Leer para escribir.

Leer para escribir una novela. Leer como un escritor.
Probablemente lo has oído cientos de veces: si quieres escribir debes leer, leer y leer. Leer los clásicos, leer bestsellers actuales, leer artículos de periódicos y revistas, leer el tipo de material sobre el que quieras escribir, leer sobre cómo escribir, leer buena escritura que puedas imitar e incluso leer basura, para saber cómo NO debes escribir.
Pero en ocasiones olvidamos algo importante: "cómo leer" es tan importante como "qué leer".
Aquí te muestro seis pasos para leer como un buen escritor.
1. Calma
Estamos acostumbrados a leer para buscar información, pasando por alto el estilo de la escritura yendo directamente a lo que nos importa. Pero los escritores podemos aprender mucho leyendo lo que otros ya han escrito. Si lees demasiado rápido te perderás muchas cosas. Debes tomarte tu tiempo para escuchar las palabras, sentir los detalles, vivir la historia. Piensa en un relato o artículo que disfrutases la semana anterior. ¿Puedes recordar el argumento? ¿Los personajes? ¿La tesis del autor? Si es que no... lo leíste demasiado de prisa.
Lee lentamente y totalmente concentrado para darte cuenta de un giro inesperado en el argumento, una frase maravillosa o un pequeño detalle. Tómate tu tiempo y piensa por qué funciona esa manera de escribir. Este es el meollo de cómo mejorar tu escritura leyendo.

Tu eres el mejor juez sobre lo que te inspira y motiva, estúdialo, absórbelo. Úsalo para mejorar tu propia escritura.
3. Léelo todoLee los libros desde la cubierta hasta la contraportada, incluyendo los "blurbs", créditos y dedicatorias y agradecimientos. Las biografías de los autores harán que te des cuenta que son personas normales y corrientes como tú y como yo, con animales de compañía e incluso horarios para escribir tan apretados como los nuestros.
Las dedicatorias pueden ayudarte a vender tu libro. Si buscas un agente literario para tu libro, lee las dedicatorias de libros similares a lo que estás trabajando.
4. EscuchaAl leer lentamente Y EN VOZ ALTA podrás saborear el ritmo de la escritura. Darte cuenta de cuándo una frase capta tu atención. Léela en voz alta e intenta pensar por qué te llamó la atención. En vez de leer las palabras, aprende a escucharlas en tu interior (No hace falta que sigas la línea con el dedo :-)
La sugerencia es leer el texto en voz alta.
Hay que asegurarse de leer realmente lo que hay en la página, no lo que crees que debería haber. Es difícil, sí, porque incluso el escritor con más talento tiende a ver lo que él quería decir y no lo que está negro sobre blanco. Una de las razones para grabar esas lecturas y escucharlas de nuevo leyendo el texto, ejercicio que realizan mis pupilos en el asesoramiento conmigo en CADA ESCENA ESCRITA.
Hay que tomarse tiempo. Respirar en cada coma, punto, o punto y coma (Ese gran desconocido). Enfatizando las exclamaciones y subiendo el tono en las frases interrogativas. No hace falta leer como si uno fuera un gran actor con la voz de Fernando Rey o de Paco Valladares, pero sí observar atentamente el sonido de... LA PUNTUACIÓN.
Si leer en voz alta intimida, de alguna manera, piensa que es mejor leer tu trabajo en voz alta y detectar los errores antes de que otros los vean. También puedes pedir a alguien que lea unas pocas páginas en voz alta para hacerte una idea de como suena. Pero que sepa cómo hacerlo. Esa persona debe tener muy claro como entonar y como expresar la puntuación.
Y mientras lees, busca los elementos que pueden "chirriar" como una puerta mal engrasada y oxidada en el oído de tus lectores.
Busca aliteraciones disonantes. Por ejemplo: “lidió con la locura de Laura”. (eccsss) La aliteración puede añadir fuerza a tu texto pero debe usarse con cuidado, o darás a tu escritura un aspecto tan juvenil como unos shorts ajustados.
Otra cosa a tener en cuenta sería el pariente cercano a la aliteración: el ripio. La rima que hay que evitar en la prosa a no ser que estés creando una cancioncilla pop.
También, el uso repetitivo de los nombres propios, de algunas palabras o nexos, o bien la proliferación de pronombres en tercera persona pueden tener un eco discordante en tu trabajo.
En tus notas de esa lectura (Ver siguiente paso) anota a los personajes que hablen en voz alta y chillona o baja y suave. Intenta imaginarte el sonido. Y observa cómo lo hace el escritor al que lees. (Si usa onomatopeyas y No es una obra infantil o un cómic, tíra el libro y coge otro) Deja que el silbido del tren o el sonido de los frenos tomen vida en tu mente. Fíjate en las aliteraciones que imitan sonidos. Ejemplo: "Le gustaba el susurro de aquel viento silbante y salvaje entre los sauces".
Aprender a escuchar mientras lees, te enseñará a escuchar también tu propia escritura, ayudándote a encontrar las palabras más adecuadas para describir sonidos, olores y sabores. Afinarás tu oído a la cadencia musical de las palabras y harás que la lectura de tus textos fluya en el lector.
5. Toma notasMientras lees, ten a mano tu bloc de notas. Mantente alerta para captar una buena estructura gramatical, una metáfora nueva, verbos interesantes... Escribe las frases que te hagan pensar. El acto de escribir estas notas puede ayudarte a integrar ese ritmo particular en tu cerebro. Asegúrate de poner el nombre de la publicación y su autor. ¡No plagies! Pon notas para recordarte por qué te llamó la atención esa frase.
Cuando te encuentres un personaje interesante escribe algo sobre él. ¿Qué le hacía tan atractivo o tan creíble y verosímil? ¿Había rasgos de personalidad únicos que hicieran destacar al personaje? Estas notas pueden ser muy útiles más adelante al desarrollar tus propios personajes.
También encontrarás personajes aburridos y sin vida, escritura que hará que rechinen tus dientes. Guarda una sección de tus notas para las frases que te ponen los pelos de punta. Busca las frases que cortan la fluidez de la lectura, las que te hacen parar de leer, y mantén un apartado para ellas. Te ayudará a encontrar las tuyas.
6. Sé consciente de cuando pararCuando tengas vida a tu alrededor, deja el libro y observa. En el aeropuerto nadie empieza una conversación con alguien que tiene la nariz enterrada en un libro. Bueno, salvo yo, que siempre pregunto impertinente qué están leyendo. Como escritor pasas demasiado tiempo solo. Cuando estés con gente alrededor aprovéchalo y observa la vida que fluye. Sé cálido y abierto con los extraños. ¿Qué mejor manera de aprender de la naturaleza humana, coleccionar rasgos de personalidad interesantes, trozos de diálogo e incluso ideas para tus historias?
Tu propia escritura será un compuesto de cada autor que hayas leído y admirado. Serán tus influencias. Léelos de manera lenta y calmada. Estudia lo que hace que su escritura funcione. Escucha tu oído interior y toma notas detalladas. Observa el mundo a tu alrededor.
Lee, lee, lee. Añade tu genio creativo. Y después... escribe.
Published on November 27, 2018 02:40
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