Mi traducción de 3 poemas de Franco Arminio
Mi traducción de 3 poemas de Franco Arminio
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(Una de las fotos que le tomé a la Fontana di Trevi, en una noche romana)
Por esas cosas inexplicables y hermosas de la vida (y lo hermoso suele ser inexplicable así como lo inexplicable, hermoso), en el mes de enero de este año 2020 tan complejo, tuve la ocasión visitar (diríase que en el límite, dada la imposibilidad de viajar impuesta poco después) la ciudad de Roma, Italia. Sin duda, una capital impresionante que abruma de tanta historia, tanta imponencia y tanta belleza. En ese viaje, como hago siempre en todos mis viajes, compré libros. Entre los libros que compré está “L’infinito senza farci caso. Poesie d’amore”, del poeta Franco Arminio.
De ese libro, que he leído desde mi escaso conocimiento del idioma italiano, he tenido el atrevimiento de traducir (y quizá toda traducción sea ineludiblemente un atrevimiento – uno que he cometido ya demasiadas veces) tres poemas, que ahora comparto con los amables lectores de este blog, esperando disfruten la lectura de este poeta que, quizá, no hubieran leído antes.
Tenemos la necesidad
de un lugar: se necesita
una mano,
una casa, una sonrisa,
alguna cosa que haga
de perímetro.
El animal sin lugar
se enferma,
ama sin amar,
sufre sin sufrir.
Amar es construir un lugar,
es decir, un pedazo de mundo
con un dios adentro.
—
—
Curarse con la boca,
con los ojos,
curarse con el cielo,
sintonizar el corazón
con las hojas,
con las hormigas.
Curarse
leyendo poesía,
curarse con el sol,
con el viento,
con la oración,
tomar la medicina
del amanecer,
el jarabe de la lengua.
Volverse a los ojos,
a la mirada,
tu mirada salvavidas.
—
—
Puedo entender que me dejas,
no las palabras
que recogí como flores,
como anillos para tus dedos.
(Traducción por Alejandro Rodríguez Morales)


