Miguel piensa que su hermano es un pringado que viste con la ropa que le compra su madre, no se integra y se pone colorado cada vez que una chica se le acerca. Eduardo opina que Miguel cumple todos los requisitos del perfecto graciosete y creído. Lleva diecisiete años aguantándole y no ve el día de perderle de vista. Menos mal que no salieron siameses, porque eso sí que hubiera sido un suplicio... Parece imposible que dos personas así se entiendan. ¿O no?
Nació en 1974 en Madrid. Él dice que estudió Económicas y todavía no sabe muy bien por qué; que escribe y todavía no sabe muy bien por qué... en realidad no sabe muy bien por qué hace la mayoría de las cosas que hace y todavía no sabe si eso es bueno o malo. Nosotros sí sabemos por qué: para que podamos disfrutar de sus magníficos libros.
Un libro que al principio no te engancha mucho y no lo entiendes pero al final te atrapa. Me ha gustado mucho pero quizás ha faltado algo para que sea 5 estrellas