Cuando Eufrasia Vela empieza a trabajar como cuidadora de ancianos, no sospecha que su oficio la llevará a una encrucijada existencial. La íntima relación que mantiene con doña Carmen, el doctor Harrison y Los Siete Magníficos —entrañables personajes que se apoderan de su pensamiento y su cariño— la obliga a replantearse su papel de madre y hermana, las vicisitudes de la longevidad, las formas de la compasión y el sorpresivo valor que los cuyes, esos conejillos de Indias tan peculiares, adquieren en su presupuesto moral. Acompañada de una banda sonora donde resuenan el huayno, el jazz, la balada y el pop, la historia de Cien cuyes rescata a la vez la impronta del cine como un contrapunto de la existencia de sus personajes y una fuente de revelaciones sobre el sentido de la vida y de la muerte cuando esta se aproxima.
«Cien cuyes es una novela tragicómica, situada en la Lima de hoy, que refleja uno de los grandes conflictos de nuestro tiempo: somos sociedades cada vez más longevas y cada vez más hostiles con la gente mayor. Paradoja que Gustavo Rodríguez aborda con destreza y humor. Un libro conmovedor cuyos protagonistas cuidan, son cuidados y defienden la dignidad hasta sus últimas consecuencias».
Del acta del jurado del XXVI Premio Alfaguara de novela, presidido por Claudia Piñeiro e integrado por Javier Rodríguez Marcos, Carolina Orloff, Rafael Arias García, Juan Tallón y Pilar Reyes.
Gustavo Rodríguez (Lima, 1968) es escritor y comunicador. Ha publicado las novelas "La furia de Aquiles" y "La risa de tu madre", esta última, finalista del Premio Herralde. Su novela "La semana tiene siete mujeres" fue finalista del premio Planeta-Casamérica. "Cocinero en su tinta" es su novela más reciente.
Las distinciones a la creatividad que ha obtenido en su faceta como comunicador son numerosas. Campañas suyas han movilizado a su país en varias oportunidades: basta recordar la que originó el “Día del Pisco” en 2003 luego de iniciar una guerra comercial con Chile. En el año 2006 el Consejo Nacional de Educación le confirió el Premio al Periodismo en la categoría Internet. Ha sido condecorado por su aporte creativo al país por el Indecopi y varias campañas suyas han sido emitidas en TV europea y estadounidense en especiales sobre la mejor publicidad del mundo.
Es columnista del diario El Comercio de Lima y colaborador habitual de la revista Etiqueta Negra. También es cofundador del Proyecto Recreo, una iniciativa para llevar la lectura a las escuelas del Perú.
Últimamente, pocos libros me conmueven tanto como este. La vejez y el deseo de una muerte diga como tema central de esta historia. Cada personaje resulta maravilloso y una de las cosas que más destaco, es el humor impecable, agridulce que provocan más de una carcajada y al mismo tiempo nos lleva a reflexionar sobre cómo afrontamos la vida. Un tema para hacer conciencia de las dificultades que enfrentan los adultos mayores, del trato que se les otorga, de la importancia del acompañamiento y el poder decidir.
increíble es pasártela muy bien con un libro y eso fue lo que me pasó cuando leí 100 Cuyes. Una novela divertida, pero reflexiva, que toca el tema de los adultos mayores y sus cuidados, y su soledad, y el abandono, y de esos pensamientos cuando tu velita de la vida está por terminarse. Tenemos a una protagonista que se dedica a cuidarlos, apapacharlos, hacerles sobretodo compañía, y sobretodo a escucharlos, porque a veces sólo necesitamos eso. Y cuando crees que las cosas se van a poner muy tristes, siempre está la pluma de Gustavo para sacarte de ese lugar y ponerte en el lado más brillante y bonito de la vida. . . Léanla y disfruten tanto como yo que salí revitalizada y a días de haberla terminado, sigo pensando en eso qué sucede en la historia de 10 adultos mayores que se quieren ir con la mayor dignidad posible, siendo conscientes de que se van
Si este libro recibe el premio Alfaguara 2023 es por la temática que aborda. Eso me queda claro. Lo que no tengo tan clara es su calidad narrativa. No es que esté mal escrito, sino que su estilo por momentos cae en la trampa de pretexto de la trama. Me explico: noto cierta duda y divagar estilístico en una historia que narrativamente es poca y simple, entrañable y dura a la vez, pero a la que quizás, por ese motivo, el autor le quiso dar más relevancia literaria. Y es entonces cuando ese intento de relevancia se convierte en recursos que por repetitivos se convierten en pretextos para desarrollar la trama. Por ejemplo, las constantes referencias musicales y cinematográficas, que pese a ser agradables independientemente de la historia, llegan a mostrar ciertas fisuras entre argumento y recurso narrativo.
