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No sé si es que llevaba mucho desde que leí algo de Agatha Christie, pero esto me está gustando mucho y me dan solo ganas de saber más.

La ley número 46 tiene bastante sentido, incluso en un ámbito actual, pero sigo sin entender la necesidad de poner lo mismo sinfín de veces. Es tan redundante.

Ya solo dos leyes más y adiós...

Llegando al final, esto se está poniendo cada vez más redundante y falto de esencia.

La ley 54 es de las más inestables, relaciona muchas cosas que no llegan a un fin real y se confunden los pilares en las observaciones.

Solo 7 leyes y listo.

Este libro ha sido una tortura honestamente, pero quiero terminarlo. Espero poder hacerlo antes de que termine el año, pero los últimos capítulos son los más extensos y la ley que acabo de leer es de las más tontas. La número 40. Me da risa a veces lo ridículo que pueden llegar a relacionar las referencias con el tiempo actual.

Siento que leyendo sobre cosas tan profundas y otras tan irrelevantes al mismo tiempo.

"Hinca un clavo, Joe, amor mío,
híncalo donde tú sabes, amor mío,
toda la noche, clavo tras clavo,
híncame ese clavo nabo.
Clavo nabo, oh, vlavo nabo,
¡híncame ese clavo nabo!

Bastante retrógrado. Ya solo me faltan 11 leyes. Yay.

La tercera cuarta parte del libro no me gustó nada, me dieron ganas de dejar de leer pero se está volviendo a levantar. Hay muchos detalles que son tan innesarios y la continuidad de una escena a otra es tan discordante.

Llegando ya a ley 20

Hasta acá llega Farenheit 451.

El concepto de la historia me fascina. Un lugar en dónde queman libros como parte del día a día y está prohibido conservarlos es una idea que atrae a cualquier lector porque es de lo más preciado para nosotros, los libros.

El resto de páginas es de otro cuento llamado "El parque de juegos". Ya veré de qué trata.

¿Cómo vivir así, con la vergüenza de aguantarse las ganas de encajarle a la vida una pistola en el ombligo?

Ahora mismo te cuento cosas de mi vida tratando de que no me juzgues mal, pero también haciendo todo lo posible para que al fin me odies como Dios manda.

O también recordándole a aquel lerdo Lerdo que sus recién treinta años le otorgaban derecho a empuñar la petulancia con gracia de esgrima.

La chicha y el vino combaten las penas por un rato, pero al final y para muchos la muerte es una invitación al descanso.

-¿Este tipo de arma es legal en Massachusetts? -quiso saber Alice.
-Ahora sí, Alice -replicó Tom sin sonreír-. ¿Es hora de irse?

Este libro está bien bonis.

Impromptu Encouragement is sick AF. Got it. This sht escalated real fast 😳

—La nariz no me engaña nunca —alardeó—. Puedo oler la rebeldía, el orgullo, la desobediencia... Como huela cualquiera de esas cosas, lo pagaréis. Cuando os olfatee, no quiero otro olor que el del miedo.

—¿Puedes caminar? —El hombre parecía preocupado.
—No —dijo Lommy—. Tenéis que llevarme.
—¿De verdad? —Levantó la lanza como quien no quiere la cosa y atravesó el cuello del muchacho. Lommy ni siquiera tuvo tiempo de rendirse de nuevo. Se estremeció una vez y murió. Cuando el hombre sacó la lanza, la sangre brotó en un surtidor oscuro—. Que lo llevemos, dice —murmuró con una risita.

El maquillaje como ritual, dice.

...No tenía ninguna fe en que ocurriera lo que deseaba, y sabía que sin fe no ocurriría. Sabía que sin fe no ocurre nada de lo que debería ocurrir, y con fe casi siempre tampoco.

-Pero si la he visto tanto -dijo la Mag impaciente-. Horacio la traía metida en el pelo, en el sobretodo, temblaba de ella, se lavaba de ella.