Urdida en torno al conflicto entre la libertad de la imaginación y la opacidad de la realidad, Tormento es una de las obras más significativas de Benito Pérez Galdós. En ella, Pedro Polo se ordena sacerdote movido por el deseo de abandonar la estrechez del medio rural, pero no halla en la vida pastoral cauce para su natural fogoso e imaginativo. Falto de auténtica vocación religiosa, huirá de la realidad cotidiana a través de la ensoñación fantástica y romperá el celibato al seducir a Amparo Sánchez Emperador.
People know Spanish writer Benito Pérez Galdós especially for his Episodios Nacionales (1873-1912), a series of 46 historical novels.
Benito Pérez Galdós was a Spanish realist novelist. Some authorities consider him second only to Cervantes in stature as a Spanish novelist. He was the leading literary figure in 19th century Spain.
Galdós was a prolific writer, publishing 31 novels, 46 Episodios Nacionales (National Episodes), 23 plays, and the equivalent of 20 volumes of shorter fiction, journalism and other writings. He remains popular in Spain, and galdosistas (Galdós researchers) considered him Spain's equal to Dickens, Balzac and Tolstoy. As recently as 1950, few of his works were available translated to English, although he has slowly become popular in the Anglophone world.
While his plays are generally considered to be less successful than his novels, Realidad (1892) is important in the history of realism in the Spanish theatre.
He disfrutado muchísimo con este clásico, he vuelto a tener las mismas sensaciones que con Fortunata y Jacinta, y es que el universo galdosiano, con esos personajes recurrentes y ese Madrid que asiste inmutable a sus dramas, te envuelve desde las primeras páginas y ya no te suelta hasta el final.
Como Fortunata, Amparo (aka Tormento) es una mujer infeliz, en lucha contra una sociedad que la acorrala y la oprime, por su doble condición de mujer y pobre. Amparo es huérfana y trabaja sin sueldo en casa del matrimonio Bringas, como una especie de protegida, a cambio de pequeñas ayudas económicas. Los Bringas intentan codearse con la alta sociedad y la Corte, pero su situación económica deja mucho que desear y pasan estrecheces de puertas adentro. Agustín es el primo indiano que los suele visitar y a quien siempre recurren para estabilizar su maltrecha economía, cuando para su sorpresa él se enamora de Amparo y se quiere casar con ella. Pero hay un impedimento.
Galdós logra que suframos con la heroína y convierte la narración en una especie de thriller que nos hace temer continuamente por su destino, pendiente del azar y de la malevolencia o benevolencia de los que la rodean. Porque lo mejor son los personajes, con su escala de grises; todos son buenos a ratos y, según y cómo, malos, pero todos me caen bien y me interesan: ése es el mérito principal de Galdós como narrador. Y el humor. Y la crónica de la historia y la sociedad contemporánea. Lo tiene todo!
Y qué decir de los ambientes, de los interiores de las casas, donde percibes los ruidos, los olores, la diferencia entre la casa de los Bringas y las míseras habitaciones del sacerdote Polo, las escaleras de vecinos, las calles de Madrid, el olor del puchero…
En conjunto es una obra magnífica, que se lee rápidamente y te traslada al Madrid del siglo XIX. Forma parte de una trilogía, es la segunda parte – la primera es El doctor Centeno y la tercera La de Bringas. Creo que caerán pronto!
Hacía mucho tiempo que no leía una novela tan buena... "Tormento" te desgaja, te subleva, te conmueve, te rebela... Los sufrimientos de una pobre huérfana al borde de la miseria, sin ningún destello de alegría en su vida, resignada a su suerte y con una gran culpa de juventud en su conciencia, Amparo Sánchez Emperador vive una existencia desdichada en la que se cruza sin proponérselo un rayo de felicidad y riquezas. La hipocresía de la "Sociedad" se interpone entre la felicidad y la muerte. Galdós nos hace un desfile de personajes a cada cual mejor retratado que el anterior, su maestría es inigualable, a todo los trata con cariño y severidad. repartidas con sabias dosis, te los hace vivos sin dejar dudas de que los conoces o los conocerás. Además, Galdós tiene la gentileza de trufar su obra de grandes momentos de humor para aligerar el drama. No se pierdan "Tormento", y mejor si la leen después de leer "El doctor Centeno".
