La phrase a vu le jour en Bolivie et s'est propagée en Argentine. « Aucune femme ne naît pour être pute », c'est le slogan de la banderole brandie par María Galindo et Sonia Sánchez, lors de manifestations et de débats. C'est aussi le titre du présent ouvrage, dans lequel ces deux figures du féminisme latino-américain contemporain analysent, du point de vue de la pute, l'ensemble des processus politiques, idéologiques et philosophiques qui chassent les prostituées de la vie publique. La perspective développée par María et Sonia, véritable immersion dans l'univers prostitutionnel, offre au lecteur des concepts analytiques nouveaux.Les autrices dénoncent sans ambages tous les profiteurs de ce système : les prostitueurs (l'État, le patriarcat) et les parasites (syndicats, églises et ONG). En définissant la rue comme un territoire politique, elles proposent de nouvelles manières de tisser des liens, afin que les femmes s'organisent et se rebellent.
Este libro no es una biblia enciclopédica del feminismo ni un estudio riguroso desde la sociología sobre la prostitución. Son experiencias contadas en primera persona por dos mujeres latinas que fueron víctimas, que fueron putas de la esquina. Putas pobres y sin salida. Se lee fácil y hay que hacerlo. La narración anecdótica y perenne que se puede echar en falta en este volumen la encontramos en otros mil, en foros, en la misma calle, en nuestras madres y hermanas más desafortunadas, incluso. Aquí reina la afirmación categórica de la angustia con motivos sobrados. Al final he visto lo que ya sabía: que la prostitución no hay por dónde cogerla. Cito a Sonia Sánchez ya en la segunda mitad del libro: "¿Por qué nosotras estamos obligadas a exponernos y vos no? ¿Me veías a mí cuando estaba parada en la esquina? ¿Qué otra cosa pensas que sabe hacer una puta? ¿Cuántos hombres crees que me penetran? Dame un número. ¿Llevarías a tu hijo a debutar con una puta? ¿Te sería fácil a vos pararte en una esquina?"
Lo que más me ha gustado de este libro es la furibunda crítica a ciertos colectivos, tales como las organizaciones de Derechos Humanos, las oenegés, el personal de Trabajo Social, las instituciones del gobierno, la Iglesia o las académicas feministas, de entre las que se me ocurren unos cuantos nombres que viven de hablar de la prostitución sin contar con la palabra de las putas, o usando su palabra para enriquecerse y aumentar su CV y su prestigio social a través de la puta sin ofrecerle ayuda alguna. Todos ellos forman un entramado que mantiene a la puta que quiere dejar de serlo en situación de prostitución. Sonia Sánchez los llama los "parásitos de la prostitución", y yo estoy completamente de acuerdo con ella. Asimismo, ninguno de estos colectivos existiría de no ser por la existencia de la puta que no quiere serlo, y que pide ayuda recibiendo migajas de ello. De lo contraria, si ofreciesen verdaderas soluciones para ellas, ¿de qué viviría esta gente?.
Ninguna mujer nace para puta es probablemente el mejor análisis que se ha hecho de la prostitución en todos sus aspectos (y además en primera persona). No solo desentraña todas las aristas de este fenómeno lamentable, sino que se atreve a señalar culpables, causas, aliados silenciosos (entre ellos la Iglesia, el Estado o las oenegés) y ofrece un horizonte de alternativas que atienda no solo al consuelo de la puta en su experiencia individual, sino a exorcizar las problemáticas sociales y colectivas que la causan para proyectar un horizonte de liberación que contemple la autoafirmación de las putas y de las mujeres en general. La crítica radical y profunda de este libro construido a modo de diálogo entre la boliviana María Galindo y la argentina Sonia Sánchez, explotada sexualmente durante seis años, es de una envergadura inmensa y de una belleza política incuestionable.
