“Mis cortesanos me llamaban el Príncipe Feliz, y lo era, si es que el placer puede llamarse felicidad. Así viví y así morí. Pero ahora, desde lo alto donde me han elevado, contemplo todas las miserias y fealdades de mi ciudad. Y aunque mi corazón sea de plomo, no me queda más que llorar.”
— Sep 04, 2025 12:34PM
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