He intentado pintar a Pito Pérez mediante un trabalenguas, aunque quizá tendría que escribir un hip-hop. Tendría que escuchar ahora mismo alguna canción de Eminem y sugerir que a Eminem lo inventó Pito Pérez. Psicodélico, punk, rasta, rapero, teporocho, mojado, borracho recurrente y huésped entusiasta de cuanta cárcel se atraviese en su camino, el Pito es la confirmación viviente -porque está vivo, de eso no hay ni duda- de la intensa sentencia de Alfonso Reyes: El mundo se prueba por sus extremos.
Pasumáuser, por poco pierdo pista: Pito Pérez precisa pioresnada, pero pocas pollitas parecen ponderarlo, pueque por pelagatos, por pobre poetastro, por perro pestilente, por pinche perdedor. ¡Pélenlo, por favor, pirujas planetarias! ¡Protégelo, Patetas, préstale porvenir! Pito Pérez pregona palabrotas para peor presumir pránganas pulimentos: precisaría pinole para parar. Profeta-presidiario-prestidi-gitador, Pito pita prendado por piernones prohibidos, para posteriormente proferir plegarias por peronés podridos. Precaución: perezoso puntual. Pito Pérez promete parsimoniosamente pasarse protocolos papanatas por puente propiamente personal. Pongan paja, piadosos. —Del prólogo Delirium Pérez, Xavier Velasco
I chose this book in this month to celebrate Mexican Independence Day which occurs on September 16, the day in 1810 Fr. Miguel Hidalgo y Costilla declared the Grito de Dolores (Cry of Sorrows), initiating the fight to free México from Spanish rule. México has a long, rich history of great literature, both local and derived – Miguel Cervantes de Saavedra even lived in Morelia, Michoacán a short while! I am also trying to honor México by reading this in the original Spanish, to retrain my brain in what was never really good Spanish.
Pito Pérez is a classic picaresque character, a drunk, a dissolute liar, thief and general trouble-maker. In 1977 I spent the Summer in Morelia, Michoacán where some of the story takes place. I chaperoned college students that Summer, and stayed with the wonderful family of Ana Páramo de Castro; she actually knew Pérez who peddled thread, needles and other small household items door-to-door to feed his alcohol needs. She described him as “un hombre muy sucio,” a very filthy man. Rubén Romero’s description would amplify on that description.
The story opens in the bell-tower of a church in Pito’s hometown, Santa Clara del Cobre, a beautiful village south of Pátzquaro world famous for artisanal copper work. Pito is no part of that art. He is having an argument with the author over his situation and next moves. Ths continues for most of the book, as long as the author provides Pito with a few drinks after each Q and A session in the belfry. A second section of the book describes the Pito of 10 years on, as a peddler going from house-to-house in town after town, a Pito loaded down with a tinkling bell from every town to remind him of good times and bad in each location to announce his presence in the neighborhood. At the end, Pito dies and in his pocket is found his last will and testament, summarizing his feelings about the religious, rich and powerful who shredded his life and the lives of almost everyone else, and a few other gems. This Will in itself is an unforgettable milestone in world literature.
I also read this book to honor a now-dead friend who loved this book until I unfortunately relayed to him that Pérez was a real person, not a fictional character; he was heart-broken. Pito as a symbol was one thing, but as an actual person was quite another. While I know Pérez was a real person I have no idea which, if any, of the stories about him were factual. BTW, Loren Gaarder, my friend, was no fan of Cord’s translation into English; you had to read the original Spanish version to get the full flavor – el gran sabor. I agree. Rubén Romero’s Mexican Spanish has a certain zip to it that Cord’s translation does not have. On the other hand, Cord’s book in English includes a fine summary of, and tribute to, Rubén Romero’s life.
Reading the book will give a very brief but interesting look into the México of the last century, and a sympathy with the poor of the world.
