“En ese desierto intelectual y político triunfan la «chapa» y el «apanado». Reina el palomilla. En medio de esa tierra baldía, una ocurrencia —una chapa ingeniosa entre otras— florece como una categoría política referencial para el presidente de la República o para nuestros intelectuales. En ese sentido, su éxito es síntoma de un país empachado hasta la inconsciencia del mejunje de fútbol y farándula con el que lo ceban día tras día.”
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Alberto Vergara,
Ciudadanos sin República