“Estad con él y os mantendréis estables; reposad en él y estaréis tranquilos. ¿Por qué vais a la adversidad? ¿Adónde vais? El bien que amáis, de él proviene, pero sólo por relación a él todo es bueno y grato. Mas será justamente amargo si lo que de él proviene se ama sin justa medida abandonándole a él. ¿Por qué una y otra vez practicáis aún caminos difíciles y trabajosos? No está el descanso donde lo buscáis. Seguid buscando lo que buscáis, pero no está donde lo buscáis. Buscáis la vida dichosa en la región de la muerte. No está allí. Pues, ¿cómo puede haber vida feliz donde ni siquiera vida hay?”