Acabo de abrir una pequeña tienda online para vender publicaciones autoeditadas, cómics descatalogados de los que me quedan algunos ejemplares y, de vez en cuando, algo de obra gráfica y algún original. Ahora mismo, por ejemplo, he puesto a la venta a muy buen precio el medio centenar de libros que quedan de la primera edición de Los domingos y otro medio centenar de la tercera edición de Recortes de hostias. Ambos son libros que es muy difícil que vuelvan a reeditarse.