JessiK's Blog
July 3, 2025
Compararnos
Cómo duele compararse, y qué fácil nos lo han puesto.
Las redes sociales nos consumen cada vez más, nos hace exigirnos demasiado, nos comparamos con desconocidos, y no nos damos cuenta de que nadie es perfecto, que todos tienen su propia lucha, su propio camino. Pero nos ciega tanto, nos duele tanto, que parece que todos competimos contra todo para ver quién destaca más.
A veces me pasa que me arde ver a otros conseguir lo que yo quiero. No lo puedo evitar, soy humana. A veces me he obligado a duras penas a sonreír ya felicitar al otro, o simplemente me tragué mi orgullo y el nudo en el pecho empezó a crecer y crecer hasta que estallé en lágrimas.
Esa envidia sé que hay que transformarla en admiración e inspiración. Que hay que alegrarse por los logros de los demás. Lo sé y me lo intento repetir una y otra vez pero a veces, aunque haga progresos, hay días que simplemente no puedo más y me desmorono otra vez.
Y miro los likes que tiene esta persona.
Y miro cuántos seguidores tiene.
Y miro qué comunidad tan bonita ha creado y cuántos regalos recibe.
Y miro todo su esfuerzo por sacar su novela o su arte adelante. Todo el apoyo que recibe. Todo el amor que recibe.
Ni siquiera veo su esfuerzo, su lucha, quizá sus llantos y su ansiedad. No veo el dolor que hay detrás. Porque así es como funcionan las redes. Nos deshumanizan hasta el punto de perdernos a nosotros mismos,
Y me siento mal por no haber conseguido (todavía) lo que otros han logrado. Me duele, no lo voy a negar porque es parte de mí y lo acepto. Lo normalizo. Yo también quiero ser escuchada, vista, yo también quiero sentirme rodeada de personas, parte de algo más grande. Pero a veces me siento invisible. Siento que no encajo.
Pero respiro. Y me doy cuenta de que es tan solo mi ego queriendo mantenerme a salvo. Lo honro y lo acepto. Y entiendo que el camino que otros han recorrido no tiene por qué ser el mío también. Que yo puedo crear mi propio camino, haciéndolo a mi manera. Que quizá sea mejor dejar de mirar cuántos likes recibo, pues de eso no depende mi felicidad ni mi valor.
Que quizá compararme sea un acto de sabotaje.
Los mensajes que quedaron sin responder
Poco se habla del luto por perder contacto.
¿Qué pasa conaquellas amistades que se desvanecen cuando menos te lo esperas? Esasque empezaron intensas, que nos trajeron momentos, secretos, ycompañía en nuestros peores días. Esas que de repente, o quizálentamente, empiezan a deshacerse. Quizá sea el tiempo. Quizá seaque ya se consumió todo. O tal vez porque ya no estamos en la mismaetapa de la vida. Puede que el interés se perdiera, puede que yanada quedaba. Que nos lo llevásemos todo.
Pero cuánto duele.
Cuánto duele losmensajes que quedaron sin responder.
Las conversacionesque nos quedaron por empezar.
Las promesas queguardó la luna.
Las fotos abandonadas.
Los recuerdos que elviento se llevó.
¿Qué pasó con lascharlas de madrugada? ¿Qué ocurrió con aquellas risas? ¿Cuándocruzamos la línea entre la amistad y la completa indiferencia? ¿Cómouna amistad tan profunda puede convertirse en tan solo un recuerdo?
El tiempo es tanefímero, tan volátil. La confianza que una vez se creó, concalidez y orgullo, hoy se desmorona y nos convierten otra vez encompletos desconocidos.
Y empiezas a pensar:¿se acordará de mí? ¿Por qué perdimos el contacto si estaba todobien? ¿Por qué acabó? ¿Es mi culpa? ¿Se aburrió de mí osimplemente le dejé de importar?
Y a pesar de todo,incluso con la nostalgia que hoy siento al recordar, agradezco a esaspersonas por haber estado en mi vida. Por todo lo que me aportaron,aunque ya no estén en mi día a día. Agradezco lo que me enseñaron,los consejos y el apoyo que una vez me dieron. Los momentos vividos,los llantos y las risas compartidas.
