Ángelo Néstore's Blog
May 14, 2017
Adán o nada, un drama transgénero

Sucede a veces, pocas, que abres un libro y dejas que te devore. Los versos de Ángelo Néstore (Lecce, Italia, 1986) tienen esa virtud, poseen la capacidad de arrasarte, traspasan las fronteras de la poética, aparecen como un espacio escénico donde es posible el todo y la nada, la identidad y la herida. Lo saben bien los escritores Javier Fernández y Alejandro Simón Partal que arropan, intencionadamente y con certezas, el debut poético de una voz joven pero poderosa.
Ángelo Néstore es poeta, traductor, actor y profesor. Dirige el Festival Internacional de Poesía de Málaga Irreconciliables, con Violeta Niebla, y la editorial de poesía feminista La Señora Dalloway, junto a Carmen G. de la Cueva y Martín de Arriba. Con dieciocho años se alzó con el galardón a Mejor Interpretación Masculina en el Concurso Nacional de Teatro Vittorio Gassman de Roma. Adán o nada es su primer poemario y coincide en el tiempo con Actos impuros, con el que obtiene el XXXII Premio de Poesía Hiperión.
«Este drama muestra unos cuerpos ajenos que forman un nosotros, una tensión entre amar y ser amado, que acaba trascendiendo lo numinoso. Y, quizá lo más importante, es germen de autenticidad, de emoción soterrada, de cántico austero que engendra belleza: una propuesta íntima de aspirar a otra posibilidad», Alejandro Simón Partal (prólogo).
Más información aquí.
Published on May 14, 2017 02:58
•
Tags:
angelo-nestore, gay, poesía, queer, trans, transgénero
November 4, 2016
Poetas jóvenes que debemos leer

Hoy en El País se ha publicado un artículo en el cual se sugerían a diez poetas jóvenes del panorama literario español contemporáneo que deberíamos leer. Conforme iban apareciendo los títulos de los libros, me sorprendió enormemente ver que no había ninguno de los que tenía en mi cabeza. Eso me ha hecho reflexionar sobre lo subjetiva y diversa que puede ser la experiencia de lectura poética. Por tanto, y lejos de ser una recopilación exhaustiva, aquí os propongo un escueto catálogo de voces que estimo necesarias, aunque no creo que nadie tenga que decir qué es lo que deberíamos leer o no.
Definir el concepto de poeta joven es también ardua tarea. Es espeluznante, pero el reloj biológico del poeta joven está marcado por los concursos, que nos ponen despiadadamente como fecha de caducidad para ser unos yogurines los 35 años. Por estas razones, he incluido a autoras y autores que aún no han cumplido los 35 años en 2016. Aquí mi propuesta y un poema de cada persona.
Berta García Faet, 1988
Daño nº 18
Creer que estás embarazada
Querer sexo (querer que quieran sexo
contigo) pero pasar el viernes sola
Ponerte en el pellejo de la hermana de Celan
que nunca apareció
Ver llorar a un anciano
que ha visto un reportaje en la televisión pública
sobre el abandono de ancianos; su triste párpado
de repente
chasquea
Ir al ginecólogo y decir
creo que estoy embarazada
Desmayarte de nervios y dolor; el doctor te hipnotiza
con su insulto feroz “no sé por qué, querida,
te duele tanto este dilatador: es
para vírgenes”
Decirle a tu madre
he ido al ginecólogo
porque creía que estaba embarazada
Ah, ¿ya mantenéis relaciones sexuales completas?
Y sin precauciones, estoy decepcionada
Ver que tu madre está decepcionada tu
madre está
decepcionada
Ponerte en el pellejo de Celan
que jamás encontró a su hermana
imaginaria
Ponerte en el pellejo de Giséle porque
Celan intentó estrangularla porque
jamás encontró a su hermana
imaginaria
Querer gustarle pero él te dice
si quieres vamos a mi cuarto o a tu cuarto
Lleváis apenas 10 minutos
con los besos no te fías
de él
Querer sexo pero no fiarse
Ah, ¿Pero querías algo auténtico?