Sencillamente maravillosa, lo único que me faltado ha sido una mayor presencia de Felipe, pero aún así, la trama entretiene de principio a fin. Muy recomendable.
¡Menuda obra esta! Galdós es un auténtico maestro de la narrativa. De las cinco novelas que he leído de este gran autor realista (Doña Perfecta, Tristana, El amigo Manso, La de Bringas y Tormento), esta es sin lugar a duda mi favorita. Mientras que en Doña Perfecta veía una recta final algo precipitada, en Tristana un romance excesivo y en La de Bringas una lentitud cargante, la mayoría de estos errores se han corregido casi por entero en esta obra y en El amigo Manso (otra obra espectacular de Galdós, aunque en este caso la historia es algo más lenta y menos interesante que la que se presenta aquí).
Tormento es, a mi parecer, el cruce entre el romance de Tristana (un hombre culto y rico que se enamora de una mujer algo más inculta y pobre, pero con un encanto especial) con la crítica social y costumbrista de La de Bringas, unido todo a una clara parodia a la novela de folletín.
Lo que hace realmente especial a esta obra más allá de la genialidad estilística del escritor canario es la curiosa mezcla de elementos que llevan a Tormento a un nivel mayor. Podría enumerar las muchas virtudes de esta obra una tras otra y todavía me quedaría corto, de modo que quiero resumir mis argumentos en tres puntos: los personajes, la narrativa y la crítica social.
En primer lugar, los personajes son brillantes. Amparo es una protagonista brillante, muy perfilada psicológicamente y cuyas acciones, por momentos absurdas, están justificadas por su caracterización como personaje débil, inseguro (Amparo, la cruz de la moneda) y con una amabilidad y pasión contenida inimaginables (Tormento, la cara oculta de la moneda). Agustín Caballero es otro gran personaje que, a pesar de su clara misantropía, acaba recibiendo el cariño de sus lectores solo por su increíble pasión y dedicación a Amparo. Rosalía, el personaje principal de La de Bringas, es en esta obra todavía más odiosa y repelente que en la susodicha, con una hipocresía y acritud tales que verla en escena me provoca un mal humor interesante. Y, sin embargo, el ganador de mi lotería personal de odio se la lleva Pedro Polo.
Pedro Polo es uno de los mayores imbéciles que debo de haber visto en cualquier novela. Lo mejor de este personaje es que es un ser egoísta, malvado, corrupto y esencialmente bruto. Esta caracterización tan clara que le da casi inmediatamente el título de antagonista principal (a pesar de que Rosalía es, bajo su máscara de amabilidad, todavía peor) crea uno de mis capítulos favoritos de la obra, en el que se muestra como lo que verdaderamente es: un mocoso estúpido, inmaduro e incapaz de aceptar el rechazo hasta tal punto que adquiere un aura "heathcliffiana" tan malévola que tan solo podía producirme asco y repugnancia hacia su ser. Pocas novelas han sido capaces de suscitarme tanto odio hacia uno de sus personajes.
En segundo lugar, la narrativa de Galdós es impecable. No es de extrañar que muchos lo consideren el segundo gran autor de la literatura española, superado tan solo por el magno Cervantes, pues su forma de tratar temas de actualidad como el auge de la burguesía, la caída de la reina en el 68 y las costumbres de la época -además del ya mencionado romance- es fantástico.
Galdós hila sus temas cual Aracne en pleno furor artístico, pasando de un romance pasional a una crítica costumbrista, de un diálogo ameno a una charla política y de una pelea a un auténtico -disculpen el chiste malo- tormento. Engancha como si de goznes se trataran las escenas más dramáticas con las más turbias, y de ahí a las más pasionales, cerrando cada capítulo con un poderoso cliffhanger que no solo engaña al lector -pues, en muchas ocasiones, el siguiente capítulo empieza con un tema que poco o nada tiene que ver con el anterior-, sino que además lo mantiene en vilo a la espera de una resolución final satisfactoria que nunca llega.
