La novela inédita de Carmen Laforet en la que personajes y sentimientos desembocan en una de las obras cumbre de la novela española. En una época de carencias y pobreza, el protagonista, un pintor bohemio que busca sentido a su existencia, se deja llevar por antiguos sentimientos amorosos y decide compartir su vida con una familia ajena dada a la extravagancia y a la frivolidad, junto a una niña que, en principio, sólo le acompañaba en un viaje de dos días y que, a la postre, acabará también convirtiéndose en un miembro más de esa extraña composición familiar.
Nostalgia, amor, celos y amistad son los materiales con los que Carmen Laforet teje esta sublime novela en que su talento está al servicio de la creación de un mundo particular, hedonista y de variado cromatismo dentro del orbe gris de la posguerra española.
Al volver la esquina , escrita en los años setenta, es mucho más que el mero descubrimiento de una obra inédita de una de las escritoras más insignes de la segunda mitad del siglo XX; es una notable aportación a la novela española y una novela de madurez narrativa que pone el broche de oro a la escasa y brillante obra de la autora de Nada y La insolación .
Carmen Laforet Y Díaz was a Spanish author who wrote in the period after the Spanish Civil War. An important European writer, her works contributed to the school of Existentialist Literature and her first novel Nada continued the Spanish Tremendismo literary style begun by Camilo José Cela with his novel, La familia de Pascual Duarte.
No es el mejor libro de Laforet, aunque hay frases para enmarcarlas. La estructura es compleja, tal vez innecesariamente, pero no lo sabremos porque bastantes elementos (personajes como Asís, por ejemplo) parecían preparación para el último libro de la trilogía, Jaque mate, hoy perdido. Quiero mucho más a Anita después de este libro. Me ha faltado algo de Carlos.
Y ahora qué hago yo con mi vida sin el final de esto???????
No me ha gustado tanto como 'La insolación' porque es imposible superarlo, pero me ha encantado volver a saber de Martín y los Corsi. No me suele gustar que las historias 'continúen'; si un libro es bueno y tiene un buen final (abierto o cerrado, da igual), ¿para qué abrir la posibilidad de estropearlo? 'Al volver la esquina' no estropea nada, si acaso aporta más excentricidades de los Corsi en otro lugar y otra época, con más pinceladas de Martín y sus continuas contradicciones. Yo les tengo mucho cariño como personajes y, quizás por ese motivo, me duele un poquito saber que la tercera parte de la trilogía está por ahí perdida y que nunca más sabré de ellos. Aun así, vuelvo a lo mismo, ¿y si una tercera parte hubiera acabado estropeándolo todo? Seguramente no, o sí, ¿qué más da?
La literatura española del siglo XX es una debilidad para mí y, en especial, una de las autoras que me fascinan es Carmen Laforet.
«Al volver la esquina» es una novela en la que Laforet incluye al lector en la relación que mantiene Martín Soto, el protagonista y narrador de los hechos, con la familia Corsi, una familia excéntrica en la España de los años 50. Y si bien la historia quizás no encandile a todo el mundo, la prosa de la autora es, como siempre, un plus que eleva la valoración del libro.
Tras encontrarse con los Corsi en el transcurso de una noche toledana (que dura dos noches con un día en medio), Martín Soto rememora sus recuerdos pasados con esa familia y vuelven a nacer sentimientos que estaban ocultos en la memoria, la cual es uno de los elementos claves de la narración.
Este libro es la segunda parte de una trilogía que Carmen Laforet no pudo terminar por motivos de salud. La primera es su obra «La insolación».
Me ha costado mucho entrar en este libro, me ha faltado conectar con los personajes y no porque esté mal escrito, nada menos. He apreciado párrafos de verdades que Carmen Laforet ha puesto en palabras y sobre todo por la ambientación de los años 50.
Pero me ha faltado ese nexo y por lo tanto, según pasaba las páginas he ido perdiendo el interés con lo que contaba y finalmente se me ha hecho pesado.
Tengo entendido que forma parte de una trilogía, por lo que hubiera sido mejor empezar con el primero.
Dios. Entendí de otra forma el pertenecer a algo. Que el pertenecer a un algo/alguien no te ata, ni te mantiene. Que siempre perteneces a donde quieras, y al mismo tiempo a ningún lado. Estoy frustrada. Estoy enojada conmigo, con mi manera de ver el mundo, con la forma en que me he desenvuelto. Me siento auto engañada. Y al mismo tiempo me parece un sabor dulcísimo saber que el amor no detiene, que alimenta e impulsa, que hace viajar, llorar, volver.
“Fue un atardecer. Son las palabras de un poeta leído al azar en estos días de 1973 en que estoy solo con mis recuerdos, con mi trabajo del recuerdo que revive, las que repentinamente me dan el ambiente de aquel anochecer de 1950, el año de los gatos con alas y los platillos volantes en Madrid. El vapor del otoño, la lámpara perdida, el corazón de niebla...”
Martín Soto, escrito siempre como si estuviera en un trance, como si la vida se le escapara tras un cristal borroso. Y es que no se le escapa, porque la vive.
Carmen Laforet, que escribió sin una línea definida, como si para contar esta historia metiera la mano en un cajón viejo sin mirar y no supiera que iba a sacar. Ella, que no pudo terminar la trilogía sobre Martín por las deudas del cuerpo, que la frenaron hasta de escribir como ella quería la última página de este libro. Nada como La Insolación pero la belleza está ahí, sin duda.
