Mi luna
Mi luna
es esférica, circular
como mi deseo de tenerla cerca.
¡Ojalá tuviera la suerte
de ir, encontrarte y tenerte!
Mi luna
es serena; brillante como el cristal;
intangible, pero excelsamente real.
Mi luna
es suave, piadosa, enamorada.
¡Oh, círculo bendito!
Luna querida, ¿de dónde provienes?
¿Adónde te vas?
Mi luna
significa nobleza, silencio… eternidad.
¡Qué luna! ¡Qué espléndida y maravillosa!
¡Y maravilloso es su reflejo en alta mar!
Mi luna
es nueva, es llena, es media luna.
Está contenta, callada, o a veces nostálgica.
Se siente sola a veces;
llora al contemplar que no hay nadie
que la admire, que la piense,
que le desee una feliz noche,
que por ella a Dios le ore,
que dé gracias por tenerle.
Mi luna sabe que como ella ninguna
y sigue llenando el vacío del cielo…
¡Solo ella es así, solo ella, mi luna!
Mi luna.
Digna de contemplar de cerca,
de estudiarla, de quererla, de amarla.
¡Cuántos han pisado tu superficie!
En ti han clavado banderas,
mas tú no sabes nada de países.
Tú eres libre, luna adorada, eres libre.
Eres libre como la primavera.
No sabes nada de tormentos humanos,
ni de política, corrupción ni fronteras.
Eres inocente
como la vez primera,
como el primer año de existencia,
como la Tierra cuando no estaban ni Adán ni Eva.
Mi luna:
Irás y estarás,
bailarás, sonreirás y seguirán adelante.
Siempre sabré que te mantendrás brillante.
Eres mi luz y te miro siempre de noche,
a veces en una parte del día.
Irás conmigo en todo momento.
Sin ti mi existencia es un tormento.
Contigo mi vida es pura alegría.
© 2023, Daniel Osuna, todos los derechos de autor


