En el siglo XIX por primera vez en la historia de la literatura pudieron leerse relatos protagonizados por mujeres escritoras, periodistas o detectives, que ejercían la medicina o administraban un banco; mujeres que abandonaban, sin caer en el melodrama, a sus maridos, o que veían la muerte de éstos como una liberación. La crítica a la sumisión era por primera vez feroz, y tan convencida que en algún caso hasta se permitía ser magnánima. Esta antología reúne 25 relatos escritos no sólo por las «nuevas mujeres» sino también por los hombres a los que inspiraron: Edith Wharton y Henry James, Willa Cather y Thomas Hardy, Vernon Lee y Saki, Virginia Woolf y Arthur Conan Doyle... y un considerable número de escritoras que serán todo un descubrimiento para el público español.
Esta lectura, que al igual que muchas otras ha llegado a mí sin querer, me ha ido acompañando a lo largo del mes de mayo. Poco a poco he ido leyendo los relatos de las diferentes autoras y puedo decir que la gran mayoría me han encantado. Además, cada uno de los relatos de esta edición cuenta con una breve biografía: Edith Wharton, Charlotte Perkins-Gilman, Kate Chopin, Willa Cather, Virginia Woolf, Katherine Mansfield...
Dejaré de decir que no soy fan de las antologías de cuentos.
«Sin embargo, no pienso lo mismo que todo el mundo sobre el amor. Creo que el amado otorga un bien a quien ama, tan grande y hermoso es haber sido amado. Creo que el hombre debería dar las gracias a la mujer o la mujer debería dar las gracias al hombre que la ha amado, haya sido correspondido o no, los hayan separado o no las circunstancias» -Olive Schreiner
«Esa mujer, con la que se había casado en lo bueno y en lo malo, le inspiraba una pasión ciertamente intensa, poderosísima, tan subyugante como el mismo amor... Cuando comprendió lo terrible de ese Odio, apoyó la cabeza entre los brazos y lloró, no lágrimas fáciles como las de Esther, sino lágrimas que brotaban de un reproche agónico, inútil» -Ella D'Arcy
«Cuando se abandonó, le brotó de los labios un débil susurro. Lo repitió para sus adentros una y otra vez: "Libre, libre, libre...". La expresión de terror y la mirada vacía que la había precedido desaparecieron de sus ojos. Ahora su mirada era penetrante y sus ojos brillaban. El corazón le latía con rapidez, y la sangre caldeaba y relajaba cada centímetro de su cuerpo» -Kate Chopin
«Se había reído ella alguna vez con el regocijo de la sangre acelerada, o sencillamente porque el cielo era azul y la hierba verde? Daba la impresión de no haber tenido nunca existencia individual, de que la suya siempre había estado sometida y dominada por "los demás"» -Mabel E. Wotton
«Qué curiosos cuadros de la vida alcanzamos a veces a vislumbrar de improviso, escenas que destacan como un resplandor fugaz en la tupida masa de movimiento, en la aglomeración de detalles, en la inextricable confusión de asuntos humanos que se le ofrecen al observador de la gran ciudad» -Sarah Grand
«Se condenaron por completo movidas por ese rápido impulso juvenil, y concluyeron que todo intento de liberación sería en vano: su largo cautiverio las había corrompido tanto por dentro como por fuera» -Virginia Woolf
25 relatos de finales del XIX que narran historias de la “nueva mujer” (término acuñado por Sarah Grand) que empieza a desempeñar un papel activo en la sociedad de su época. A muchos relatos les pesa el siglo y cuarto transcurrido pero todos son interesantes por reflejar se muy diferente manera esa nueva mirada