En este libro no se habla de conservadurismos pero se moldea entorno a una acérrima crítica a la legalización de la prostitución, ya que las autoras apuntan directamente al Estado y la sociedad como la raíz del problema, entreviendo que serían las estructuras de poder, capitalismo y patriarcado, las que mantienen a la puta en la calle a partir de una serie de mecanismos que desglosan de manera detallada. Aquí no solo se habla de prostitución, sino que del ser mujer y de organizarse, siendo para mi una lectura muy recomendada para todas aquellas que deseen adentrarse en el pensamiento feminista.
es un libro bastante fácil de leer. un poco crudo, pero sirve para mostrar la realidad de las putas que ejercen la prostitución porque no les queda otra, porque sino no comen. se juzga a las putas cuando capaz ni piensan en que ellas no decidieron ejercer, sino que no pudieron decidir. por qué se juzga a las putas y no a los clientes? por qué no se juzga a los padres que llevan a sus hijos a debutar con una puta? por qué no juzgamos a quienes secuestran chicas para prostituirlas?
La enunciación de las problemáticas y realidades de nuestra realidad, nos permite justamente sacarlas del plano de la enunciación y convertirlas en partes de la realidad que habitamos. Así lo hacen María y Sonia que no solo hacen una narración, también la convierten en un escenario de análisis político y social en el que el punto de partida es la prostitución, la pobreza, el patriarcado, la situación de las mujeres en el mundo, la concepción que tenemos del trabajo y las trampas del estado para mantenernos como personas oprimidas. Nunca había leído algo que me resultara tan revelador con respecto a la prostitución, que me permitiera entender porqué llamarle trabajo solo beneficia a los prostituyentes, al proxeneta y al mismo Estado. Esta obra le muestra a una de golpe que todas las "ayudas" y caridades de las organizaciones gubernamentales para con la sociedad, son solo mecanismos de humillación y manipulación psicológica que le recuerdan a quienes las reciben en qué lugar del mundo están, la caridad que tienen que aceptar por su estado de vulnerabilidad y la reafirmación de que nunca van a salir de ahí.
También, hacen un análisis del papel de los sindicatos, las ONG'S, las organizaciones de derechos humanos y el mismo gobierno con las poblaciones vulnerables, ellas los llaman "parásitos" por su condición de grupos que llegan a expropiar conocimiento, experiencias y testimonios sin aportar ninguna ayuda útil que les permita a las prostitutas salir de la esquina, no a los pobres salir de su estado de pobreza. Y estos puntos de debate son solo una parte para analizar toda una serie de espacios que nunca se tienen en cuenta en el análisis de la prostitución. ¿Cuándo nos hemos planteado que todas las mujeres, sin excepción, somos percibidas y tratadas como prostitutas (productos y cuerpos de consumo y explotación) desde todos los ámbitos de la sociedad? Lo único que no nos permite verlo es que todas habitamos diferentes entornos, clases, poseemos distintas oportunidades de vida y contamos con más o menos privilegios que en diferentes medidas, intensifican o apaciguan esta realidad.
Entender esto me resultó iluminador porque es fundamental analizar y entender la prostitución, para lograr llegar a la base del análisis de todas las violencias y opresiones que vivimos las mujeres en el hogar, la academia, la calle, la publicidad entre otros espacios. La prostitución es la base de todo y nunca lo hemos entendido. Entender el lugar de las putas es vital para entender nuestro lugar en la sociedad y en la política. Y no, a veces vemos a las prostitutas como mujeres tan lejanas y diferentes a nuestras realidades que olvidamos que literalmente ellas están allí viviendo una realidad que todas conllevamos de diferentes maneras.
De esto, obtenemos parte para entender que la regulación de la prostitución nunca es una regulación que beneficia a las putas, solo es una regulación que protege y beneficia a quienes consumen mujeres y los proxenetas. Básicamente, es darle a las mujeres mejores condiciones para seguir vendiendo su cuerpo. Un libro muy duro y necesario para entender no solo las problemáticas de la prostitución, sino también de habitar el mundo como personas pertenecientes a poblaciones vulnerables.