Se trata de una historia emplazada en Lima-Perú, aunque luego se convierta en un pequeño libro-roadmovie que atraviesa varios poblados. La parte descriptiva paisajística, tanto de lo urbano como lo rural, convirtiéndola por momentos en una novela sobre los espacios que se habitan, creo que es de los mayores aciertos. Luego, la contraposición de las clases sociales y sus roles: Eufrasia, la protagonista, es la asistenta doméstica y cuidadora de Doña Pollo, luego de Doña Carmen, después del Dr. Harrison y finalmente, llega a trabajar en un centro de reposo donde conocerá a un grupo de ancianos autodenominados como "los siete magníficos". Lo que se teje entre ellos es básicamente una relación de amistad marcada por una cinefilia un poco descuadrada (muchos de los referentes cinematográficos de Eufrasia no pertenecen precisamente a una mujer de su esfera social ni a la de adultos mayores, sino más bien a una persona en sus cincuentas, de una clase media para arriba, es decir, son los referentes del propio autor y es por ello que este pretexto se nota demasiado).
El desarrollo argumental también termina siendo poco verosímil dentro de esta pretensión de realismo, aunque el estilo descriptivo y hasta a veces poético eleven a otro nivel la narración, no obstante, es una novela que persigue justamente ser una especie de crítica social (a la vez de retrato) a una sociedad en la que no se habla de la vejez, de la muerte y, sobre todo, de un tema tan controversial como es el de la decisión de morir (eutanasia) sea por senectud o por enfermedad. Y este es el tema por el cual recibe el premio, lo cual considero que como discusión colectiva es muy válido y necesario pero, a mi criterio, esta novela no está bien lograda del todo por lo nombrado anteriormente, pero sobre todo por el giro argumental final que resulta más antojadizo que dramático.
Es una novela maravillosa en todos los sentidos: en el fondo y en la forma. Una de las pocas ocasiones en que los premios corresponden a una novela no solo de alta calidad humana, sino de importancia literaria.
"Cuando una mente muere, también muere un mundo en el universo."
Qué grata sorpresa encontrarme con una novela llena de ternura, humor y decenas de detalles de mi Perú tan extrañado y amado. Gustavo Rodríguez presenta el tema de la vejez y la muerte de una manera casi casual y anecdótica, pero con un trasfondo muy serio y profundo del que poco se habla.
Culturalmente, en Latinoamérica la muerte es un tema tabú y este libro se prestó a discutir ampliamente sobre el tema en el club de lectura de mi querida amiga Ana (Bookfanmx). Está escrito de una manera "sencilla" aparentemente, pero hay mucha sabiduría y los personajes son realmente entrañables.
Más citas que me encantaron:
"Llega una edad en que la felicidad consiste en que nada te duela demasiado."
"Ver esas películas maravillosas nos hizo recordar qué cosas valen realmente la pena, para qué vino el ser humano al mundo. Vinimos a descubrir horizontes, a surcar mares, a inspirar al prójimo, a deslumbrarnos con lo nuevo, a amar con locura, a bailar con todo el cuerpo, a tener sexo, a reproducirnos, a criar cachorros humanos...."