Doy gracias porhaberles conocido, aunque hoy su ausencia me deje un pequeño vacío en elpecho. Fueron los compañeros perfectos en los tiempos perfectos. Yaunque del ayer ya solo quede un chat abandonado, una foto guardadaen un rincón, y un recuerdo grabado en el alma, sé que mereció lapena. Fueron personas que, aunque no se quedaron, vinieron a mi vida para dejar una huella que jamás se borrará.
Hoy se cierra un ciclo. Hoy me despido de todos aquellos que formaron parte de mi vida, que están ahora recorriendo su propio camino. No hay rencor, solo gratitud. Hoy me voy, con nuestros recuerdos y con paz. Abrazándome, pues me alegra poder haber sentido tanto cariño por aquellas personas.
Adiós, amigos.
Ojalá coincidamosen nuestra próxima vida.
March 19, 2024
Cambios
Disculpad las molestias.
June 30, 2023
Heridas de infancia
Esas que te provocan sentimientos de soledad y rechazo. Esas que susurran cosas que no son verdad. Las que provocan que aquel niño que fuiste llore dentro de ti hasta hacerte sangrar. Las que hacen que te duela tanto sentirte apartado de los demás, escuchar gritos, sentir que los demás empiezan a tratarte diferente, notar que otros hablan a tus espaldas.
Hoy esas heridas vuelven a escocer. Nunca se han ido aunque parezca que sí. Me consumen lentamente hasta convertirme en una mera sombra llena de remordimiento, miedo y ansiedad. No recuerdo qué las causó, pero ahí están, eternas compañeras de las que no tuve culpa. La niña que fui parece llamarme, pidiéndome que la salve otra vez. Preguntándome por qué la tratan así y si se lo merece.
No puedo hacer otra cosa que aguardar a que todo pase. Hasta que la inseguridad vuelva a irse y la tormenta amaine. Mientras, esas heridas laten tan fuerte que apenas puedo escucharme a mí misma.
Cuánto duelen, y qué poco caso les hacemos.
November 4, 2022
Un beso al cielo
Hoy miro atrás y me doy cuenta de lo tonta que fui al no acompañarte hasta el final. Hoy entiendo que perdí la oportunidad de decirte lo mucho que te quiero. La gratitud que siento por haberme cuidado tanto en otra época. Por todos aquellos cuentos que me leías. Por las cintas que grababas con mis series favoritas, para que no me las perdiera. Por recogerme del colegio y darme de comer. Por contarme historias cuando había tormenta para que no estuviese asustada. Por las mantas que nos tejías para el invierno y los regalos que nos hacías. Por preocuparte, por regañarme, por acompañarme.
Hoy me duele el daño que quizás te provoqué al alejarme. No estaba pensando con claridad. Quizá tenía miedo al ver que te desvanecías por aquella maldita enfermedad. No quería aceptarlo. No quería que fuese cierto. Me envolví en un muro de timidez y distancia con el que quedaron atrás esos buenos tiempos. Pero ya se ha roto ese muro y tu ausencia vuelve ahora a escocerme. Quisiera volver a abrazarte. Quisiera volver a llamarte "abuela" y ver tus ojos celestes mirarme. Pero supongo que ya es demasiado tarde. Hoy esa niña vuelve a extrañarte y a preguntar dónde te has ido. Esa niña, que sigo siendo yo, desearía poder verte una última vez. Pedirte perdón. Volver atrás en el tiempo para hacer las cosas de diferente forma.
Hoy lanzo un beso al cielo para que lo recibas tú. Uno que llegue roce las nubes y llegue a las estrellas. Hoy quiero despedirme aunque haya pasado tanto tiempo. Supongo que me ha costado asimilarlo. Ahora quiero recordarte bien y olvidar estos últimos tiempos donde estuve alejada. Quiero recordarte en tu sillón, la manera en la que te quejabas de cuando veía Doraemon, tu agradable risa y tus quejas, tus ojos azules que parecían sonreír cuando lo hacían tu boca. Seguiré adelante, llevándome los mejores recuerdos conmigo.