En tercer lugar, ya no es solo que su crítica a la sociedad capitalista -más bien masoquista- de la época sea punzante, aguda, sagaz y especialmente salvaje en su comedimiento, sino que su forma de atacar a estas costumbres es tan perspicaz e indirecta que puedo sentir a cada intervención de Rosalía Pipaón de la Barca cómo mueren tres burgueses ahogados en su propio dinero y dos más en sus lujosas camisas de Neso.
Ya en La de Bringas, Galdós desplegaba su yo más salvaje con la crítica al capitalismo a través de la repelente Rosalía y sus engaños al fantástico Thiers (tan similar a Mr. Bennet en Pride and Prejudice que prácticamente me obliga a amar sus intervenciones y mentiras a Rosalía para acallar sus terribles "nervios"); aquí, Galdós utiliza a casi todos sus personajes para criticar a la sociedad de la época: Refugio achaca los problemas del primer mundo al capitalismo, Rosalía los encapsula todos en su ser, Agustín Caballero parece la muestra de que "con dinero, todo se puede", Amparo representa la imposibilidad de ascender socialmente a través de la pobreza sin ayuda de los burgueses... Es una obra salvaje, especialmente crítica y tan rica en indirectos improperios contra la sociedad burguesa española que no puedo hacer más que maravillarme ante la genialidad de su autor.
Por supuesto, no todo es perfecto en esta obra: los bruscos cortes de un capítulo a otro pueden anonadar al lector y hacerle perder el rumbo; muchas veces Galdós se guarda alguna información o confía demasiado en que el lector sepa sobre todos sus personajes con apenas un par de líneas descriptivas y el inicio es especialmente lento y pesado. A pesar de todo, estos fallos resultan más bien pequeños zumbidos momentáneos de mosquitos argumentales que auténticas lagunas u obstáculos en el disfrute de esta obra una vez entrado en su juego de luces, sombras, críticas, romances pasionales y burgueses deleznables.
En conclusión, esta es una obra más que recomendada para todos los amantes del realismo y, especialmente, para todos los enamorados de Galdós, de la crítica social y de los personajes tan redondos como la autora de El guardián invisible.
ESPAÑOL: Interesante novela ambientada en los últimos tiempos de Isabel II. Una sorpresa inesperada poco antes de la mitad de la novela devuelve el interés al lector.
Lamentablemente Galdós comete un error flagrante, que no casa bien con su meticulosidad extrema al visitar todos los pueblos de España que aparecen en sus libros. Un confesor no puede negar la absolución a una penitente hasta que confiese su falta al hombre que va a casarse con ella. Si lo hiciera, estaría faltando al secreto de confesión.
Lo lamentable es que a Galdós no se le ocurriera consultar ese punto con cualquier sacerdote, lo que habría bastado para aclararlo. Tampoco pensó en lo absurda que sería una orden así si en vez de una mujer se hubiese tratado de un hombre.
En fin, el fallo es suficiente para restarle un punto a mi calificación de este libro. Y lo siento, porque Galdós me cae muy bien.
ENGLISH: Interesting novel set in the last days of Queen Isabel II of Spain. An unexpected surprise shortly before the middle of the novel restores the reader's interest.
Unfortunately Galdós makes a flagrant mistake, which does not go well with his extreme meticulousness, as when he visited all the towns in Spain that appear in his books. A confessor cannot deny absolution to a penitent until she confesses her sin to the man who is going to marry her. If he did, he would be breaking the secret of confession.
It's unfortunate that Galdós did not think of consulting that point with a priest, which would have been enough to clarify it. He also didn't think about how absurd a command like that would be if it had been a man instead of a woman.
In short, the failure is enough to subtract one point from my rating of this book. And I'm sorry, because I like Galdós very much.
