Estimado Diego. Leo tu reseña con el corazón en un puño, sintiendo un gran agradecimiento de que hayas invertido tu valioso tiempo en leer mi novela y saber que te ha gustado y la hayas sentido como verdades. Ese es para mí el gran poder de la fantasía: contar verdades a través de lo imposible. Así que solo puedo darte las gracias por tus palabras y que ahora y para siempre formas parte del Valle de la sal. ¡Que esta hoguera siga ardiendo!
¡Que esta hoguera siga ardiendo!