De épocas, barcos y lecturas.
Hace tiempo que no me dejo caer por aquí. El resumen de las justificaciones es: cuesta hacerse a nuevas épocas. Pero ya que todo va por épocas, quería hacer una pequeña entrada para hablar de una muy bonita: parece ser que ya nos estamos empezando a dar cuenta de lo necesario que es un cambio de mercado y que se empiecen a ver más autoras publicadas, que no se echen atrás porque la ciencia-ficción, la fantasía y el terror son un supuesto campo de nabos en el que no pintan nada.

En esta época han destacado tres iniciativas que solo ponen de manifiesto este detalle. Por un lado, está el grupo creado por Felicidad Martínez en Goodreads, donde compartir lecturas o artículos sobre escritoras. También está La nave invisible :
"La Nave Invisible es un rincón literario que nace con el objetivo de hablar de todas aquellas escritoras de género fantástico, ciencia ficción y terror que pasan desapercibidas por el hecho de ser mujeres. Se trata de un proyecto con vocación feminista y divulgativa, que pretende luchar por la visibilización y el reconocimiento de autoras dentro del género.
(...) Porque, aunque es cierto que en los últimos tiempos esta situación ha mejorado y que son bastantes los que empiezan a cuestionar esta desigualdad y a buscar maneras de solventarla, aún nos queda un largo camino por recorrer y una montaña de prejuicios por vencer. Porque todavía hay quien sigue creyendo que las mujeres no escriben género, o lo hacen de forma incorrecta, o que lo hacen siempre dentro de subgéneros como la literatura juvenil o la romántica, o incluso que las “buenas” autoras suponen una rara excepción dentro del mundillo.
Por todo eso y mucho más hemos creado La Nave Invisible, un lugar en el que esperamos que todas esas autoras antes mencionadas encuentren su sitio y todas aquellas personas en busca de lecturas, nuevos horizontes."
Estoy muy contenta de haberme subido a este barco como una de las tripulantes. No solo porque formar parte de una iniciativa que se está convirtiendo en algo grande siempre es bonito (y estoy muy orgullosa de todo lo que hay dentro de ese barquito), si no porque me está dando la oportunidad de leer unos artículos increíbles y esforzarme por escribir otros que queden a la misma altura. Además, no queréis saber de todo lo que se habla por el grupo de tuiter. En serio.
Y por último, de esas tres iniciativas que quería destacar, está el #LeoAutorasOct, una propuesta que incitaba a leer y recomendar a escritoras durante el mes de Octubre. Digamos que en medio de mi adaptación a la vida (?) y demás excusas varias, he caído en al cuenta de que mi granito de arena ha ido hacia la parte de la lectura, pero he dejado más a un lado el tema de las recomendaciones, cuando es importante también. Así que dentro de este pequeño balance que hecho, en el que solo quiero poner en relevancia una vez más la importancia de que salgan a la luz todas las escritoras que hay, quiero hablar breve (muy breve, palabra) de mi #LeoAutorasOct:

La trilogía Silber: El libro de los sueños, de Kerstin Gier.Fue recomendado por la gran Majo, de la que me suelo fiar en estos temas más de lo que mi bolsillo se merece y lo cierto es que ha supuesto una lectura muy buena. No es El Gran Libro (ninguno de los tres los es), pero sí que consigue entretener lo suficiente como para que todo lo demás quede a un lado y te hace pasar un buen rato. A veces, con un libro, no hace falta mucho más si resulta que te encuentras leyendo página tras página sin querer parar y riéndote con las salidas de una narradora estupenda como pocas.

Seis de cuervos, de Leigh Bardugo.Todo el mundo ha hablado de este libro ya y, aunque no hace falta que lo haga yo en absoluto, hay que sacarlo a coalición porque a) me lo acabé de leer en Octubre y b) merece la pena. Es cierto que la traducción y, sobre todo, su corrección en la edición española dejan bastante que desear, pero los personajes son estupendos. Hay que olvidarse de su edad para creérselos un poco mejor y, después de eso, solo queda engancharse a ellos a una trama que es bastante típica pero que ellos consiguen sacarle partido. Además, el mundo diseñado por Bardugo, aunque solo se vea una pincelada, tiene su miga.

La maldición de Hill House, de Shirley Jackson.No me gustan las historias de miedo porque tengo miedo. Lo siento, soy así de simple. Pero después de leer Siempre hemos vivido en el castillo y esta magnífica reseña de Dikana, no pude hacer más que tirar hacia él. ¿Me gustó? Sí. ¿Me gustó tanto como la otra obra de su autora? No, eso es cierto. Aún así, los personajes que crea Shirley Jackson son increíbles. Nos da una aproximación a la mente de cada uno de ellos que ya quisieran muchos otros escritores poder usar. Además, el concepto de casa trastornada en lugar de casa embrujada es imposible que no haga tilín.
También tengo que destacar a Jonathan Strange y el señor Norrell, de Susanna Clarke, aunque llevo muy poquitas páginas, porque está pintando tan bien que aunque no lo vaya a acabar en este mes tenía que aparecer.
A fin de cuentas, lo que quiero decir con esta entrada es que, por mi parte, voy a hacer el esfuerzo consciente de continuar eligiendo autoras para añadirlas a mi estantería. Porque es lo que hace falta para que esta época termine por hacer que cambien las cosas.
Published on October 29, 2016 04:23
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