Albertix > Recent Status Updates

“Quizás era cierto que ya no había lugar en la tierra para él. Quizás ésa era la razón de que Melniboné estuviera derrumbándose lentamente, de que cada año nacieran menos niños y de que los propios dragones hubieran dejado de tener descendencia.”

“And once Chips had got into trouble because of some joke he had made about the name and ancestry of a boy named Isaacstein.”

“I’m very glad… That was a grand day we all had—and a fine game, too.”

“One o’ the best days aht I ever ‘ad in me life. Wish it was then and not nah—straight, I do. I’m off to Frawnce to-morrer.”

A month or so later Chips heard that he had been killed at Passchendaele.

“Thus he found himself the rescued instead of the rescuer; and neither role was one for which he had much relish. For he did not, he would have said, care for women; he never felt at home or at ease with them; and that monstrous creature beginning to be talked about, the New Woman of the nineties, filled him with horror.”

“El profesor soltaba esa perorata tan a menudo que se la sabían de memoria. En el pasado, los hombres habían sido gigantes, y cada nueva generación había traído consigo un mayor declive. Aristóteles había inventado la lógica; Euclides, la geometría; Kant, la razón sistemática. Los avances aportados por el pensamiento después de eso habían sido mínimos.”

“No siento nada en absoluto. Y quisiera que no fuera así. Pero nada de aquello me causa preocupaciones. Media hora después, Dick me contaba chistes y yo me reía a carcajadas. Quizá no seamos humanos. Yo soy lo bastante humano como para sentir lástima de mí mismo. Me apena no poder largarme de aquí cuando tú te vayas. Pero nada más.”

“Yo no quería hacerle daño a aquel hombre. A mí me parecía un señor muy bueno. Muy cortés. Lo pensé así hasta el momento en que le corté el cuello.”

“Tuve que ponerme de rodillas. En aquel momento fue como si me viese a mí mismo desde fuera. Como si me viera en una película. Aquello me hizo sentir mal. Me asqueaba Dick y toda aquella cháchara acerca de la caja fuerte, de un hombre riquísimo, y yo, arrastrándome de bruces para robar un dólar de plata a una niña. Un dólar. Y me arrastraba para cogerlo.”

“—Dick, siento curiosidad. ¿Por qué toda esa gente aceptó tus cheques? Me gustaría mucho saber el secreto.
—El secreto es este: la gente es idiota.”

“—¿Sabes qué estoy pensando? —preguntó Perry—. Pues que nosotros dos debemos de tener algo anormal. Para hacer lo que hicimos.”

“Nada le asusta —murmuró comentando una cualidad del señor Clutter que nadie ponía en duda. Aquella impávida seguridad en sí mismo que si por un lado suscitaba respeto, por otro ponía trabas al afecto que otros pudieran sentir por él—. No puedo imaginarlo asustado. Suceda lo que suceda, usted siempre saldrá bien librado.”

“Armadillo?” he asked. “Can you talk to him?”

“I have been,” said the armadillo. “It’s mostly swearing. He’s got a remarkable vocabulary, for a sheep.”

“If they weren’t after me then, they might be now, anyhow—the harps never shut up, you understand, and I’d be the convenient scapegoat, and they might think that killing me would make the harps stop shrieking.”

“Would it?” asked Oliver, professionally interested.”

“The funny thing —not amusing, exactly, but funny nonetheless— was that he’d been entirely willing to risk his life for the village, and now here they were, demanding that he do something he’d been planning to do anyway, and apparently willing to throw him out on his ear if he didn’t.

He’d be lying if he said that this hadn’t soured his enthusiasm a bit.”

“Tres aspirinas, una root beer helada y un cigarrillo Pall Mall tras otro, era lo que él consideraba un desayuno «como Dios manda».”

“Mirad, mirad, grabadlo para vuestros documentales históricos… y daos cuenta de lo que vale nuestra época, y rendid homenaje a la memoria de los que tuvieron que pasar por todo esto. Mirad estas caras jóvenes, obtusas, indiferentes, acostumbradas a todas las ferocidades, y no desviéis la vista a otra parte, porque vuestros propios antepasados no eran mejores que éstos.”

“Aquellas luces se encenderían a pesar de todo. A pesar de su aparente inutilidad. A pesar de la opresión. A pesar de que las pisoteasen. Y a pesar de que no le hicieran falta a nadie en el mundo, y de que todo el mundo estuviera contra ellas. A pesar de que en el mejor de los casos solamente pudieran contar con un desdeñoso y perplejo sentimiento de lástima.”

“Puedo justificar la brutalidad de este muchacho (…) por sus condiciones sociales, por la educación tan feroz que ha recibido, por todo lo que se quiera, pero veo claramente que es mi enemigo, que es el enemigo de todo lo que yo quiero, de mis amigos y de lo que considero más sagrado. Y por eso mi odio no es teórico, no es el odio al «representante típico» de una sociedad, sino algo personal.”

“Don Reba es algo absurdo, una insignificancia comparado con este cúmulo de tradiciones y reglas gregarias santificadas por los siglos, inmutables, comprensibles hasta para el más torpe de los torpes y que, además, no obliga a pensar ni a molestarse.”

“Nosotros, que en la Tierra éramos verdaderos humanistas, que sentíamos el humanismo como si fuera la piedra angular de nuestra propia naturaleza, que en nuestro respeto por el hombre, en nuestro amor al hombre, llegábamos hasta al antropocentrismo, nos damos cuenta aquí, con verdadero horror, que lo que amábamos no era al hombre sino al habitante de la Tierra, a nuestro igual.”

“…la peculiaridad consiste en que Leni encuentra atractivos a la mayoría de los acusados. Les toma afecto a todos, los quiere a todos, y parece ser querida también por todos; para distraerme, me cuenta luego, cuando se lo permito, muchas cosas al respecto.”

“«Ah», dijo K. asintiendo, «esos libros son sin duda libros de leyes, y es propio de esta clase de justicia sufrir condena no solo siendo inocente, sino permaneciendo además ignorante.»”

“No te culpo, Nikaro. Igual deberías dejar de culparte tú.”

“—¿Estás bien? —le preguntó Pintor.
—¡Es lo peor que he hecho en la vida! —exclamó ella, lanzando las manos al aire—. ¡Ha sido maravilloso!
—Chica —dijo él—, de verdad que tienes que salir más.”

“Pintor hizo una mueca. Había esperado una reacción más satisfactoria. Soltar una pulla a alguien y que la interiorizase era espantoso, el equivalente conversacional a intentar un eructo humorístico y provocarte el vómito sin querer.”

“Normal que fuera una chica tan rara. Aquello no excusaba que Yumi fuese la manifestación humana de la sensación que daba perder el último autobús de vuelta a casa, pero tenerlo en cuenta hacía que Pintor le encontrara mucho más sentido.”

“Miró alrededor otra vez y, a medida que los ojos se le acostumbraban a la penumbra —allí debía de ser de noche, pero ¿qué era esa luz tan extraña?—, distinguió cosas que antes había pasado por alto. Ropa tirada por el suelo. Cuencos sin lavar amontonados en una encimera. Basura.

¿El héroe… era un guarro?”

“En un chiste popular de la época, un miembro de las SA le dice a otro: «El Reichstag está ardiendo», a lo que este responde: «No, eso será mañana».”

“Aunque, por otra parte, no hay nada intrínsecamente valioso en ninguna forma de arte. No es que esté quejándome ni menospreciándolo. En realidad es uno de los aspectos más maravillosos que tiene el arte: el hecho de que sea la gente quien decide qué es hermoso.”

“De todas maneras mis órdenes ya no las cumple nadie.”