"Al contrario de aquellos años (...) los objetos ya no lo emocionaban particularmente. En el largo proceso de hacerse a la idea de su propia partida sentía que se había vuelto algo budista, que el significado único y personalísimo que cada quien les otorga a sus objetos no es más que un ancla que entorpece un objetivo mayor."
Lo disfruté enormemente y lo recomiendo. Excelente para compartirlo con seres queridos y círculos cercanos y hablar del tema.
Llena de amor, empatía y solidaridad. Esta es una novela que debes de leer pues nos conecta con una de las etapas más difíciles de la vida: la vejez. Este libro en verdad es bellísimo.
Hay muchísimos mensajes que no hay forma que los absorbas y reflexiones con ellos.
A lo largo del 80% del libro estaba seguro que sería una novela de 5⭐️ pero el final fue algo que a mi no me encantó (pero que no es malo).
En conclusión: este libro te lo súper recomiendo pues es bellísimo, con hermosos mensajes y duros temas a tratar.
Debo admitir que este libro casi me hizo llorar...
...de lo malo que es.
"Cuando el aluvión de noticias hubo por fin amainado y los protagonistas de esta historia encontraron cierto remanso, Merta tuvo tiempo para reflexionar..." (p. 137) No, no es el inicio de una novela francesa del siglo XIX, sino de una que trata de reflejar el Perú del siglo XXI.
Paternalista hasta el cansancio la relación entre Eufrasia y los viejos pitucos, a mi que no me cansa tanto eso, me hastió. Chistes malos, cursilería al mango, cosas que se podrían escuchar en cualquier conversación de tías, para eso no leo un libro de doscientas y pico páginas. Si quisiera críticas sociales y referencias miraflorinas sesenteras (el Cream Rica o el Waikiki) mejor releo a Vargas Llosa. Ni las referencias a películas y música, ni todo el feeling de la situación, que por momentos se siente, logran levantar el libro.
Porque ir a un asilo de ancianos es bien depre, lo sé porque lo hago todas las semanas hace varios años (también me bajo/subo cada semana en la estación Cabitos). Si el objetivo era transmitir ese aburrimiento con un lenguaje similar, supongo que se cumplió.
Sin duda este libro estará en el top 10 de mis lecturas favoritas del 2023 por varias razones: 1. Porque aborda un tema que me asusta tanto como me apasiona: la vejez y las maneras en que los humanos tendremos que afrontar esa época de dependencia de otros pero de gran soledad. 2. Porque no hay una tusa más deliciosa que extrañar, al terminar un libro, los personajes de los que nos enamoramos: Yo los amé a todos y Eufrasia se me antojó casi como una heroína. 3. Porque uno encuentra una novela con cientos de reflexiones pero dentro de una estructura tradicional de inicio, nudo y desenlace que no puedes parar de leer. 4. Porque te confronta, te hace mirar a tu familia y hacerte preguntas pertinentes que en el afán de vivir no hacemos frente a la muerte. 5. Porque me conmovió hasta el tuétano pero así como me hizo llorar me hizo sonreír. 6. Por los cien cuyes, que vas sumando mientras lees, hasta descubrir de dónde van a salir los últimos diez...
Frases que amé:
- "Valerse por sí mismo es el hito final que separa a los ancianos de los infantes, con la brutal diferencia de la tersura y los olores".
- "... esa era una de las características de envejecer: no saber nunca si se acaba de hacer algo por última vez".
- "Llega una edad en que la felicidad consiste en que nada te duela demasiado".
- "Envejecer es tener cada vez menos conversaciones."
- "La elegancia es como el poder: quien se esfuerza en decir que la tiene, es porque no la tiene."
- "La confidencia une a las amistades más que los gustos compartidos."
- " ... cuando una mente muere, también muere un mundo en el universo."
- " ... las carambolas que trama el universo con los mortales son inescrutables al inicio de la jugada, pero siempre evidentes en retrospectiva."
- " A las personas, incluso a las más queridas, se les va olvidando en la medida que nos son menos útiles."
Eufrasia (Frasia) Vela trabaja cuidando ancianos, tarea en la cual parece ser muy buena, generando fuertes vínculos de afecto y confianza de sus cuidados. Los años pasaron, y su peso excedido la decidió a dejar su puesto de verduras en la feria.
