Especial Thanksgiving
Cuando me da la vena, puedo ser muy americana y mucho americana, así que voy a hacer algo muy americano y mucho americano: celebrar Thanksgiving en este blog. Lo siento, pero me niego a llamarlo Acción de Gracias, igual que me niego a llamar San Patricio a Saint Patrick.
¿Cómo lo voy a celebrar? Como no soy muy fan del pavo y esas cosas, no puedo invitaros a cenar y, aunque pudiera, invitar a alguien a comer algo hecho por mí sería más una ofensa que un gesto amable, voy a aprovechar el otro lado de Thanksgiving, ese del que no se habla tanto. Una tradición de esta fecha —ya, lo sé, todavía queda como una semana para la fecha correcta— es manifestar tu agradecimiento por las cosas buenas que hay en tu vida. De ahí lo de thanks giving, dar las gracias. Esta clase de ñoñerías son muy poco propias de mí, pero lo voy a intentar. Es bueno acordarse de lo positivo de vez en cuando.
[image error]Pexels.com" data-medium-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." data-large-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." src="https://elretornodekate.files.wordpre..." alt="" class="wp-image-2334" width="527" height="350" srcset="https://elretornodekate.files.wordpre... 525w, https://elretornodekate.files.wordpre... 1050w, https://elretornodekate.files.wordpre... 150w, https://elretornodekate.files.wordpre... 300w, https://elretornodekate.files.wordpre... 768w, https://elretornodekate.files.wordpre... 1024w" sizes="(max-width: 527px) 100vw, 527px" />Photo by Tima Miroshnichenko on Pexels.comEstoy agradecida por mi trabajo. Hay veces que me saca mucho de quicio, que me pregunto si de verdad sirvo para ello y que me río en la cara de todes les que dicen que es un tarea muy gratificante, pero es hora de reconocer que tiene aspectos maravillosos. Además de tener muy buenas condiciones (un buen sueldo, tiempo libre y un horario genial, estabilidad), hay días en los que me divierto de verdad, está relacionado con aquello para lo que llevo preparándome toda mi vida y me ha permitido formar muchas amistades. Por cierto, un saludo para mis compañeres y alumnes de estos últimos dos años.
Estoy agradecida por tener una salud considerablemente buena. Aunque, al parecer, la herencia familiar incluía una cierta propensión a las migrañas, cada día que no tengo dolor de cabeza merece apreciación. También estoy muy contenta de que se hayan terminado los episodios acompañados de mareos y vómitos que me hicieron la vida imposible a principios de este año.
Estoy agradecida por mis habilidades. Tener buena memoria, un sentido del oído bastante perceptivo, mucha intuición para entender cómo funcionan las lenguas y una capacidad más que decente para aprender y corregirme son características que me han ayudado muchísimo en la mayoría de aspectos de mi vida. Ah, y la curiosidad y una cierta disciplina para las obligaciones también son muy útiles. Habría estado bien tener más talento para la cocina, los deportes, el razonamiento científico o las manualidades, pero creo que me ha ido bastante bien a pesar de todo.
Estoy muy agradecida al destino por haberme conducido de vuelta a donde quiero estar. Y no solo eso, sino por haber traído también a una de las personas más importantes de mi vida y que podamos estar juntes de nuevo.
Estoy agradecida a mi «familia adoptiva» por haberme aceptado, por darme de comer todas las semanas y por estar siempre disponible para echar una mano cuando es necesario.
Estoy agradecida por haber tenido oportunidad de dedicarme a cosas muy variadas, haber conocido tantos lugares y, sobre todo, por haber probado «muestras» de mis sueños. Puede que algunos no salieran tan bien como me habría gustado, pero al menos he podido experimentarlos y ahora sé qué es lo que quiero y lo que no.
Estoy agradecida por vivir en un lugar y una época que, aunque dejan mucho que desear en muchos aspectos y aún nos quedan muchas batallas, me permiten llevar una existencia considerablemente cómoda y ser yo misma. ¿Qué? Puede que suene estúpido, pero a veces no nos damos cuenta de lo genial que es tener agua corriente, calefacción, electricidad y la ventana al mundo que es Internet. Y mejor no hablemos de la cantidad de cosas horribles que podrían haberme pasado en un contexto distinto, entre otras, por ser mujer(*).
Por último, estoy muy agradecida —no tenéis la idea de lo mal que llevo escribir esto— por la amistad, por tener gente con la que divertirme, compartir experiencias, que me apoya en todo lo que puede y de la que puedo aprender muchas cosas.
Aprovecho para anunciar que este fin de semana se celebra la Hispacon (un festival de literatura de género a nivel nacional) y que voy a participar en dos actividades. El sábado 20 a las 12 h estaré en la librería y tienda friki Shogun de Salamanca junto a las autoras Victoria Álvarez y Ana Roux hablando de creación de mundos, y el domingo 21 por la mañana Edith del Campo, Madame Eloise y yo os contaremos muchos datos curiosos sobre Revelaciones.
(*)No, esto no quiere decir que vivamos en una época ideal ni pretende quitar importancia a la lucha feminista ni contra cualquier otro tipo de discriminación. Soy consciente de que ser caucásica, cisgénero y no tener discapacidades me da muchas ventajas que otras personas no tienen y, si bien eso es un alivio, el objetivo es llegar a un punto en el que no tengamos que sentir alivio por ser ninguna de esas cosas.