Gracias, abuela. Gracias por todo.
Perdón por no haber estado ahí cuando tu memoria empezó a deshacerse. Perdón por no haber entendido la situación. Perdón por desaprovechar el tiempo que te quedaba. Perdón por no poder haberte dicho todo esto nunca.
Espero que allá donde estés, me recuerdes. Yo jamás te voy a olvidar.
January 18, 2022
La sombra que me persigue
La sombra que me persigue está hecha de dudas y miedos. Está hecha de promesas rotas y polvo de recuerdos. Está ahí, y aparece cuando menos me lo espero.
La sombra que me persigue se hace cada vez más grande. En su oscuridad parece haber trozos de lo que me da miedo ser. Fragmentos de pensamientos difusos que aparecen de repente y me quiebran.
La sombra que me persigue llora. Está hecha de lágrimas que no quiero derramar. Es ella la que guarda todo lo que no puedo expresar. El nudo en mi garganta se acentúa cuando está cerca, y su aliento frío se cala hasta mis huesos. No me deja hablar. No me deja sentir felicidad. Me agota, me quiebra, me aleja de todo el mundo.
La sombra que me persigue nunca se va. A veces es más pequeña y no se le escucha. Otras veces es demasiado grande como para soportar su peso y sus gritos. Me dice cosas que quiere que crea. Cosas que no son verdad.
La sombra que me persigue es mi ansiedad. Está creada por mis heridas y mi inseguridad. Ella porta todo lo que no quiero mirar.
September 3, 2021
Ansiedad que me atrapa
Ansiedad.
Ansiedad que me mata por dentro. Angustia que trepa por mi garganta y se instala en mi pecho. Mis pensamientos se nublan y se convierten en feroces tormentas de las que quiero escapar. Regresan aquellas emociones intensas y desgarradoras. La soledad me envuelve y se siente pesada. Sola. Estoy sola y me ahogo. Me siento atrapada en un lugar hostil lleno de pensamientos que me empañan la vista.
Ansiedad que vuelve cuando regresa la luna. Una de esas que te ahoga, que te convierte en tan solo una sombra temblorosa. Toda la inseguridad se acopla detrás de mí y se convierte en mil fantasmas de frías manos. Me persiguen, se burlan, se ríen. Ellos están ahí, esperando a que vuelva a derrumbarme para robar mis lágrimas. Intentan arrastrarme a lo oscuro, allá donde no pueda pedir ayuda.
Mi voz quiere salir en forma de un grito que nunca aparece. Quiero que alguien me escuche pero la ansiedad se lleva palabras que nunca llegan a decirse. Está frío aquí. Duele y me marchito como una flor sin sol. Si extiendo mi mano, ¿quién la alcanzará? Probablemente sólo una sombra de lo que nunca será.
Ansiedad que me susurra cosas que no son. Ansiedad que me hace caer. Mis lágrimas son su alimento y mi inseguridad su sustento. Me da miedo mostrar aquella parte de mí que intento retener. Me da miedo hablar, porque si lo hago no sé qué pensarán de mí. Hay algo en mi que quiere escapar pero se queda tan solo en lágrimas llenas de significado que nadie descubrirá. Me da miedo herir a alguien, o hacerle cargar también con esto que tanto me pesa.
Atrapada. Sola. Estoy sola y quizás pronto ya nadie pueda alcanzarme. Tengo miedo del qué pensarán. Tengo miedo de dejar ver aquella oscuridad que quiere salir. Me mata por dentro como un veneno y me envuelve con su abrazo silencioso.
La vergüenza se mezcla ahora con un sentimiento de dolor. ¿Qué hice? ¿En qué me convierto cuando aquel monstruo aparece? Me hago solo una silueta difusa que nadie ve, un susurro hiriente que nadie controla. Está tejido de ira y dolor, de emociones a flor de piel que no quise dejar escapar.
Es esta ansiedad mi tormento. Me acompaña, callada y eterna, y me coge la mano cuando intento escapar de ella. Me hace sentir que molesto a todos. Ella, y solo ella, me susurra que calle. Me habla y en sus palabras dice cosas tan hirientes que me convierten en nada. Qué angustia, qué rabia, qué cruel es sentirse tan impotente.
