Teresa descubre que no puede convertirse en santa por sí sola, con sus propias fuerzas. Sus méritos y sus buenas obras no bastan para salvarla. Ella une, pues, de una forma sencilla el corazón del mensaje del Evangelio y el de san Pablo: el hombre no se salva solo por sus obras, sus actos. Es salvado por gracia, por misericordia, una gracia que se recibe a través de la fe, por la confianza.
— Jan 01, 2022 01:40PM
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