Y sin precauciones, estoy decepcionada
Me dijiste que tenías el corazón atado
al tobillo
Lo siento lo solté un momento me dormí
y se me escapó
Es un desobediente
Muy mal muy mal pídele perdón al chico
Perdón
chico
de La edad de merecer (La Bella Varsovia, 2015)
David Leo García, 1988
Agua corriente
Tanto arreglar grifos para ver correr el agua, el agua
que riegue tu simbología de las cosas que perecen, el agua
que preste agua a tu sed incalculable, el agua
que te ayude a mirarlo todo por vez primera,
como si no hubieras pestañeado jamás,
como si los objetos hubieran dejado de inventarse,
esperando, no ya ser hasta siempre, sino haber sido desde siempre, agua
para comunicar tus órganos, para limpiarte el cráneo y convencerte
de que no eres objeto ni lavabo y convencerte
de que tienes que cumplir tus días de hombre, agua
para beber, para procurarte una eternidad,
como si ser eternos nos eximiese de ser torpes,
como si por ser eternos no se nos fueran
a estrellar los vasos de agua contra el suelo.
Sara Torres, 1991
Dijiste
esa roca se precipita por la grieta hacia el barranco
esa roca es el fastial la más elevada
la estrella irrecuperable de la cúpula
Esa caída la vas a llorar
dijiste
sin compasión sin miedo con una paciencia infinita
de Conjuros y cantos (Kriller71, 2016)
Alejandro Simón Partal, 1983
Sin título
Se construye la realidad de prioridades:
el objeto abriendo paso al deseo
entre el jaleo de la carne,
la orilla precediendo al hundimiento,
un cuerpo donde te proclaman rey
hasta donde alcance la vista.
Sólo en la realidad las prioridades
encuentran oficio.
Tiene que existir un lugar
donde todo este empeño
no sea necesario, donde
reviente el clamor
con el solo motivo del clamor.
Tiene que existir este sitio
donde el placer no precise referéndum,
donde lo que siento no nazca
de una herencia:
allí dejarán los hechos
de ser inevitables.
de Los himnos abdominales (Renacimiento, 2015)
Rosa Berbel, 1997
Dejà-vu
Vuelves con lentitud a los catorce años.
Eres la que aprende que su cuerpo esconde
mecanismos de defensa,
que su cuerpo es torre medieval
y no se achanta ante los golpes de invasores
y no se rinde ante la persistencia y el roce
y las guerrillas en el vientre.
Eres la misma que elige con cuidado
los nombres de las cosas cotidianas,
las cosas peligrosas,
la que interpreta los gestos de los hombres
desde la distancia: aquí el beso /
aquí el anillo / aquí la misericordia.
Amplías con pasión los dominios del verbo,
confías en que la mentira esté justificada
solo en caso de que el poema no resulte
verosímil. Pero el dolor
no es útil, el dolor no sirve ni siquiera
cuando el ritmo está perdido.
Eres la que extrae con cautela la ternura.
La que aprende a dejar de tener hambre.
La convulsa ante el terror de las guerras lejanas
la que grita ante el maltrato del novio
y se posiciona siempre
en la trinchera del frágil del roto
del imposible.
Vuelves con lentitud a los catorce años.
Te abalanzas sobre la herida
para reivindicarla.
de Supernova (Bandaàparte, 2016)
Carlos Catena, 1995
Ahmed y Layla
En Raqqa, capital del Estado Islámico, a 29 de junio de 2014
cayó la noche sobre nosotros:
Abu Bakr Al-Baghdaddí lanzó desde los minaretes kilómetros de tela
ahora el burka cuelga de tus aristas
ahora el burka ha expulsado al hombre del paraíso
el hombre que no cabe bajo tu vestido
ha aprendido a identificar tus huellas en la arena del mercado
tus bordados y tu color negro son los más elegantes del califato
reconozco tus andares en la tela oscura:
allí donde antes sonreías al frutero ahora aprietas el paso
porque hay cabezas sin cuerpo en lugar de farolas
oh Layla
echo de menos tu frente tus manos tu nariz
oh Layla
tengo miedo de pedir tu mano
quizá Mahoma se enfade por perder a la más hermosa de sus siete vírgenes
pero pediré tu mano Layla
y si tu padre dice que sí
jugaremos a ser dos actores americanos de claros cabellos
de los que se besan y de noche duermen tapados allí en las tierras del frío
Layla quiero ir contigo a ver el frío
tiritar juntos bajo los neones de la noche infiel de Occidente
mientras conseguimos los visados falsos para huir del califato
te enseñaré a decir te quiero en inglés
y si nos detienen en la frontera volveremos a Raqqa sí pero te juro
que regiremos nuestra casa por normas occidentales
en la trastienda tengo el vodka que olvidaron los comunistas en la invasión
y bajo nuestro colchón un disco duro de películas que olvidaron los yanquis
todo para ti Layla
todo para ti mi Sherezade mi hígado mi Alá
mi Mahoma
Sofía Castañón, 1983
Poética
Hay una máquina de CocaCola
en la antesala de la mina.
