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Te he hablado de la soledad y de la oscuridad y de que por entonces ya las conocía, pero aquel día fue como si me barriera un viento frío como no había sentido otro jamás, y que aquel viento soplara durante años y años.

Porque nada verdadero puede decirse de Dios desde una postura defensiva.

La paradoja expresa la incapacidad de estar naturalmente en el mundo.

Así es como funciona la vida: enviamos a nuestros hijos al desierto. A algunos, el mismo día de su nacimiento, parece, a pesar de toda la ayuda que podamos darles. Algunos parecen llevar un desierto en sí mismos. Pero allí también debe de haber ángeles, y manantiales de agua. Incluso ese desierto, la mismísima guarida de los chacales, es del Señor.

La experiencia me dice que la culpa puede brotar por la brecha más insignificante y cubrir el paisaje y formar en él charcas y ciénagas, tan natural como el agua.

La promesa es el amor en sus primeros meses de vida.

Las personas que nos quieren son lugares donde no podemos entrar con la mentira: nada más decirles hola nos desenmascaran. Sabemos que alguien nos quiere cuando sin pretenderlo nos desinflamos. Si temblamos delante de su mirada, pero sin miedo.

Mi mente pueril es la que piensa que la gente está dispuesta a darlo solo porque uno lo necesita.

La posibilidad de sentirse alegre entre los demás, sobre todo cuando nos cohíbe hasta la mirada de un pájaro, es uno de los secretos más extraños de la tristeza.

Dile a un alma delicada la palabra "separación" y brotará el poeta que hay en ella. La misma palabra a un hombre cualquiera no le inspira nada. Y no solamente "separación", sino cualquier otra palabra. La diferencia entre los hombres se mide por la resonancia afectiva de las palabras.

Para el hombre disciplinario-autoritario, la música se circunscribía a sitios o momentos precisos, concierto, baile, music-hall, radio; el individuo posmoderno, al contrario, oye música de la mañana a la noche, como si tuviese necesidad de permanecer fuera, de ser transportado y envuelto en un ambiente sincopado, como si necesitara una desrealización estimulante, eufórica o embriagante del mundo.

Si todavía estamos vivos, si persistimos en esa encrucijada de caminos de bosque que no conducen a ninguna parte, si estamos dispuestos a perdernos en el mundo y a avergonzarnos de lo que hemos hecho de él, es porque no sabemos ni sabremos nunca cómo vivir. Ignoramos qué hay que hacer con lo que está ahí, en el exterior, lejos de nuestro control. Solo podemos mirar por la ventana y estar atentos.

Dos sentimientos me han acompañado desde la infancia, fieles hasta hoy: el desamparo y la intranquilidad. De esta mezcla ha surgido un ser errante, un apóstata, un encausado por deserción.

La historia de España en un aforismo de Ramón Andrés: "Nos apuntamos lo mismo a una fiesta que a una dictadura". Y con el mismo fervor obediente, añadiría yo.

El hastío en todas sus formas es una de las miserias más preciosas que le hayan sido dadas al hombre como escala para subir.

Lo bello es lo que deseamos sin ánimo de comérnoslo. Deseamos que exista.

Ver a cada ser humano (imagen de uno mismo) como una prisión en la que habita un prisionero con todo el universo a su alrededor. [...] Estar dispuestos continuamente a admitir que el otro es algo muy distinto de lo que leemos cuando él se halla delante (o cuando pensamos en él). [...] Cada ser grita en silencio pidiendo ser leído de otra manera.

Los seres a los que amo son criaturas. Han nacido del azar. También mi encuentro con ellos es un azar. Morirán. Lo que piensan, lo que sienten y lo que hacen está limitado y es mezcla de bien y de mal.
Saber esto mismo con toda el alma, y no por ello dejar de amarlos.

Los cabos que no podemos atar son el testimonio de lo trascendente.

El crimen que uno lleva en sí mismo, debe infligírselo a sí mismo. [...] La paciencia consiste en no transformar el sufrimiento en crimen.

Amar a un extraño como a sí mismo entraña como contrapartida: amarse a sí mismo como a un extraño.

Cuando estoy en algún sitio, profano el silencio del cielo y de la tierra con mi respiración y los latidos de mi corazón.