Me ha tenido absolutamente atrapada esta novela. Fuera de las fortalezas o debilidades de carácter de los personajes, perfectamente reflejadas por Galdós, tenemos el retrato de una sociedad de apariencias, de quiero-y-no-puedo e hipocresía que no se diferencia tanto de la nuestra y en cuya comprensión no me ha costado entrar. El postureo, el egoísmo, la falta de genuina caridad... El poder omnívoro de la Iglesia llena la buena sociedad de beatos y beatas que son puro teatro. Teatro es también un recurso narrativo que utiliza el autor, un a modo de sainete prólogo y epílogo del drama que parece invento de uno de los personajes, escritor de novelas de situación. Situación que me ha tenido en vilo hasta el final... Amparo es mercancía estropeada y su seductor, -un sacerdote sin vocación-, un ogro voraz, posesivo y violento, que no vive ni deja. Ante la inesperada aparición del amor, la protagonista lucha entre su deseo legítimo de alcanzar la felicidad y la necesidad de reconocer esa falta de su pasado,- en ese momento imperdonable sobre todo en lo social-, ante su enamorado, un indiano casi obsesionado con encajar. Qué difícil y absurda tesitura para ambos por nimiedades tales. Qué gran novela crítica, qué gran construcción de personajes y de trama.
El título de Tormento no podría ser más acertado, pues la protagonista, Amparito, vive una auténtica pesadilla marcada por la hipocresía y la crueldad de quienes la rodean. Y entre todos, nadie se lleva el premio a la maldad como Rosalía de Bringas, una manipuladora experta en mantener las apariencias a costa de los demás.
La novela arranca con una conversación entre dos amigos sobre Francisco de Bringas, mi personaje favorito por cierto, y a partir de ahí Galdós nos sumerge en una galería de personajes que reflejan lo peor de la sociedad madrileña del siglo XIX: la doble moral, la obsesión por las apariencias y el desprecio por quienes se salen de las normas impuestas.
El lenguaje, con su riqueza y estilo tan de la época, nos transporta directamente a aquel Madrid lleno de contrastes, donde las diferencias de clase y las presiones sociales dictaban el destino de las personas.
Me gustaron casi todos los personajes, excepto "Agustín Caballero" o el delirio romántico de Amparito, no se porque no me lo creí.
Sin duda, es una lectura recomendadísima.
La adaptación cinematográfica de 1974 es interesante, aunque suaviza algunos aspectos cruciales: el sufrimiento de Amparo no se percibe con la misma intensidad, y Pedro Polo no parece tan despiadado como en el libro. Sin embargo, Rosalía de Bringas sigue destacando como la gran villana de la historia.
es que ni lo hemos acabado pero me tiene harto, me da igual la amparo y el pedro polo me dan igual todos. cada vez que la eva moya decía la rosalia me venía la motomami a la cabeza. enfin un tormento de libro.
“O lo digo palabra por palabra, o abro la ventana y me tiro al patio” Nunca me había identificado tanto con una frase de un libro y solo por ella le doy 2 estrellas más esq so true Agustín 😔
Es la novela más desesperante que he leído. ¡Ella no hace nada! Ni habla, ni se queja, ni explica a la justicia que es objeto de una maldad y de un abuso... por poco cierro el libro a las 150 páginas, no podía más.
Sin embargo, por la insistencia de Galdós me he dado cuenta de que Tormento no dice que es objeto del abuso porque se considera culpable y porque ni siquiera entiende exactamente qué y cómo sucedió. Su capacidad de obrar es tan reducida en la novela que desespera enormemente y resulta incomprensible para el lector de hoy.
Pero lo que en Hamlet se plantea como un drama de la condición humana y un conflicto de la inacción, en Tormento tiene una causa definida y, por evidente, exasperante: es mujer y es pobre. Y, de alguna manera, ya está. No hay más motivo, no hay drama humano trascendental. Tormento sufre porque es una mujer y en esa aparente simplicidad está resumido el grandísimo drama de la novela, así como la dificultad de una empatía real desde el privilegio. Qué novela tan difícil.
El libro recoge los personajes ya presentados en el Doctor Centeno, pero añadiendo algunos nuevos y proyectando el argumento en los que en aquella novela eran secundarios.
