Para sorpresa de todos, un melodioso relincho hizo ecos entre las nubes, que se separaron y dejaron paso a un rayo de esperanza y un poco sol. La lluvia se tornó en un hermoso arcoíris, y en el cielo azul intenso apareció otro unicornio alado. Este, no obstante, no era rojo y de aspecto amenazador, sino rosa y brillante, como si estuviera cubierto de purpurina. La criatura miró a nuestros héroes c