Capítulo 7 "Abra Cadabra"

Hola buenos días,

Os dejo el capítulo siguiente y... de vosotras dependerá que siga, pues espero que me indiquéis que queréis para el próximo ;)

7
Los lacónicos aplausos de Jarex por poco no consiguieron que fuera también a por él perdiendo de vista cualquier objetividad. Tiró de la chaqueta para deshacerse de algo de rabia con ese gestó y clavó los ojos en su hermanastro seguros de que de ser dos dagas, ahora mismo estaría muerto y enterrado. —No me canso de verlo, ni siquiera te has despeinado. —¿Tanto te divierte como para mandar a tus ebrios a la muerte? —Su voz estaba carente de cualquier emoción, vacía y fría—. O simplemente evalúas m evolución combativa. —Un poco de todo. Pero es que tú no ves lo que yo hermano. —¿Qué le has hecho? —Bein procuró por todos los medios contener la furia y mantenerse impávido al tiempo que se agachaba junto al cuerpo laxo de Phyra, acomodándola entre sus brazos. —Se bueno y nada le pasará. Te tengo donde quería, cogido por los cojones —Jarex amplió su despiadada sonrisa ensombreciendo el rostro en cuanto Bien rompió a reír, desconcertándolo.No esperaba esa reacción —¿Qué te hace tanta gracia? No juegues conmigo Bien o lo lamentarás, sacrifica a la otra y te dejaré a esta. —¿Crees que soy estúpido, qué no sé que necesitas? —Vaya, vaya… resulta que el león empieza a mostrar las zarpas. En ese caso, no queda mucho que decir, ¿verdad? Los ojos de Bein se volvieron turbulentos, el rojo se mezclaba con un negro que se retorcía como petróleo y Jarex se disolvió antes de que el ataque astral de este lo alcanzase. Hizo una mueca de rabia medio alzando un lado del labio y anduvo hacia coche echando un vistazo a Phyra. Su cuerpo se estremecía y sus párpados se movían con rapidez luchando contra las pesadillas que la acosaban. La dejó con cuidado en la parte de atrás y le apartó un mechón, notando como a la que sus cuerpos entraban en contacto, lo que fuera que la torturaba, cedía. Maldijo para sus adentros y haciendo uso de sus recursos mágicos, los trasladó a la casa. Miró la puerta antes de entrar e inspiró sabiendo que venía a continuación, pues no estaba de humor para enfrentar ahora mismo a su otro problema.  Abrió de un brusco tirón y subió directo las escaleras. —¡¿Qué ha pasado?! ¡¿Dónde estabais?! —Hadid corrió hasta el poste de la barandilla final, sin apartar la mano de la madera en cuanto lo vio atravesar el umbral con su hermana en brazos. —Ahora no —Avanzó sin parar con ella a la zaga. —¡¿Ahora no?! Y una mierda. No veo mejor momento. Fuisteis a por el talismán, ¿no? Debiste dejarla al margen, era yo la que debía ir, tenía que estar, ¡Es mi magia! —Oh claro, hubieras servido de mucha ayuda —Sopló con crudeza depositando a Phyra sobre la cama cuyas sábanas se retiraron solas, echándolas arriba a continuación para arroparla. Hadid lo observó sin esconder su enfado. —Está bien. —¡No! No lo está y lo sabes. Bein la ignoró lanzándole la joya que empezó a emitir intensos destellos. —Ahora tú decides —Se limitó a decir sentándose en el suelo pasándole las manos por la cara, cansado. —Lo veo Bein, ¿crees que, no? Lo sé. Él la miró sin expresión alguna a pesar de que las emociones iban por dentro desatadas cual huracán. —¿Podrás hacerlo? Responde, tú eres la transición. —Ella no puede… morir —Se quedó congelado una vez más al captar aquella verdad y Hadid sonrió satisfecha, más dolida en verdad que otra cosa. —Acabas de comprenderlo cuando ya lo obviaste. Me incumbía a mi. —No peléis, era mejor así. Más seguro —Phyra abrió los ojos tratando de incorporarse un poco en la cama. —¡¿Más seguro para quién?! Mira como bienes, solo te has expuesto y forzado. —Eso no es así, Hadid y sabes que… —¡Ni me has dejado opinar! —Ya basta Hadid, tienes tú poder de vuelta, así que basta de tonterías y haz tú también lo que debas —Bein intervino antes de que la cosa fuese más y ambas se echasen en cara cosas que les hicieran más daño del que ya se hacían—. Lo hizo por ti y no duda de tu capacidad solo fue práctica aunque a ti te joda. ¿Quieres