En el ajedrez, como en la vida…
Hacer un balance del año no es nada fácil. 2017 está terminándose mucho mejor de lo que empezó. ¡Pero qué año más largo y duro! Estuvo lleno de una enfermedad muy mala contra la cual luché con todas mis fuerzas por meses y meses, como una pesadilla que no tenía fin.Poco a poco fui recuperándome a base de sustos, impaciencia y amor. Muchísimo amor. Aprendí a valorar más lo que tengo, a seguir luchando por lo que deseo y vivir intensamente cada momento.Varios proyectos fueron aplazados, como el libro nº3 de la serie Hamilton: “Olvidaste quererme”. Sigo sin poder poner fecha de publicación, todavía. Prefiero no acelerar nada y sacar la novela como es debido. Perdonarme la espera, pero tengo que priorizar mis necesidades y mi salud va primero.Tengo una carpeta repleta de ideas, comienzo de libros, novelas a medias, locuras y pasiones dormidas, que espero en algún momento del año 2018 poder compartir con todos vosotros.Quiero dar las gracias a todas esas maravillosas personas, familiares y amigos que han estado apoyándonos a lo largo del año.Esa visita que recibí hace poco y que me pareció que duraba un suspiro, la atesoraré para siempre. Ya que llegasteis en el peor momento de un bajón monumental y supiste sin necesidad de decirlo, como volver a hacerme sonreír. Por ese inmenso cariño y amor, gracias.Dejo un dicho popular que se asemeja mucho a lo que vivo, pero no se preocupen, sigo luchando con fuerza.“En el ajedrez, como en la vida, el adversario más peligroso es uno mismo.”
Published on December 09, 2017 09:58
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