han dejado un poco descolocado. A mi juicio también, la figura de Don Juan como protagonista que evoluciona no me parece del todo creíble. Son estas críticas totalmente subjetivas que me permito hacer a una obra universal.
2023: Vaya pasada de teatro he estado viciada!! Novea la labia del don Juan que me ha camelao hasta a mí y mira que me caía mal al principio... Me ha encantado, un aplauso pa nuestro queridísimo Zorrilla
2025: me apetecía leer teatro del bueno y he querido releer esta joya de nuestra literatura. Qué orgullo que nuestras letras contengan obras como esta. Esto es, sin exagerar, un tesoro de la poesía universal. Repetiré sin duda en el futuro. Leer el don Juan de Zorrilla es pasear ligeramente sobre un campo de delicada y celeste versificación. Bellos de punta de principio a fin.
Es poco lo que se puede decir de estos clásicos, la disfruté muchísimo y me resultó agradable de leer, es una obra que se lee muy fácil a pesar de que su naturaleza tiende a asustar un poco, los versos son cortos y sencillos y cargados de humor y son bastante ligeros. Se entiende perfectamente el argumento y es fácil seguir el ritmo. Debo reconocer que nunca me había llamado la atención y quedé gratamente sorprendida. Ahora tengo que ver una representación teatral para disfrutarla de nuevo.
ESPAÑOL: Esta es la sexta vez que he visto o leído esta obra clásica de Zorrilla, que en tiempos se representaba o se proyectaba siempre el día 1 de noviembre (fiesta de Todos los Santos). Esta vez la he visto en el archivo de Estudio-1. Es una obra clásica, la del desalmado mujeriego y asesino, que ha escapado de la literatura española hasta convertirse en un arquetipo universal. En España destacan dos versiones, la de Tirso de Molina ("El Burlador de Sevilla y Convidado de Piedra", primer tercio del siglo XVII) y esta de Zorrilla, cuyos finales son antitéticos, por influencia del Romanticismo en Zorrilla. "El Estudiante de Salamanca" de Espronceda puede considerarse también una versión del mito de don Juan. Fuera de España están las versiones de Don Juan por Molière (1665), Goldoni (1735), Lorenzo da Ponte (autor del libreto de la ópera "Don Giovanni" de Mozart, 1787), Lord Byron (el poema "Don Juan", 1824) y Pushkin ("El Convidado de Piedra", 1830).
ENGLISH: This is the sixth time I have watched or read this classic play by Zorrilla, which in my youth was always performed or screened on November 1st (All Saints' Day). This time I've watched it in the RTVE archive. It is a classic play, about the heartless womanizer and murderer, which has escaped Spanish literature to become a universal archetype. In Spain we have two versions, that of Tirso de Molina ("El Burlador de Sevilla y Convidado de Piedra," first quarter of the 17. century) and this one by Zorrilla, whose endings are antithetical, due to the influence of Romanticism on Zorrilla. "El Estudiante de Salamanca" by Espronceda can also be considered a version of the myth of Don Juan. Outside Spain there are versions of Don Juan by Molière (1665), Goldoni (1735), Lorenzo da Ponte (author of the libretto of Mozart's opera "Don Giovanni," 1787), Lord Byron (the poem "Don Juan," 1824) and Pushkin ("The Stone Guest," 1830).
Pese a que hace años participé en una versión cómica y metaficcional de esta obra en el grupo teatral del que formé parte, reconozco que hasta ahora no había leído la visión de Zorrilla del mito de don Juan. Y he de reconocer que ha sido un placer sumergirme en sus páginas.
Puede que comparada con otras versiones del personaje, la obra de Zorrilla transmita una moraleja más conservadora, más que el amor lo que redime a don Juan es su repentino arrepentimiento y aceptación de Dios en el último momento, pero pese a que todo parece suceder de golpe hay una evolución en el personaje.
Al principio don Juan es un vividor que no cree en nada más que en el goce de vivir, pero tras conocer, de palabra, el amor de dona Inés a través de Brígida, su nana, hay un conflicto entre su modo de ver la vida y una conciencia que empieza a nacer, aunque eso no evita que siga cometiendo errores dejando que su orgullo tome el control.
La imaginería desplegada en el último acto y un personaje más complejo de lo que parece ya hace que valga la pena disfrutar de esta visión de don Juan, personaje que en los colegios e institutos debería verse en lengua y literatura por estas fechas en paralelo a la celebración de halloween en las clases de inglés.