ser útil? Pues ahí lo tienes —Señaló la gema que permanecía en la mano de la bruja. El puño mentón de Hadid tembló alzado, y tras sostener la mirada del vampiro lo que pareció una eternidad, giró saliendo de la habitación. Phyra parpadeó tragando el nudo que tenía en la garganta y sacudiendo la cabeza, la giró hacia Bien que le dio la espalda quedándose frente a la ventana, con una mano frotándose la frente. —No hacía falta que mediases por nosotras pero gracias, por defenderme aunque no sepa porque lo haces. —¿Ha de haber un motivo? En este caso ella no tenía razón, estaba siendo egoísta. —No es cierto, se preocupa y la puedo entender, ni siquiera se lo consulté y le incumbía. —No te culpes, hiciste lo que debías —Giró cruzándose de brazos, su rostro era una extraña amalgama de emociones que golpearon contra ella; culpa, rabia… —¿Qué pasó? —Nada que deba preocuparte. —Ya ha empezado, ¿no? Nos van a dar caza por ese libro para alzar el infierno. —Sí. —Ya, ¿y por eso estás así? A ti no debería afectarte.  Él no respondió. —Jarex… —Es un demonio Phyra, el peor de todos ellos y es él quien va tras vosotras. Ella se llevó una palma al estómago sintiendo que caía y el peso la aplastaba. Nerviosa y con las manos temblorosas, se echó el cabello atrás pensando en la noche anterior. Su interior se revolvió y la náusea pugnó por ganarle la partida haciéndola correr hacia el baño con una mano en la boca. Una vez logró controlarlo, lo enfrentó. —¿Y tú? ¿Tú estás metido en todo esto? ¡Di! —Estoy aquí para… Phyra lo interrumpió con un gesto de la mano impidiéndole además el habla sin ser consciente con su poder. —¡No te atrevas a decir que estás aquí para protegernos! ¡No me lo creo!  Él la miró a los ojos, esos ojos que tanto lo atraían y sabía que si seguía mintiendo, que si todo estallaba más adelante sería mucho pero pero no podía hacer otra cosa o eso creía. —¡Dilo! —Exigió con un grito, notando una punzada de dolor atravesarle el pecho. Las vías empezaron a cerrársele y se dejó caer al suelo, tratando de respirar, con una mano crispada sobre el lava manos. Bein acudió a su lado enseguida, cogiéndola de los hombros. —Eh, tranquila, vamos relaja. Respira, inspira conmigo despacio —La instó a imitarlo y ella lo siguió logrando hacer entrar algo de aire en su organismo, hasta que todo volvió a la normalidad haciéndola romper a llorar. —¿Por qué, por qué lo haces? —Sollozó—. Si estás con él, ¿por qué me ayudas? —Intentó apartarse cayendo rota sobre su cuerpo. —Phyra… —Acarició su cabello conteniendo el ansía por estrecharla contra él—. Qué tal si antes de decidir por mi y juzgare me demás demostrarte dónde estoy. —No puedo fiarme, no puedo o será peor. «¿Tanto daño te hice?» pensó alzándola del suelo para dejarla de regreso en la cama. La miró ahí tendida y apartando la mano de la madera, salió. Hadid estaba apoyada contra la pared, de brazos cruzados y sus ojos lo censuraban con dureza entre cerrados. —Deseó que jamás pudieras volver a morir. Es ahora o nunca Bein, si quieres recuperarla sabes qué has de hacer. —¿Y arrastrarla? —Es su lugar, su destino. Ella ya eligió hace mucho, si sufre es por lo que no recuerda y ese vació que quedó en su corazón. Phyra no lo entiende porque lleva tanto a oscuras que solo lo empeora. Si no se acepta, si no regresa a su ser no sé que pasará. —No es tan fácil, sabes cómo reaccionará cuando lo descubra todo, me echará. —Lo comprenderá, volverá y lo sabes. No es tan frágil como pensamos. Todo tiene su tiempo, su momento y este es el vuestro. Sino, el nuevo año será de ellos y el infierno por fin reinará. ¿Quieres eso? Bein cerró los puños y se alejó por el pasillo, todo se le estaba yendo de las manos.
Saludos y buen domingo.

PD: Recordad, espero propuestas de qué queréis o esperáis por favor, esto era para crearlo entre todas y divertirnos y no sé que opciones daros para elegir jajaja se me fugan las musas :P

Leila

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Published on November 12, 2017 04:27
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