Mina
no es una metáfora.
Mina
es el carbón en la frente
y el sudor en las manos.
La mina de mi abuelo. Puede
que también de tu abuelo.
Mina negra. Mina grisú.
CocaCola
es lo que aparece en la caja
de luz donde los hombres se cambian
y cambian palabras -porque
así no piensan- y esperan
sin céntimos
para la máquina.
En la antesala de la mina
no hay ninguna metáfora.
Hay una máquina de CocaCola
muy luminosa y muy blanca.
Y nadie la toca.
de Hankover/Resaca (Caballo de Troya, 2008)
Cristian Alcaraz, 1990
Canino
He salivado como un perro
–descendiente de Pávlov
con la boca repleta de moscas–
todas las veces que asoma y procura un encuentro.
Me he saltado todas las señales de STOP!
con el objetivo de que un coche me estampe hacia la izquierda
y volar.
He llamado al sol infierno y al calor autoestima.
He cortado la piel que me sobra de la oreja
para sentirme un poco más usado.
Escucho por placer el ritmo de otros testículos
golpeándome
y bailo
ti-ro-te-a-do.
de La orientación de las hormigas (Renacimiento, 2013)
María Sotomayor, 1982
Sin título
Volveremos a estar juntas
para hablar de nuevo con estas voces nuestras
de carne y estómago
y no con los demonios de tus noches
de esas noches tuyas de pájaros en las caderas
cuando volvamos nosotras
a estar juntas y prender el verde
y el fuego para calentar la leche
y a oscuras sentarnos para toquetearnos los bordes
para ser negras, para beber de las manos
como insectos salvajes de nuestro lado más temible
alzaremos el cuello para contar los aros
en ese instante sublime
de olvidar la palabra que utilizaron para nombrarnos
de La paciencia de los árboles (LeTour1987, 2015)
Elena Medel, 1985
A Virginia, madre de dos hijos compañera de primaria de la autora
Ocupáis tres asientos frente a mí en el autobús que se desplaza
desde nuestro barrio alejado del centro
al centro;
al centro de nuestra localidad minúscula, entiéndase, no al centro de las cosas, no a la esencia misma ni a la materia nuclear donde la vida
bang
donde la vida
se expande y obedece a todos los fenómenos —etcétera— que dicta
la astrofísica. Lo proclaman las asignaturas que rodeábamos porque éramos de letras; lo proclaman los inexpugnables mecanismos que atañen a vocablos tan comunes
como universo, vida, muerte, amor.
Ocupáis tres asientos frente a mí
en la parte trasera del transporte público: el niño a la derecha, en el centro la niña, la madre a la izquierda.
Ahora tú, hija pequeña de Virginia: chándal rosa gastado —igual
que los plumieres de tu madre— con un personaje
que mi edad y condición soltera ignoran.
Ahora tú, hijo mayor de Virginia, intuyo en tu barbilla y tus orejas
los rasgos que heredaste de tu padre, y me pregunto
si Virginia los maldice
—Virginia, ¿los maldices?—
a la hora del baño.
Pero tú, Virginia, tan rubia, ¿lo recuerdas?
Allá donde entonces combatíamos piojos
ahora
bang
ahora
escondemos el tiempo.
Aquí tú lees una revista, Virginia, aquí tú no me reconoces: ¿te sirven los consejos del cuché,
oh tú, tan rubia e inocente?
Virginia, siempre con mi edad y ahora con dos hijos, sin anillo en el dedo, con un bolso colmado de galletas:
Virginia, hijo mayor de Virginia, hija pequeña de Virginia,
años luz caídos
años luz quebrados en la comisura de los labios,cerrad los ojos y pedid un deseo
frente a mí
en el autobús destartalado que nos salva del barrio periférico y nos acerca
al centro, lejos de los bancos en los que los adolescentes beben y las noches golpean los jardines,
cierra los ojos, Virginia,
porque en estos veintiocho minutos de trayecto he pensado en nosotras,
en ti que no me reconoces veinte años más tarde, en tus canas donde la gente que nunca te habló, en tus canas donde la gente
reía y se burlaba.
Cristal del autobús junto a Virginia, espejito de ambas,tus uñas rojas comidas al fregar los platos, una gota de laca roja en tu dedo anular,
oh Virginia, oh rubia e inocente,
yo he pensado en nosotras,
bang
yo he pensado en nosotras.
No sé si sabes a lo que me refiero.
Te estoy hablando del fracaso.
de Chatterton (Visor, 2014)
Published on November 04, 2016 20:27
•
Tags:
españa, poesía-contemporánea, poetas-jovenes