Para mi un libro extraño cuyo mensaje no he sido capaz de entender, sobre todo su primer tercio. Quizá su mensaje sea muy profundo o necesite otro punto de vista.
"La tierra, ese planeta, giraba lentamente bañando de sol y de luna y de negrura, alternativamente, las distintas partes de su vientre. Desde los espacios nadie podría suponer la efervescencia de aquellos momentos, ni las muertes que estaban ocurriendo, ni las vidas que llegaban nuevas, ni las floraciones periódicas, ni las nieves y hielos. Ni las injusticias ni los odios, ni los simples amores de las criaturas humanas. Ni la sencilla felicidad de sentirse vivos que tenían aquellos tres muchachos".
Ya en 'La Insolación' los Corsi me parecían insoportables, pero esa novela tiene partes buenas que me hicieron seguir. En esta lo he tenifo que dejar a medias porque me he dado cuenta de que siguen igual de insoportables y que no me interesa seguir sabiendo de ellos. A lo mejor un día vuelvo a retomarlo, pero sin duda, para mí este es el libro más tedioso de Laforet. Y mira que con ella siempre me pasa que me cuesta entrar en sus novelas, pero llevaba cerca de setenta páginas de este leídas y nada. No pudo ser esta vez.
Si el universo Corsi de La insolación me fascinó, en Al volver la esquina el mundo de los Corsi me ha atrapado. Los Corsi son una extraña familia extranjera que suponen una explosión de luz en la España gris de los años 50 con su falta de costumbres y su ausencia de convencionalismos. Al igual que me ha pasado a mi, Martín, el niño de La insolación que se ha convertido en un pintor bohemio, se enamora de ellos hasta convertirse en uno más de esa extraña familia. Con la excusa de recordar partes olvidadas de su historia, el protagonista rememora el año en que se reencontró con ellos en una narración que juega con los tiempos de la misma manera que juega con los recuerdos y los olvidos. Me ha parecido una novela magnífica, más madura y complicada que La insolación, pero igual de luminosa, con esa prosa llena de lirismo que la autora combina con reflexiones tan actuales. Qué pena que no vayamos a poder disfrutar del cierre de la trilogía, porque cuando acabas con ésta se te queda como un vacío.
Este final, como el de la insolación, me dejó incompleta. Que pasaría después con Martín Y Anita, cuando Tarro muriera ? Que pasaría con Carlos y Zoila? Por fin Martin tomó la decisión de dejar de ver a Zoila? Que pasaría con Martín y Beatriz ?? Ya tenían algo más grande que los unía (su hijo).
Siento que a la final Martín no era tan “cohibido” como yo lo percibía. Esa aventura que tuvo con Zoila fue algo que definitivamente no esperaba de él , aunque entiendo que a Carlos nunca le importó Zoila. Desde esa perspectiva, no es que Martín haya cometido un pecado gigante. Sin embargo la personalidad de Martín, siempre fue muy tranquilo, muy lógico y pensante, lo que me hizo tomar por sorpresa esa aventura que tuvo con la esposa de su mejor amigo de infancia.
La historia de Martín y Anita es hermosa porque a pesar de nunca llevar un título( de casados o novios) describe un amor real, presente , siempre dispuesto a proteger el uno al otro. Tal vez si se hubieran casado, las cosas hubieran tomado otro rumbo y Martín y Anita dejarían de ser esos amigos incondicionales que se amaban mutuamente y entonces ya no sería un amor para siempre.
He disfrutado mucho este libro. La señora Laforet es una gran escritora. Su prosa es fluida, atrayente y sus personajes muy bien perfilados.
Tal vez la época que le tocó vivir, y de la que escribió con tanto acierto, sea una de la más grises y triste que haya ocurrido en este país que tanto ha sufrido. Pero la describe con una humanidad tan intensa, que hasta los falangistas que aparecen en algún momento, no son amenazadores, tan solo grises y patéticos.
Ayuda que muchos de personajes principales de la trama sean de la alta burguesía o de profesiones liberales, con aficiones y un nivel de vida que la mayoría de la población de aquellos años tan solo podía soñar.
No conocía a esta gran autora y, desde luego, leeré Nada tan pronto como caiga en mis manos.
Empezado un 7 de octubre, y terminado 7 días después. Sobre recuerdos olvidados como fragmentos de película quemada.
“me pareció que estábamos dentro del espejismo de la nostalgia”
“Toda aquella primavera estuvimos pendientes el uno del otro, sin llegar a querer pensar que nuestra atracción tenía ese nombre, amor, que nos irritaba. También nos irritaba nuestro mutuo cuidado en no dejarnos dominar por aquella imantación de nuestros cuerpos, que en algún momento nos hacía acercarnos, sin pensar, uno al otro.“
“¿Era posible que alguna vez hubiésemos sido tan jóvenes?”
Me encantó La Insolación y leí que tenía una continuación, aunque no está, desde mi punto de vista, al nivel del primero. Aún así, la lectura de Carmen laforet me impresiona y emociona, su lenguaje es tremendamente moderno. Se puede reseñar las inquietudes sentimentales de Martín, el protagonista, y como Anita gana valor, perdiéndolo Carlos con respecto a La Insolación.
mido este libro en la cantidad de frases que me gustaría que no se me olvidaran nunca porque me identifiqué en tantas !!! y qué bonito cómo percibe martín a anita <3