Vive con su hermana Merta (Mamerta), titulada como enfermera, y el hijo escolar de Frasia. Ambas hermanas llegaron a Lima, capital de Perú, procedentes de un pueblo serrano, como parte del proceso migratorio que el narrador describe, burlonamente, como "el fin de la Lima blanca" (en mi país un proceso similar llegó a denominarse el "aluvión zoológico").
A medida que avanza la historia y sus vínculos, Frasia se ve envuelta en una serie de hechos inesperados que exceden su capacidad de comprensión, y que giran en torno a los problemas del envejecimiento, sin esquivar el tema de la eutanasia voluntaria y/o humanitaria.
Los personajes son bastante estereotipados y pese a sus supuestas desdichas, bastante joviales; y me pareció que los temas de las limitaciones de la vejez, así como el de la eutanasia, eran tratados en forma bastante genérica y superficial. Y así como el autor parece estar muy bien informado sobre la historia, la geografía y la cultura del país, su desconocimiento se torna imprudente en otros temas (entre otros, el color de un muerto por monóxido de carbono es definido como azul -un pitufo-, cuando suelen caracterizarse toman un tono rosado intenso).
Una obra menor, que recibe un tres (3) un poco generoso, creo que como reconocimiento al infatigable entusiasmo del autor, el tono liviano, ajeno a la pretenciosidad, que le dio a la obra; y alguna que otra observación sorprendente e interesante.
El término cuyes, literalmente, es el plural de cuy, conejillo de indias (¿Cómo el cuis en mi país?); aunque en la novela, más allá de cualquier posible metáfora, parece referirse a una determinada cantidad de dinero, como una "luca" (mil) en Argentina; o, hasta algunas décadas un "duro" en España.
El relato emociona y conmueve. Los personajes están muy bien construidos y el talento y oficio del autor permiten que las páginas fluyan con amabilidad. Imperdible.
Un libro sobre la ancianidad, sobre personas que pronto morirán. Eufrasia se encarga de cuidar amorosamente a Carmen y a un Dr. Esta primera parte me pareció buena, con reflexiones interesantes que nos induce a pensar y a conocer un poco sobre lo que pasa por la mente de estas personas. En la segunda parte, Eufrasia cuida a 7 viejitos en una residencia y aquí es donde se cayó la novela. El tono es totalmente diferente; el autor le quiso dar un toque cómico, positivo, fiestero, que me pareció realmente ridículo, innecesario y molesto. Además, creo que dedicó mucho papel para describir el Perú, haciéndolo aburrido. No entiendo cómo ganó el premio. El libro me molestó por su inconsistencia, por su incapacidad de ir a fondo en temas vitales. Podría haber logrado muchísimo de haber seguido tal como empezó.
Es una historia conmovedora sobre lo que implica alcanzar la vejez y darse cuenta de que es una meta llena de soledad, de pérdida o deterioro de funciones que dimos por sentadas a lo largo de nuestra vida. Normalmente pensamos que llegar a la vejez es un privilegio para los afortunados que lo logran, tal vez casi no reflexionamos acerca de todo lo que implica vivir dependiendo del cuidado de otros para nuestras funciones básicas, sobre todo cuando nuestra mente se mantiene lúcida pero el cuerpo ya no logra responder como solía hacerlo.
El autor logra narrar de manera bella esta historia, que nos va a provocar reflexionar mucho acerca de la muerte y la vejez. En la obra conoceremos a Eufrasia Vela, que se dedica a cuidar ancianos que se encuentran solos. Bajo los cuidados de Frasia iremos adentrándonos en las vidas de doña Carmen, Jack Harrison y el grupo de los Siete Magníficos, que son unos amigos que viven en una residencia para personas de la tercera edad, en la que más adelante trabajará la protagonista.