Pensé que iba a sufrir leyendo este libro, pero fue todo lo contrario. Me ha gustado un montón, me entretuve mucho con los diálogos. La lectura es muy dinámica, no te demoras nada en terminarlo. Lo recomiendo totalmente. Pd: Cuidado con cualquier persona que se llame Juan
Spanish literature is boring asf especially if is for school I'm giving it two stars bc he's a fckboy who falls for an innocent girl gives me after kinda vibes which is hilarious and it was way to easier to understand unlike every single work I read this year for that class
La gente que me sigue acá sabe que no soy muy fanático de los españoles, pero si hay algo que saben hacer muy bien es escribir una buena obra de teatro. Don Juan Tenorio si o si está en el top 5 de obras que leí en la carrera, compitiendo con La tragedia española, María Estuardo y La vida es sueño. Btw, para mostrar las asociaciones raras que hace mi mente, me imaginé todo el tiempo a Don Juan como un tincho bien de zona norte. La salvación eterna es posible hermanos 🙏🏻
Aunque había visto ya la obra en directo, también quería darle una oportunidad al texto original y desde luego no me ha defraudado. Un clásico divertido, pasional y emocionante.
3.5 La trama de esta historia era un poco (y un poco más) aburrida, pero su manera y estilo 😍 ¡maravilloso! Este texto era uno de los mejores textos que he leído en mi vida. Ojalá tuviera más tiempo para leerlo🤔🥰
I technically read this first online in the play form, and it blew me away. I had always heard about it, but never took the time to check it out. A friend of mine was working on a book report at the time, and needed me to help, but I had never read it before. She gave me a site to go to where I could read it in English and Spanish (good thing because I can't read Spanish very well haha). I skimmed over it, then found myself re-reading it a few times to get a better idea of it and because I adored it right off the bat. Now that I have found the book of it FINALLY, I'll defintely be reading it through and through a few times! This isn't the usual type of genre I go for, but I love it anyway. The charcters and settings, the personality of it all, just captures you, despite the drama going on around them. It's really a captivating story about a casanova who knows what he wants, and is willing to do what it takes to get it. I even found myself laughing a good amount of parts. A definite recommendtion for anyone looking for a good read...
Es la primera vez en mi historia con la literatura española que puedo decir genuinamente que un libro me gustó. Estoy igual de shockeados que ustedes. Tenía que aparecer el romanticismo para salvarme 💞 Chile... La verdad que me llevé una sorpresa muy agradable con esta versión del Don Juan, icónica figura literaria. Cuando la profesora nos advirtió que iba a ser una versión más "conservadora" del mito, no voy a negar que temí por mi vida. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos me encontré realmente entretenido por la trama y por descubrir el carácter conservador de esta versión, el cual es bastante claro, sea dicho de paso. Ese plot twist final que nos trae Zorrilla es verdaderamente increíble y bastante bold, si tenemos en cuenta lo que el romanticismo significaba en la época. Sin mucho más que decir... Puedo afirmar que este es unas de mis versiones favs sobre el mito donjuanesco.
Clásico de nuestra literatura romántica que releo cada año el día de Difuntos para perpetuar una tradición que se remonta al siglo XIX.
El don Juan de Zorrilla es amoral, bravucón y pendenciero pero, al final, se arrepiente y escapa del infierno gracias al amor de doña Inés.
El estilo es sencillo y los versos, de rima fácil y, aunque el autor renegó de muchos de ellos por malos, consiguió que estos perduraran en la memoria colectiva. Pregúntenle si no a Anita Ozores 😊.
"Yo a las cabañas bajé, yo a los palacios subí, yo a los claustros escalé, y en todas partes dejé memoria amarga de mí"
"Llamé al cielo y no me oyó, y pues sus puertas me cierra, de mis pasos en la tierra responda el cielo y no yo"
“Don Juan Tenorio” es una obra de teatro romántica, publicada en 1844, de carácter religioso-fantástico y escrita en dos partes. Leí esta obra de joven y aún guardaba en mi memoria sus inolvidables versos que le dirige a Dña. Inés. A parte de esto no recordaba mucho más y esta nueva lectura me ha sorprendido muy gratamente. Para mí “Don Juan Tenorio" es el drama romántico por excelencia de nuestra literatura.
Leí este libro en segundo medio y quedé con tantas ganas de conocer Sevilla. Cuando por fin fui a España y viví un tiempito en la hermosa Sevilla, lo primero que recordé al ver el Guadalquivir con mis lindos ojitos fue a don Juanito Tenorio. Qué recuerdos...