Una obra que abarca muchos temas relevantes desde la perspectiva de un borrachito inofensivo. Un libro que está lleno de lecciones que solo pueden aprenderse en la escuela de la vida. Una gema valiosísima en las letras hispanas. Un libro obligado para aquellos que nos gusta reflexionar, ah! Y reír!
Me gustó mucho la descripción y narrativa que da el autor hacia un personaje sin igual. De esos que no tienen pelos en la lengua, de esos personajes para recordar. Creo que las últimas partes hubieran sido mejor desarrolladas para el entendimiento del lector. Pero en lo general es un libro ameno, pícaro, jovial, reflexivo y totalmente mexicano.
Encontré este libro por pura casualidad y estoy maravillado por la forma en la que está escrito.
Su personaje principal es ligero y simpático, una víctima de la sociedad que funge como un buen retrato del habla de la “gente de pueblo”.
"¡Libertad, Igualdad, Fraternidad! ¡Qué farsa más ridícula! A la Libertad la asesinan todos los que ejercen algún mando; la Igualdad la destruyen con el dinero, y la Fraternidad muere a manos de nuestro despiadado egoísmo.”
La filosofía de este personaje decadente te invita a la introspección de forma humorística y sarcástica. Nada como una buena charla con el alcohólico del pueblo para apreciar lo poco o mucho que tenemos en el presente.
Un libro muy bien llevado, con un ritmo que te deja queriendo más, me quedé con la sensación de que Pito Pérez podía contarnos más historias y se convirtió en un entrañable personaje, recomendable 100%, sobretodo su testamento, sin desperdicio.
Definitivamente se disfruta la monería de Pito Pérez, filósofo del pueblo y representante de las masas borrachinas de, no solamente México, sino el mundo entero.
I went to an old bookstore in Guadalajara in February and asked the owner of the store for recommendations in Mexican literature. In my head, I was expecting Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Jose Emilio Pacheco, etc., but without a word, the man disappears to the back of the shop and reemerges with a yellowed paperback—its edges frayed, but its spine uncreased—La Vida Inútil de Pito Pérez. “This book captures the Mexican spirit like no other”, he told me (or something along those lines).
One chapter in, I could see what he meant. The narrative is primarily structured as an interview, where a writer listens as Pito Pérez—the town drunk—shares the story of his life. It’s a tragic, funny, and at times meandering story, but it always feels deeply personal—like reading someone’s diary. That intimacy may stem from the fact that Pito Pérez was based on a real person, which only deepens the reader’s sense of exasperation at his misfortunes.
I thought this book was both brilliant and unique, offering an honest glimpse into the life of someone so often ignored in both literature and the real world. I did feel that the second half veered off in a less focused direction, which made it harder to walk away with as strong an impression. Hence, four stars instead of five.
Well, to be honest my expectations about this book were low, I thought it was going to be a boring book, but fortunately it was not!.
It takes places in the beginning of the 1900's in Mexico, and it focuses in the main character; Pito Perez, a nifty and clever man who is disappointing about society in general in all terms. He bumped into a man who is called "the poeta" ( he is pretty corious) and he kept a conversation with Pito and he was hooked by the amazing stories so he asked pito for telling him more stories about his life and in exchange for that he'd give Pito alcoholic drinks and Pito as a good Barfly accepts.
The chapters are short which is nice because it makes pretty digestible the whole reading.