Una trama valiente para la época (e incluso para la nuestra actual).
Galdós, maestro del realismo, construye una historia muy sólida que si bien tarda en arrancar, a mitad de la novela despega para acabar en todo lo alto.
Tras ser la tercera obra de Galdós que leo, puedo decir que me gusta su forma de escribir. Desde luego es una obra que te engancha y que hace que no puedas separarte de libro. Es tan grande el misterio que es imposible soltarlo.
m'agradaria dir que he gaudit el llibre, però se m'ha fet molt pesat. La trama és comença a posar interessant a la página 300 i això no motivava a seguir llegint. Però tot i això, l'últim terç del llibre ha estat molt top, el final sí mereix la pena.
Poso aquest llibre a la llista dels llegits ja que tot i que el vaig llegir per a la classe de literatura castellana em va agradar molt. La relació entre els personatges, els simbolismes i la representació de les classes socials i els seus comportaments em van semblar molt interessants
Mi relectura de Galdós me está deparando muchos momentos gratos, y Tormento no ha sido la excepción. Simplemente estoy anonadado: con apenas un par de lineas nos retrata personajes, escenarios, ambientes.... de un modo tan intenso que cuando la acción nos lleva a casa de Bringas notamos los olores y el ruido, del mismo modo que las habitaciones del cura nos hacen boquear de asfixia y obligan a fijar la vista en la oscuridad. Casi notamos la voz de cada una de las personas, que no personajes, con quien nos encontramos. Amparo, de tono dulce y muy quedo, su hermana refugio, clara y alta, Rosalía, chillona y desagradable, agustín, profunda, Francisco, suelta y vivaz...
Es perfecta, no hay otra descripción. Como toda su obra. Y afortunadamente es una obra muy numerosa, porque Tormento te deja con ganas de más.
he tenido que leérmelo en literatura castellana y qué quieres que te diga, le ha faltado como esa chispa para que fuera una lectura que mereciera la pena. no ha sido hasta la pág 300 que la trama se ha puesto interesante. encuentro que hay muchas páginas excedentes. también se me ha hecho algo pesado por el simple hecho de que habían miles de descripciones constantemente, demasiadas para mi gusto. sin embargo, me ha gustado bastante el desenlace.
Este libro es un crimen. Si, tiene su humor y su gracia. Tiene un inicio que te engancha y un final que no te deja parar, pero le sobran 200 páginas, personajes odiosos y una clara misogínia.
Una muy buena novela del maestro Galdós, que no suele decepcionar. A decir verdad, sigo quemado con el ensayo de Vargas Llosa en el que habla de Galdós. Recuerdo algunas partes que me hicieron pensar que no leyó del todo bien, quizás demasiado deprisa, al novelista de Gran Canaria. Tenía en mente la idea de que Galdós no era, presuntamente, un narrador que innovara en nada, sino que simplemente se dedicaba a escribir. Nada más lejos de la realidad, Tormento es un ejemplo del intento de incursión en nuevas técnicas narrativas. Al margen de la aparición del texto como manuscrito a final de la novela, que se aprecia de manera breve, pero que también es un homenaje a Cervantes, Galdós incorpora fragmentos de la novela epistolar a lo largo de la obra, que si bien no son muchos ofrecen un distanciamiento de la acción más que interesante. Por otra parte, quizás las más importante, la aparición del monólogo interior que años más tarde perfeccionaría Virginia Woolf. Se observan claramente largos párrafos donde los personajes dialogan imaginariamente dentro de la mente del personaje en cuestión, así como largos soliloquios donde el actante da vida a sus dudas y anhelos. Sin duda muestras de los intentos de Galdós por seguir explorando las facetas del narrador. Por otra parte, en cuanto a la trama, muy bien llevada con una representación maravillosa de los distintos estratos de la sociedad, prácticamente en la misma casa. La figura de los Bringas hace mención a las clases que trataban de vivir por encima de sus posibilidades, así como intervienen conceptos filosófico-morales como la envidia, especialmente la que subyace al ver a Agustín. Para terminar, el juego entre realidad-anhelo de Amparo (Tormento) está muy bien llevado, creando expectativas en el lector que no siempre se cumplen, como en el caso final (con guiño, estoy casi seguro, a Flaubert incluido). En resumidas cuentas: tenía una deuda con Galdós en relación con las palabras de Llosa, pero siempre que vuelvo a él me da las respuestas literarias necesarias. Todos tenemos un autor, supongo, un autor del que nunca nos desprenderemos. Galdós es mi autor, aquel que espero llevar siempre.