La historia es emotiva, tiene sentido del humor, bellas metáforas, así como varias menciones cinematográficas, literarias y de cultura general. También encontraremos una dosis de crítica social muy actual, que nos hará reflexionar sobre el comportamiento que tenemos con nuestros adultos mayores.
A su vez, Rodríguez nos invita a conocer un poco más sobre la cultura de su país, con descripciones de paisajes, de sus costas, de los pueblos en las sierras, su riqueza gastronómica, etc.
“ …a las personas, incluso a las más queridas, se las va olvidando en la medida que nos son menos útiles”.
“Todos sabemos que hay estrellas más grandes que el sol y que eso es irrefutable, pero saberlo no nos afecta. Porque no las vemos. Porque no nos absorben con su masa. Porque no nos queman de cerca… a nuestra edad, la muerte es una estrella que ya quema”.
De esas verdades que exiten y solemos evadir...la vejez, muerte, amor, dignidad, amor, cariño.
Es una novela realista con un toque de humor y sarcasmo que hace que te tomes un poco a la ligera la enorme responsabilidad de las acciones aquí planteadas.
Te hace pensar en los deseos de nuestros 👵🏼🧓🏼, del amor, la atención, el cariño con el que los tratamos.
Muchas veces se nos olvida lo importantes que son en nuestra existencia y suelen quedar rezagados. Sin embargo ellos tienen voz, voto, deseo, emociones, pero sobre todo DECISIÓN Y LIBRE ALBEDRÍO sobre lo que hacer con su vida.
Que bonito libro. Que bonita es la muerte. Cuanta dignidad tras de cada cuy que se va sumando. Y lo que más se siente es el amor en sus distintas formas, el respeto, la libertad. Un autor para seguir.
Muy interesante pero suave como buena opción para tocar el tema de la eutanasia, debo decir que casi suelto una lagrimita pero se me fue muy rápido, esta ágil de leer
“Deberíamos hablar de la muerte con la misma naturalidad con que hablamos del nacimiento. ¿Te has dado cuenta de cómo nos inventamos maneras de no nombrarla?”
Lo único que tenemos seguro al momento de nacer, es que un día vamos a morir... La vida es como la gráfica de una parábola, inicia abajo, sube hasta un punto clímax y luego vuelve a descender. Pero, en ese momento en que desciendes, te vas dando cuenta que poco a poco vas perdiendo capacidades que antes dabas por hecho y es entonces, cuando empieza el sentimiento de tristeza o de considerar que ya no eres útil a los demás.
Claro que, en base a mi fe, sé que Dios es el único que nos puede quitar la vida, pero, también pienso… Qué difícil debe ser depender de otra persona para inclusive hacer tus necesidades básicas, sobre todo cuando fueron personas tan activas e independientes; ¿qué sentimientos puede tener un ser humano en ese momento? ¿Impotencia, tristeza, miedo, desesperación, denigración, vergüenza?
Más aún, cuando estamos imposibilitados para cuidar a nuestros seres queridos y nos vemos en la necesidad de llevarlos a una casa de reposo; es doblemente triste para ellos, pues están en un lugar ajeno a su rutina y a su vida. De ahí la importancia de buscar un lugar que les ofrezca un trato adecuado y una vida de calidad.
Ojalá que las personas que trabajan en esos lugares supieran lo que impacta una palabra, una actitud o una expresión de cariño (o de desprecio) en esas personas que lo único que quieren es pasar sus últimos días viviendo con dignidad.
En esta novela, Gustavo nos muestra la vida cotidiana, así como los temores y sentimientos de 9 personas de edad avanzada que tienen miedo de llegar al ocaso de sus vidas de una forma que no consideren digna.
Un libro que leí a solo unos días de la muerte de mi padre y que, aunque duele mucho su ausencia y lo extrañamos, sabemos que dolería más ver su sufrimiento. Como siempre dije… “Claro que lo quiero a mi lado, pero no a costa de su calidad de vida”.
Y como he sabido siempre y lo reitero con esta lectura… “Mientras haya alguien que mencione su nombre con cariño, mi padre seguirá vivo”.