Oh, ansiedad, qué irónico es que seas tú mi única y eterna compañera.
March 23, 2021
Querida yo
Querida yo del pasado.
Sé cuánto dolor has sufrido. Conozco, porque los conté, cada uno de los llantos que te han provocado. Sé que te sientes rota, sola y perdida. Sé que te odias. Que te desprecias. Que no entiendes qué hiciste para recibir aquel dolor por parte de personas a las que nunca les hiciste nada. Te miras al espejo y te sientes asqueada. Piensas, porque te lo has creído, que no mereces el cariño de nadie. Que eres un error, un espécimen extraño al que todos miraban mal.
Sé que lloraste en silencio en clase. Que escapabas al baño para descargar toda la angustia que te estaban provocando. Que querías escapar pero no tenías el valor para hacerlo. Escribías en tu agenda palabras de socorro que jamás llegaron a nadie. Te las guardabas para ti, porque te daba miedo empeorar las cosas. Querías que te tragase la tierra, fugarte a algún otro mundo donde ser libre. Donde podrías alejarte de todo lo que te hacía daño. Sé que te pegabas a ti misma, aunque luego te arrepentías al sentir el ardor del golpe. Por eso, por suerte, dejaste de hacerlo. Menos mal, ¿no? Tu bello cuerpo no merece ser tratado así.
Sé que te sentías sola en un mundo lleno de astillas. Como si caminaras sobre un montón de cristales rotos. Puedo imaginarme, aunque no pude verla, tu cara de dolor cuando esas personas te perseguían. Te decían cosas. Te humillaban y te hacían revolverte en sus propias mentiras. Te tiraban cosas y se reían, porque eran personas oscuras que solo querían hacer daño al más débil.
Sé, pequeña niña, que jamás pudiste volver a ver Shrek porque te apodaron como "Fiona" para burlarse de tu cara. Que gente más cruel. Que gente tan mentirosa.
Pero hoy, vengo a decirte que todo pasará. Que algún día esas personas ya no estarán en tu vida y serás libre por fin. Las cadenas se romperán y te saldrán unas hermosas alas para volar lejos. Yo, que vengo de un bonito futuro, quiero decirte que algún día serás feliz.
Algún día, te mirarás al espejo y te verás bien. Porque es que eres hermosa, pero te engañaron para que te creyeras lo contrario. Ellos solo querían hundirte y te lanzaban mentiras venenosas. Pero ya verás, mi querida yo, que cuando llegue ese día, la persona reflejada ante el espejo no te se hará horrorosa. Incluso le sonreirás de vez en cuando. Empezarás a mimar a tu cuerpo, porque es lo que se merece. Dejarás de creerte que eres fea. Nunca lo fuiste. Vas a amarte, a cuidarte, a respetarte como nunca lo hiciste.
Algún día, tendrás nuevos amigos. Muchos, incluso. Ellos son unas increíbles personas que me han apoyado muchísimo. Serás feliz en su compañía, ya verás. Incluso irás dejando la timidez y la inseguridad en un olvidado cajón y serás tu misma por primera vez en mucho tiempo. Te van a encantar tus compañeros de universidad, y te vas a reír mucho con ellos. Ellos te enseñarán una parte de la vida que no conocías. Aprenderás de ellos, y ellos de ti. Te respetarán y te querrán como nunca lo hicieron los compañeros del colegio.
Algún día, serás capaz de sonreír y sentirte orgullosa de ti misma. Te levantarás y te curarás tú sola las heridas. Vas a hacer lo que te gusta. Vas a escribir bellas historias. Vas a ser una persona alegre que da amor. Vas a volver a maravillarte por el mundo y por todo lo que éste te ofrece. El arte va a ser una gran parte de tu vida y con él te vas a expresar como nunca. Vas a sentir mucho, vas a abrirte a nuevos caminos, vas a conocer a gente maravillosa que te demostrará que eres alguien a quien querer.
Algún día, podrás recordar el pasado y ya no te dolerá tanto. Lo recordarás todo como un lejano sueño borroso, restos de pesadillas que ya no te harán daño.