Realizar una crítica sobre Galdós debería considerarse sacrilegio, ya que estamos ante uno de los mejores escritores españoles. No obstante, me gustaría comentar mis impresiones sobre el primer libro que leo de él y que no sea una adaptación.
Cometí el error de no comenzar por su primera obra de las Novelas Contemporáneas o, al menos, por El doctor Centeno que comparte personajes con Tormento, por lo que se me hizo bastante confuso la variedad del elenco, con nombres y apellidos, y los distintos motes que maneja. Sin embargo, a mitad de la obra, esta acelera el ritmo y se convierte en un material imposible de abandonar.
He adorado cada palabra, cada reflexión, cada ironía escondida entre los párrafos que revela una sociedad española del siglo XIX a la cual tendemos a infantilizar.
Uno de los mayores temas de Tormento es la hipocresía, oculta en la clase burguesa y en las apariencias, en una familia aparentemente acomodada que acude a actos importantes realizando sacrificios económicos porque es más importante ser visto que a que te vean cómo eres realmente. También se denuncia la hipocresía en la Iglesia, con una fuerte denuncia anticlerical, desarrollando personajes corruptos, embrutecidos y abusadores, que aprovechan la inocencia e ingenuidad para llevar a cabo sus propósitos.
Amparo, nuestra protagonista, se encuentra encorsetada entre ambos mundos, víctima de su clase social y de su condición de mujer. Abraza y acepta su destino de forma pasiva y solo espera a que alguien la saque de ahí, porque no se cree merecedora de la buena suerte que pueda llegar a tener. Sus diálogos internos, sobre todo en la última parte, me han conquistado, porque reflejan claramente las rumiaciones internas de una persona insegura y torturada por esas normas sociales. Me parece maravillosa su división en sus dos egos: Amparo, humilde y trabajadora, y Tormento, cuando se hace más pequeña, víctima de los abusos de Pedro Polo. Con este apodo que le pone el antagonista del libro, Amparo se ve despersonalizada y reducida, constante recordatorio de su falta. Es brillante.
Aparte de la protagonista, se suma un elenco de personajes carismáticos, bien definidos y con voz propia. Todo ello para denunciar la situación en la que se encontraba España, rifada por una clase burguesa acomplejada y egoísta y por una Iglesia poderosa y asfixiante, ambas pugnándose su propia parcela.
A todo ello hay que añadir un final sorprendente, que no se aproxima a los cuentos con final feliz, sino que le da una vuelta de tuerca, muy en la línea de unos pensamientos progresistas que se iban haciendo hueco por aquella época
No, no ha sido un tormento leer esta novela. Es el Galdós que más me ha gustado de todos los que me he leído hasta ahora (La primera serie de Episodios Nacionales, Misericordia y éste). Lo he disfrutado mucho, un deleite inigualable. No sólo por los personajes tan bien construidos, que son el punto fuerte de esta novela. No sólo por la incomparable descripción de los usos y costumbres de la pequeña burguesía madrileña del siglo XIX. No sólo por esa facilidad para retratar las diatribas y dilemas morales que se nos pasan desordenadamente por la cabeza cuando nos enfrentamos a nuestras zonas más oscuras. Y no sólo por esa maestría en juntar palabras y contar cosas tan cotidianas de una manera tan deliciosa.
Para muestra, pasajes del libro:
"Hallábase en el punto en que se confunden las relaciones de amistad con las de servidumbre, y no podía decir si la subyugaba una dulce amiga o si un ama despótica la favorecía" (Capítulo 4). Con dos frases bella y magistralmente construidas comprendes cuál es la situación de Amparo en esa casa de Bringas y cuál es la personalidad de tirana vestida de dulzura que tiene Rosalía.