Creo que al libro le faltan unas cuantas vueltas. Tengo la sensación de haber leído una versión preliminar de la novela. Hay una buena historia, hay buenos capítulos, pero, para mi gusto, faltan conexiones y bisagras. Aun así, el premio Alfaguara siempre da una buena novela que leer.
Una historia preciosa y honesta. Uno logra empatizar con todos los personajes, entenderlos y quererlos. Da mucho para la reflexión sobre la vida y las creencias en algunas de sus facetas.
Es la primera obra que leo de este autor y, me ha dejado un sabor agridulce, dulce por la forma como escribe, con mucha delicadeza, y agria por el tema que trata, la muerte cuando hay una enfermedad o cuando estás cansado de tu vejez. Nuestra protagonista, Eufrasia, es un personaje al que se le coge cariño enseguida, es una mujer agradable, servicial y de las que intentan pasar por la vida de puntillas. El resto de personajes, muy mayores casi todos, están bien trazados y hacen que la historia fluya de una forma suave pero sin ser pesada o soporífera. Me ha parecido una forma muy bonita de reivindicar la dignidad que los mayores tienen, ya sea en residencias o cuidados en sus domicilios. Muy muy bonito.
Cien cuyes tiene bien ganado el premio alfaguara 2023
Toca de una forma muy sencilla un tema muy complejo, la vejez y la soledad de estas personas ya vivieron mucho y que de alguna u otra forma se encuentran al final de la vida solos, recordando lo que fueron y con enfermedades y dolores.
Creo que es una epoca ideal para este libro, porque con la cultura actual que quiere mantenernos siempre jóvenes , hemos perdido el contacto y visión de lo que significa llegar a esta vejez y sobre todo que tan buena o mala es la vida .
El premio Alfaguara siempre ha sido una linda tradición para mí ❤️ Esta vez no me decepcionó, es una linda historia de un tema difícil, la vejez y la muerte en la que Eufrasia se convierte en una especie de angel.
“—Deberíamos hablar de la muerte con la misma naturalidad con que hablamos del nacimiento. ¿Te has dado cuenta de cómo nos inventamos maneras de no nombrarla? «Fulano ya no está con nosotros». «Pasó a otro plano». «Trascendió». «Ahora duerme el sueño de los justos». ¡Murió, carajo! Así como dijimos que Fulano se orinó, que se cagó, que vomitó, que transpiró.”
“Llega una edad en que la felicidad consiste en que nada te duela demasiado.”
“—¿Qué alemán y qué itaa... liano? —pestañeó Ubaldo profundamente.
Un libro en el que iba sin ninguna expectativa y con el que me llevo grandes reflexiones. El mayor acierto de este libro son los temas que va desglosando a lo largo de la historia de manera divertida; pero sumamente contundente que realmente te pone a reflexionar.
El tema de la muerte digna y el abandono de la vejez, son temas que curiosamente son muy polémicos y tabú, en una sociedad que tiene más ancianos que jóvenes. Nunca entenderemos lo difícil que debe ser envejecer hasta que nos toqué vivirlo. Hay unas frases tan bellas que sí o sí debes de subrayar.
No les mentiré al tener palabra y expresiones de otro país me costó mucho trabajo agarrar del ritmo de la lectura y tenia que detenerme para investigar ciertas palabras. Está bien leer el libro para una lectura sencilla y con buenos personajes. Es mi primer Premio Alfaguara y me llevo un buen primer acercamiento.
⭐️ Mi puntaje en @goodreads • 4/5 ✏️ Narraciones • 5/5 🪐 Creaciones de Historia o Mundo • 5/5 🧞♀️ Arcos evolutivos de los Personajes • 5/5 💦 Climax o Plot-twists • 2/3 🧠 Estimulaciones a mi lectura• 3/3 👅 Palabritas Cósmicas • 3/3 🛸 Ganas de terminarlo • 3/3 🥇 Vibes de los Primeros Capítulos • 3/3 ⚖️ Equilibrio entre Extensión y Percepción de la percepción • 3/3 🎭 ¿Me Entretuvo? • 2/2 👼🏻 ¿Recomendado para new Lectoriwis ? • 2/2 💰 Hype o Fama del libro • 2/2 🎁 Contenido de Biblioterapia • 2/2 🎨 ¿Portada Aesthetic? • 1/1 🎧 ¿Tiene Audiolibro? • 1/1 🏳️🌈 Representación 2SLGBTQIA+ 🏳️⚧️ • 1/1 ♾️ Representación INTERCULTURAL o de otros PAÍSES • 1/1
Releído 01.07.25 También me doy cuenta de que nunca subí la reseña/guion de mi vid. Tengo más cosas para decir, pero hoy me da cule paja.