No te voy a mentir, no vas a olvidar lo que te hicieron. O al menos, no todo. Pero podrás avanzar aún con eso. Serán solo recuerdos que debes alejar de vez en cuando. Las sombras de tus acosadores dejarán de perseguirte y entenderás que ya no hay quien pueda hacerte daño. Estás bien. Estarás bien.
Así que querida niña. Querida yo. No pierdas la esperanza y lucha por ti. No hagas caso a lo que te dicen y sé fuerte. Quiérete por encima de todo. Eres preciosa. Eres una gran persona. Eres un regalo para el mundo.
Si yo pude entenderlo, tú lo harás.
Perdónate, querida yo. Como yo me he perdonado. Como he perdonado a mi pasado.
Te quiere, tu yo del futuro.
November 15, 2020
Descansar
Un descanso.
Un respiro.
Es eso lo que necesitamos cuando todo nuestro alrededor cae preso del caos. Cuando las situaciones pueden con nosotros y nos aplastan. Cuando todo es demasiado y acabamos perdiéndonos. Cuando nos convertimos en sombras desbordadas de miedos, preocupaciones, malos sentimientos.
De agotamiento.
Y es entonces, al estallar, cuando nos damos cuenta de que estamos cansados. De que hemos pasado demasiado tiempo siguiendo lo que nos dictan, dejando en el olvido lo que nuestro corazón desea. Abandonando nuestros propios sueños que poco a poco se van volviendo ajenos. Y de repente por fin oímos esa voz interior que nos ha estado llamando en vano. Es voz que se ha rendido y se agota de tanto gritar. Esa voz que se convierte en un murmuro que resuena lentamente cuando estamos en el silencio.
Pero solo necesitamos respirar. Detenernos a pensar, a escucharnos, a entendernos un poco más. Alejarnos de todo y de todos para poder sentirnos. Analizar nuestras emociones y buscar el porqué de su existencia. Darnos un tiempo a nosotros mismos para poder seguir caminando por esta vida de mil caras. Todo lo malo pasará. Todo lo gris se teñirá de color. Todo lo que tememos algún día se irá, quizá. Pero para darnos cuenta de eso es necesario detenerse y reflexionar. Conocernos.
Descansar.
October 11, 2020
Vivir
Qué bello sentir la brisa. Dejar que el aire bese tu piel. Mirar las estrellas y perder tu vista entre ellas. Jugar a que persigues a las nubes o buscar formas en ellas. Escuchar la risa de una persona querida, y querer guardarla para siempre aunque no se pueda.
Qué bonitos los abrazos sinceros, aquellos bálsamos que parecen hacer desaparecer cada uno de nuestros temores. El apoyo incondicional de alguien y su contacto cálido.
Que mágico es ver un paisaje y llenarte de sus colores. Ver un atardecer y observar sus intensos colores. Mirar las primeras estrellas.
Qué magnífico es respirar el aroma de los árboles y flores. Ver el vuelo de un ave o el aleteo de una mariposa, tan frágil y ligero. Atrapar una rápida estrella fugaz con tus ojos y pedir un deseo al viento para que se lo lleve.
Qué alegría el sentir el agua del mar en nuestros pies, fría y refrescante.
Qué gran sensación formar un vínculo con un animal. Acariciar su pelaje y saber que no estás solo ni aunque no haya ni una persona a tu alrededor.
Qué grande es leer un libro que te gusta y entrar en miles de mundos. Vivir otras vidas y convertirte en cientos de cosas distintas. Qué grande es compartir. Qué grande es soñar, acurrucados entre las sábanas. Qué grande es hacer lo que nos gusta. Qué grande es la música, que nos llena con su melodía.
A veces no nos damos cuenta de las cosas tan magníficas que pasan a nuestro alrededor. Caemos en un pozo oscuro pero no queremos ver aquellas cosas que nos siguen iluminando. Hay cosas que están ahí, pero no les prestamos atención. Quizá sea hora de aprender a mirar aquello que nos rodea. De disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. De aprender, de soñar, de disfrutar.
De vivir.