Y cómo se consigue una imagen tan viva para mostrar lo que puede pasar por una mente atribulada:
"Y echando de su pecho un suspiro tan grande que parecía resoplido de león, meditó breve rato, apoyando la cabeza en la mano. Tanto le pesaba una idea que tenía" (Capítulo 15).
Y cómo en pocas palabras se puede describir una debilidad de carácter:
"La idea del alejamiento del peligro enfrió su ánimo envalentonado por la confesión y dispuesto para una confesión nueva. La debilidad, recobrando su imperio, momentáneamente perdido, se asentó con orgullo en aquel blando ser, no nacido para acometer la vida sino para recibirla como se la dieran las circunstancias" (Capítulo 23).
Y esta maestría para crear un ambiente desapacible y lluvioso, como el estado de ánimo de Agustín Caballero:
"Las móviles bandadas de paraguas iban por las aceras, cediéndose el paso con dificultad y cubriendo mal a las personas. Los chorros de los canalones tocaban sobre ellos redobles de tambor, y unos y otros se embestían, se picoteaban, se arañaban. Veíanse sombreros parecidos a manantiales y caras semejantes a las de los tritones y nayades de mármol que desempeñan el más húmedo de los papeles en las fuentes públicas". (Capítulo 36).
Los personajes, como decía antes, se encuentran muy hábilmente retratados. Dan ganas de saber qué sigue siendo de ellos después de acabar la novela. Esas ganas deben ser saciadas con "La de Bringas"
En fin, una experiencia lectora primorosa que espero poder repetir en futuros Galdós que vaya descubriendo.
devo dire che all’inizio è stato un po’ noioso però poi ti prende ed è veramente bello! mi dispiace non aver saputo i veri motivi del perché don pedro era così matto e perché la chiamava tormento + del perché lei aveva così paura di lui! rosalía è proprio lo stereotipo della donna chiacchierona che vuole tutto per lei e che fa finta di essere di alta borghesia, gelosa del successo di altre donne. inoltre, caballero è stato super cucciolotto che alla fine se ne è sbattuto della società e di quello che potrà dire su di loro nonostante lo scandalo e ha chiesto ad amparo di andare con lui in viaggio per stare assieme!
A married couple, with pretensions above their social station A young, naive, well-meaning young woman working in the household of the married couple A wastrel sister A very wealthy returnee from the Americas, shy, reserved, withdrawn An ex-seminary, now down-and-out, living in penury And ... a SECRET!
Method:
Mix ingredients well. If possible, employ Benito Pérez Galdós to do the mixing.
Ingest slowly. Luxuriate in the confection produced. Allow the aftertaste to linger. Give it six stars.
"Un tren que parte es la cosa del mundo más semejante a un libro que se acaba. Cuando los trenes vuelvan, abríos, páginas nuevas".
Cómo he disfrutado con esta lectura. Ágil, apasionante e intrigante hasta el final. Me ha sorprendido la habilidad de Galdós para crear personajes. Caricaturizados a la par que realistas, personajes magnéticos y arrolladores que no olvidaré. Una historia intensa y conmovedora que no podía tener por título otra cosa que TORMENTO.
el principi es fa bastant pesat i no saps on ets. a mesura que avança la narració vas entenent els personatges i les seves accions. l'autor dedica moltes pàgines a la descripció dels espais i al què pensen els personatges. d'aquesta manera pots imaginar-te molt bé l'entorn, però pot arribar a ser cansat sinó estàs acostumat a llegir novel·la realista. l'acció de veritat i el conflicte comença a les últimes 100 pàgines.
En resumidas cuentas, una obra que critica las convenciones sociales de la burguesía del siglo XIX; tanto la preocupación de aparentar una vida lujosa como un terrible miedo al qué dirán. Entre toda esta hipocresía social tenemos a dos personajes con una verdadera humildad natural: Amparo y Agustín.