Premio Alfaguara. Prestigioso premio que siempre causa polémica. Siendo completamente sincero, después de leer tan solo dos libros —El ruido de las cosas al caer y Los abismos—, la crítica, aunque cule exagerada, es algo justificada. En mi experiencia, los libros ganadores siempre abordan algún tema muy importante, tienen ese estilo de escritura muy bello, contraportadas que no te explican ni mierda, pero… el resultado suele ser ofensivamente soso. Sin embargo, algo en mi corazoncito de pollito desde lejos ya sabía que este libro dejaría su huella en mi vida.
Eufrasia Vela, nuestra protagonista de raíces humildes, para mantener a su familia chambea como cuidadora de ancianos pitucos (“pituco” es una jerga para la gente adinerada en Perú). Resulta que una de las ancianas, amarguita doña Carmen, cada día se pone más depre, ya que prácticamente no tiene familiares, su cuerpo se está deteriorando, su mente revive los mejores días de su vida, siendo otro recordatorio de la vejez y la soledad triplehijuputas. Como si eso no fuera suficiente, su mejor amiga (que también es cliente de Eufrasia) se muda a un geriátrico.
Sabiendo que Eufrasia perdió otra fuente de ingresos, doña Carmen le sugiere conocer a su vecino, otro viejito, el doctor Jack Harrison. MK, ese cuchito es re agradable, creo que es uno de mis personajes favoritos de toda la novela. Como doña Carmen, él, aunque tiene una hija y un nieto, también vive solo, es viudo y sufre de parálisis facial. Un ratico después, Eufrasia se vuelve su cuidadora, aunque solo en ciertos días.
Mientras tanto, doña Carmen anda más bajoneada que nunca, ya ni quiere comer ni levantarse de su cama. Preocupada, Eufrasia decide animarla y, en el proceso, la viejita, de la nada, le pide ayuda con la desvivición asistida.
Lo sé, mor, es el segundo libro sobre eutanasia que leo este mes. ¡No era mi intención, te lo juro! Es que la contraportada tampoco te avisa de qué trata el libro.
Al principio, Eufrasia rechaza el ofertón, pero después de escuchar el razonamiento de la vieja, decide ayudarla. La cuchita, pues, exige que Eufrasia le cobre algo por esa jale tan lúgubre. Recordando el dicho “bastan diez cuyes para empezar el negocio”, Eufrasia le explica que con el precio de esos diez cuyes le bastará.
Pues, el libro se llama Cien cuyes. No te quiero spoilear nada, mor, pero supongo que ya puedes adivinar cómo la prota conseguirá otros 90.
Ahora sí, mi opinión: es uno de esos libros concisos y precisos, con los personajes muy explorados y desarrollados. Te encariñas con todos los viejitos. Es una tragicomedia de verdad, ya que en unos capítulos te partes el jopo riéndote y en otros te machacan el corazón a puñaladas, haciéndote llorar. Está llena de referencias, colores, sabores, y es perfecta para la gente que quiere conocer más cosas de Perú y la sociedad peruana.
No lo recomiendo leer si sumercé anda muy deprimido: es un libro muy pero muy depresivo. Personalmente, ese libro me ayudó un montón con mi percepción de la vida y la muerte, ya que me sentí identificado con casi cada viejito. Soy re deprimido, mk, y siento que muchas veces me siento muy rendido con mi vida, aunque no lo muestro.