Es una gran historia contextualizada en el México contemporáneo que nos muestra la vida de un hombre común afecto a la bebida y que va mostrando su vida y sus infortunios en el bello Michoacan. Sus aventuras son entretenidas y muestra comomla decadencia va llegando paulatinamente a su vida. La historia en donde narra como obtuvo el apodo de Pito Perez es una de mis favoritas
«Lego a la Humanidad todo el caudal de mi amargura. Para los ricos, sedientos de oro, dejo la mierda de mi vida. Para los pobres, por cobardes, mi desprecio, porque no se alzan y lo toman todo en un arranque de suprema justicia. ¡Miserables esclavos de una iglesia que les predica resignación y de un gobierno que les pide sumisión, sin darles nada en cambio! No creí en nadie. No respeté a nadie. ¿Por qué? Porque nadie creyó en mí, porque nadie me respetó. Solamente los tontos o los enamorados se entregan sin condición. ¡Libertad, Igualdad, Fraternidad! ¡Qué farsa más ridícula! A la Libertad la asesinan todos los que ejercen algún mando; la Igualdad la destruyen con el dinero; y la Fraternidad muere a manos de nuestro despiadado egoísmo. Esclavo miserable, si todavía alientas alguna esperanza, no te pares a escuchar la voz de los apóstoles: su ideal es subir y permanecer en lo alto, aun aplastando tu cabeza. Si Jesús no quiso renunciar a ser Dios, ¿qué puedes esperar de los hombres?... ¡Humanidad, te conozco; he sido una de tus víctimas! De niño, me robaste la escuela para que mis hermanos tuvieran profesión; de joven me quitaste el amor, y en la edad madura, la fe y la confianza en mí mismo. ¡Hasta de mi nombre me despojaste para convertirlo en un apodo estrafalario y mezquino: Hilo Lacre! Dije mis palabras; y otros las hicieron correr por suyas; hice algún bien, y otros recibieron el premio. No pocas veces sufrí castigo por delitos ajenos. Tuve amigos que me buscaron en sus días de hambre, y me desconocieron en sus horas de abundancia. Cercáronme las gentes, como a un payaso, para que las hiciera reír con el relato de mis aventuras, ¡pero nunca enjugaron una sola de mis lágrimas! Humanidad, yo te robé unas monedas; hice burla de ti, y mis vicios te escarnecieron. No me arrepiento, y al morir, quisiera tener fuerzas para escupirte en la faz todo mi desprecio. Fui Pito Pérez: ¡una sombra que pasó sin comer, de cárcel en cárcel! Hilo Lacre: ¡un dolor hecho alegría de campanas! Fui un borracho: ¡nadie! Una verdad en pie: ¡qué locura! Y caminando en la otra acera, enfrente de mí, paseó la Honestidad su decoro y la Cordura su prudencia. El pletio ha sido desigual, lo comprendo; pero del coraje de los humildes surgirá un día el terremoto, y entonces, no quedará piedra sobre piedra. ¡Humanidad, pronto cobraré lo que me debes!...»
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Es libro aunque fue recomendado para lectura escolar debo admitir que me sorprendió siempre la pluma mexicana da intriga de una historia simple conlleva muchos análisis mucha complejidad hasta su cierto grado esta es una historia que se puede gozar pero se nota que hay poesía y hay mucha reflexión dentro de este en cada ideal del personaje creo que al final de cuentas todos somos pito Pérez al menos una vez de sus tantas ocurrencias o ideales y valores
Es un libro muy entretenido, hay muchos temas para reflexionar por lo que resulta interesante, sin embargo puede que me haya perdido el mensaje principal. Las últimas anécdotas hasta cierto punto se me hicieron innecesarias pero me llegó a gustar una en particular por la critica al abuso que pueden ejercer personas debido a su cargo.
Un libro con una narración amena donde relata las peripecias que sufre un borracho de pueblo que es todo un genio y figura. Ofrece reflexiones interesantes sobre la vida y personajes de los múltiples pueblos que visita.
Considero que es un libro un poco caótico para nuestra era actual, ya que muchos lo podrían cancelar, sin embargo pertenece a lo clásico de México. Puede ser considerado vulgar, por la trama, me recuerda mucho a la canción de caminos de Michoacán.
Un libro muy lindo pero muy crudo, que te deja pensando en tu papel frente a la vida y frente a los roles muchas veces privilegiados en los que te encuentras en la sociedad
Divertido de leer. Excelente acercamiento a la vida de un nómada de la vida real, de a ratos dan tristeza sus tragedias y de a ratos da envidia su camino.