La estructura de lo bello
Mi obra es el resultado de una búsqueda constante: la búsqueda de la belleza. Surge de la curiosidad por entender qué la constituye, dónde reside y cómo puede ser expresada. En este proceso he descubierto que la belleza no habita en un objeto como totalidad, sino en la relación armoniosa entre las partes que lo componen. Dicho de forma más clara: la belleza no está en el todo, sino en las relaciones entre las partes.
Es precisamente por esta razón que encuentro en la geometría un camino fundamental. No conozco otra ciencia que describa con mayor precisión estas relaciones. La geometría revela la estructura interna del mundo, y su comprensión permite sintetizar la belleza en su forma más pura.
Aquí es donde el uso del código cobra sentido dentro de mi práctica artística. Cada línea de código es una sentencia matemática que define, con exactitud, cómo se relacionan entre sí las formas que componen una obra. Es una herramienta que me permite diseccionar y reconstruir lo bello, no desde la intuición, sino desde el pensamiento.
A medida que me adentro en este ejercicio, noto algo aún más profundo: todo en la realidad puede, potencialmente, describirse matemáticamente. Al igual que en la genética existe un genotipo —la información codificada— y un fenotipo —su expresión visible—, en mi trabajo existe una correspondencia análoga. El código es el genotipo; la imagen resultante, el fenotipo. La obra final es la manifestación física de un conjunto de relaciones matemáticas que le dan forma, ritmo y armonía.
Así, lo que intento no es solo crear imágenes bellas, sino definir —a través del pensamiento lógico y el lenguaje matemático— cuáles son esas relaciones que generan belleza. La prueba de que este experimento tiene sentido es simple y profunda a la vez: si una persona contempla una de mis obras y encuentra belleza en ella, quiere decir que he sido capaz de crear belleza de forma sintética.
Entangled. Fabián Buitrago. 2025. Arte generativo programado con JavaScript y P5.js


