Descartes termina su primera meditación sumido en la más completa oscuridad, sin nada a lo que agarrarse. Será al día siguiente, en la segunda meditación, que verá por fin la luz al final del túnel y creerá encontrar una verdad absolutamente indudable: su propia existencia. Cogito, ergo sum: «Pienso, por tanto, existo».
— Mar 14, 2025 10:19AM
Add a comment