Es un libro bastante duro sobre la situación de estas mujeres, creo que es clave en dos puntos. Uno, que desenmascara la ineficiencia de los programas de ayudas social, ONGs, y demás... Que suelen poner paños calientes que prolongan la situación sin realmente cambiar nada... Y dos, que derrumba la creencia de que "lo hacen por que quieren", muchos hombres (pienso yo) dejarian de frecuentar este "servicio" si superan el asco que generan... Estas mujeres no estan ahí porque nacieron putas o porque les guste, en la mayoría de casos estan obligadas por hambre y miedo...
cito: "...Hay una situacion corporal que es aquerosa y que te provoca nauseas. Hay una destreza que se te demanda y que tienes que cumplir bajo amenaza de muerte..."
Desarman, una a una, las narrativas que legitiman la prostitución como una “elección”, y lo hace desde la vivencia, desde el cuerpo violentado y la memoria que resiste.
“Nadie nace para puta” porque esa no es una identidad, ni un trabajo, ni un destino natural. Es una imposición. Un lugar social creado por un sistema patriarcal, capitalista y colonial que produce cuerpos desechables, cuerpos explotables. La prostitución no es una “salida”, sino muchas veces, la única opción para mujeres empobrecidas, racializadas, migrantes o víctimas de violencia previa. El abolicionismo sobre todas las cosas, por y para las mujeres. Porque todas tenemos „cara de putas“.
Aunque no estoy de acuerdo con muchas de las cosas que se dicen, me parece un libro valiosísimo, lo recomiendo mucho. Tanto por la forma en que plantea y aborda esta temática como por la experiencia personal de quienes la escriben. También, por cómo interpela a los diferentes sujetos dejando claro que es un problema estructural que nos afecta a todos y del que, de forma directa o no, participamos todos. "yo, como mujer prostituida, soy el resultado de ellos, del accionar proxeneta del Estado, de la complicidad de la sociedad, de la hipocresía de la iglesia y de muchas y muchos"
Me quedo con la importancia de la visibilidad y la palabra.
If you have that liberal and "i paint violence in a beautiful pink color" view and you consider prostitution an empowering and a job just like being a cashier at a supermarket, I fiercely recommend this book. No woman is born to be a prostitute. Listen and read survivors, even though it's hard, listen to their stories that are fuelled with violence, because buying sex it's just paid rape
Excelente libro, admiro mucho a ambas, son muy resilientes y de potentes palabras. Ninguna mujer nace para puta y su lucha es por la vida libre de violencias que merecemos todas. Combatir la romantizacion del sistema prostituyente es vital para cambiar el mundo y ustedes aportan con un texto con muchas claridades en ese camino. Gracias.
Es la narracion de historias reveladoras y fuertes. Es un libro con una posicion muy clara ante varios aspectos sociales, filosoficos, politicos etc que se refieren a la prostitución. Un muy buen libro que abre los ojos antes la capitalizacion , y el " empoderamiento " progresista del cuerpo que ahora se vende.
Un minucioso análisis de la figura de la puta desde una perspectiva que nunca antes había leído. Me ha parecido interesantísimo y muy enriquecedor. Recomiendo muchísimo. Un libro único y que te hará crecer como mujer, y asentar bien esas gafas violetas.
Me encantó, se me hizo fácil de entender y dinámico. Me hizo cuestionarme y reflexionar muchísimo. Me ayudó a ver lo político y a las organizaciones desde otra perspectiva.
Ninguna mujer nace para puta transcurre mientras dos mujeres, una argentina y otra boliviana, conversan sobre la puta desde el silencio, el vacio, la nada, la familia, el Estado y el prostituyente, para dar una visión triste, pero también esperanzadora sobre ser mujer en un patriarcado. La mujer como objeto que ya no es ser humano, que es vagina o boca, la mujer de calle y la mujer de casa, la puta que es perguida y vapuleada mientras la mirada juzgadora se aleja del prostituyente. El testimonio de María Galindo y Sonia Sanchez es importante porque nos hace ver, aunque nos neguemos, hacia la puta y observarnos en ella, ninguna mujer nace para puta, pero también, todas tienen potencial de serlo, a la puta es a la que se le da prevención, condones, revisiones sanitarias, ellas son las portadoras de enfermedades sexuales, pero nadie habla nunca de los clientes ni trata de educarseles, porque el estado los protege.