"Una noche de 1974 Ayax dibujó un hombrecito solamente con una línea. La línea se escapó traviesa y se extendió sobre el papel. El hombrecito le pasó por arriba y luego por abajo. Después, jugó y se recostó con ella. Así, mientras Beatriz escribía, esa noche, nació La línea, una obra insoslayable y fundacional de la literatura de imágenes, que devendría un clásico de toda Latinoamérica. Premio Casa de las Américas 1975 tuvo un tiraje inicial de 100.000 ejemplares que se agotaron en pocos días. Editada en la Argentina con gran éxito, fue sin embargo prohibida. No obstante, el hombrecito del libro y su línea, habitantes de un perenne futuro, supieron abrirse siempre camino, para volver a reencontrarse con nuevas generaciones de lectores de todas las edades. Así, hoy, La línea, haciendo gala de su condición de clásico siempre vigente, vuelve de la mano de Ediciones Colihue, en esta amante edición y en el país que la vio nacer. Por su calidad y originalidad, la obra de Ayax Barnes y Beatriz Doumerc es considerada una de las más importantes de la literatura infantil en América Latina. Sus palabras e imágenes, inconfundibles, habitan en colecciones míticas, como los Cuentos de Polidoro o del Chiribitil. El pueblo que no quería ser gris, Cómo se hacen los niños, El viaje de Ida - El viaje de Regreso y La línea son algunas de sus obras más reconocidas. Pese a la censura que los obligó a dejar la Argentina, ellos siguieron trabajando, siempre juntos, en la vida y en el arte, en esa obra única que mantiene una extraordinaria vigencia y frescura."
Una línea y un hombrecito. Sólo eso, en apariencia, porque en realidad es mucho más. Una clara muestra que la literatura infantil puede ser profunda e invitar a la reflexión. No me extraña la censura que sufrió en 1976 por la dictadura cívico-militar en Argentina. Nada que diera lugar al pensamiento por fuera de lo establecido, a lo creativo, a la libertad, a lo empático y al compañerismo iba a estar permitido. Y La línea sin dudas en sus palabras y dibujos, demuestra aquellas cualidades.
Yo lei la linea roja. Es igual el texto, pero la linea es roja. La linea fue originalmente roja en su primera edicion. Se cambio a azul en una edicion para que no se sintiera muy de izquierda. por suerte volvio a su color original. Rojo.
Sencillo y potente. Se lee en apenas unos minutos pero el concepto central (la línea), ampliamente abierto a interpretaciones, queda resonando en la cabeza. Cerrás el libro y ves líneas por todos lados. Tierno y al mismo tiempo brutal. Siento que es un libro al que podré volver siempre.