La novela aborda un tema relevante en estos días: la soledad y el abandono de los adultos mayores. Sin embargo, a pesar de tener un tema potencialmente profundo, la ejecución de la historia no abarca un amplio espectro. Todos los ancianos no han perdido tantos recuerdos y tienen comodidades materiales cubiertas. Eso sí, quieren a alguien que los auxilie para tener una muerte digna.
Uno de los aspectos destacados de la novela es su enfoque en la controvertida decisión de morir. Estos son temas que merecen ser discutidos y reflexionados, especialmente en un mundo donde la longevidad se ha convertido en una característica común. Según el Banco Mundial, actualmente, más del 10 por ciento de la población mundial (aproximadamente 747 millones de personas) tienen más de 65 años.
La forma en que estos temas se presentan en la novela con una prosa elaborada, por momentos poética. Por ello, a veces se pierde en descripciones excesivas de los paisajes urbanos y rurales, lo cual desequilibra el enfoque y la coherencia de la historia. El largo viaje en carretera de retorno al pueblo, por ejemplo, se vuelve tedioso y antojadizo, sin aportar realmente nada relevante a la trama principal.
Además, existe una falta de equilibrio en la manera en que se aborda la enfermedad en la novela. Mientras que se dedican numerosas páginas a describir minuciosamente los lugares, no se le da la misma importancia y énfasis a los hospitales que visita la protagonista ni al sistema de salud en general. Se hubiera solucionado con más desarrollo en el personaje del doctor Harrison.
En cuanto a la estructura de la novela, considero que hubiera sido más efectivo comenzar con el accidente de los "Siete Magníficos", un grupo de amigos que viven en la residencia para personas de la tercera edad. Si se hubiera enmarcado la historia como una novela policial desde el principio, el giro argumental final habría tenido más sentido dramático y habría mantenido al lector más intrigado y comprometido con la trama.
La frese: "Bastan 100 cuyes para montar un negocio".
"Cien cuyes" es una novela galardonada del autor peruano Gustavo Rodríguez, ganadora del premio Alfaguara de novela 2023. En esta cautivadora historia, se entrelazan lo trágico y lo cómico mientras se examinan temas como el paso del tiempo, la vejez y sus contradicciones.
La trama se desarrolla alrededor de Eufrasia Vela, una cuidadora de ancianos cuyo trabajo la lleva a una encrucijada existencial. A través de su relación con doña Carmen, el doctor Harrison y Los Siete Magníficos, un grupo de ancianos del asilo, Eufrasia se replantea su papel como madre y hermana, enfrentando las vicisitudes de la longevidad y las formas de compasión.
Con una prosa afinada y emotiva, Gustavo Rodríguez nos presenta personajes entrañables que despiertan una profunda empatía en el lector. A medida que la historia se desenvuelve, se explora la relación entre la música, el cine y la existencia de los protagonistas, revelando las contradicciones de la vida y la muerte.
"Cien cuyes" es una novela que aborda de manera conmovedora el proceso de envejecimiento, la soledad de los ancianos y el derecho a una muerte digna. A través de una mezcla hábil de humor y ternura, Rodríguez nos invita a reflexionar sobre la importancia de la dignidad en todas las etapas de la vida.
Con un estilo cautivador y una historia llena de matices, "Cien cuyes" se destaca como una obra literaria que aborda de manera valiente y conmovedora los desafíos y las alegrías de la vejez, dejando una profunda impresión en aquellos que se adentran en sus páginas.
Probablemente entre en mi top de favoritos de este año, no esperaba encontrarme con una historia tan humana y tan real en este libro.
Te invita a la reflexión, a valorar la juventud, el presente, la salud y todo lo que tenemos y que a veces ignoramos. Todos los temas aunque fuertes, son tratados de una forma delicada, con perspectiva y sobre todo respeto ante las decisiones y sentimientos de las personas.
Me encantó el humor de los personajes y los guiños de humor que nos regala el autor para que la historia no sea solo tragedia y tristeza ante la muerte que sin duda esta presente en este libro.