Constanza Michelson

“El deseo busca lo que no tiene, y la histeria es esa condición inconsciente que se las arregla para tener algo que desear, a condición de nunca colmar del todo las aspiraciones. De ahí esa sensación de que al alcanzar una meta, uno ya está pensando en el próximo paso. En el fondo, la histeria es el deseo de tener un deseo insatisfecho. Es decir, no solo se trata de anhelar lo que no se tiene —en sus versiones desafíos, envidia, competencia, frustración—, sino que también de perseguir, sin darnos cuenta, nunca satisfacer del todo nuestro desear. Y es esta condición la que enreda la cancha de la ciencia y los cálculos del amor. Hay sujetos cuya personalidad está más anclada en este rasgo;  estos son los llamados histéricos, quienes en sus vidas enfatizan, bajo diversas maniobras, el problema de lo que les falta a ellos y a los otros. Mientras que su reverso, los sujetos posicionados en la llamada neurosis obsesiva”
― Constanza Michelson, Cincuenta sombras de Freud. Laberintos del amor y el sexo

“Todos somos hijos de alguien, y todos heredamos historias, verdades a medio construir, silencios raros, líneas que faltan, también líneas excesivas, casi imposibles de digerir. De algún modo, cada hijo se encarga, lo sepa o no, de tener que elaborar una verdad.”
― Constanza Michelson, Nostalgia del desastre