Leyenda de Amor

Hola,

Paso a desearon feliz domingo con un relato breve y tierno ;)



Leyenda de amor.
Los siglos pasan, el tiempo cambia y las gentes vienen y van. Todo esta en manos del inmutable cambio pero… en aquel reino, en ese tiempo y lugar, siempre habría algo que permanecería indeleble perdurando a lo largo de las eras. Y es que en Harmory, la leyenda de la princesa y el forastero pasaría de generación en generación hasta el fin de los días. Ella jamás creyó en cuentos pero sí en el amor verdadero, ese que era capaz de todo y atravesar fronteras. Un día, sin embargo, la magia llegó a puerta y con ella, Eri; un chico venido de otro tiempo y lugar y que salvaría el reino de las garras de una malvada conjura que se alzaba, oscura, sobre el reino prospero y lleno de luz de la ella codiciando sus tesoros.Pero Eri no solo liberaría su hogar, sino que se haría con su corazón no obstante la magia, tal como vino un día, se fue, y con ella, Eri… La princesa lloró noche tras noches penando por su ausencia; rezando e invocando a la magia para que lo devolviera a ella. Con la vista fija en el horizonte, subía cada amanecer a lo alto del castillo y esperaba. Caminaba, bebía pero no era más que un espectro de lo que fue sin perder la esperanza de encontrarse de nuevo.  Portaba siempre su eterna máscara durante la horas de sol, sonreía, se ocupaba de los suyos hasta que la felicidad, aunque no completa, la sorprendió en una hermosa muestra del amor que compartió y floreció en ella haciendo que todo, fuera más soportable y que, con su incasable inocencia y fe en lo que sentía, redoblase su convicción de que Eri, cumpliría su promesa de regresar junto a ella pasara lo que pasara. Grehiam, su más fiel amigo y comandante real, ese que siempre permaneció a su lado suspirando por su mirada, la desposó entonces en una estudiada farsa por protegerla del mundo, sabiendo que ella jamás le amaría pues su corazón, pertenecía a un hombre perdido entre eras de tiempo y junto al cual, luchó en los tiempos sombríos. El reino prosperaba como siempre, pero ella esperaba su regreso sin perder la esperanza, abrazada a ese amor que seguía prendiendo, intenso, en mitad de su pecho. Se levantó de al lado de la fuente sin perder de vista a su pequeña y sonriendo, la siguió despacio. Grehiam, como siempre, permanecía no muy lejos de ellos, absorto en la belleza de la princesa y su alegre hija.Tenía la fuerza y vitalidad de ambos, la mirada de su amigo y el corazón de su madre. —Eri, vigila. No corras tanto o caerás —La avisó con cariño dejándola jugar, pues era lo que debían hacer lo niños, explorar y aprender. Ella reía y reía correteando al rededor de las grandes pozas donde las mujeres lavaban la ropa y Nyra no podía dejar de contagiarse por esta. —¿Eri? Esa voz… La princesa giró hacia el lugar del que vino y sus ojos se llenaron de lágrimas, sus manos temblaron, y cubrieron sus labios que se abrían con el corazón e doblando con la fuerza de mil corceles a todo galope.La emoción la embargaba y sus pies se movieron solos hasta llegar a los brazos de él que la rodearon como si jamás se hubieran ido, como si ese hubiese sido siempre el hogar al que pertenecía. —Estás aquí, eres real, estás aquí —Repitió entre la sonrisa y el llanto. —No dejé de luchar día y noche por regresar junto a ti, amor. —Y yo no deje de creer en que lo lograrías. —¡Mamá! ¿Quién es ese caballero? —La niña, curiosa, se había acercado hasta ambos, tirando de la falda de su madre con sus pequeñas manitas. Nyra se agachó limpiándose las lágrimas y sonriendo, la tomó de la cintura. —Él cielo, es vuestro padre, Eri. Ella lo miró con sus grandes ojos bien abiertos y al ver que él se ponía a su altura, lo abrazó con toda su espontaneidad. —Bienvenido a casa, has tardado mucho —Le mostró su sonrisa radiante con un diente de menos y su larga melena, danzando al viento—. Ven, te mostraré todo —Tiró de su mano tratando de correr y Nyra rio incorporándose al tiempo que el brazo de él la rodeaba y sus labios, se sellaban. Y es que por años que pasaran y mucho que cambiará todo, el amor permanecía inmutable y los corazones destinados a ser uno, irremisiblemente, terminaban encontrándose a lo largo de los tiempos y la magia desafiando tempestades y negrura.

Leila Milà1709173532576


Que vaya bien y espero os gusten disfrutad del día, reíd, pasead, descansad lo que sea, pero que os llene y os haga felices.


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Published on September 17, 2017 03:27
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