Gabriel García publica un tuit

Aquel domingo, Gabriel García amaneció con una cruda que lo mantuvo media mañana atolondrado y desganado, pero la sopa milagrosa que le preparó Mercedes cumplió su cometido. Tras ese almuerzo reconfortante y un café doble, Gabriel logró sentarse frente a la computadora y avanzar en su novela mucho más de lo esperado, teniendo en cuenta cómo el día había comenzado.

Imagen digital generada por RobeNeo

Llovió casi toda la tarde, lo habitual a finales de agosto en Ciudad de México, pero no era algo que a Gabriel le molestara; al contrario, el sonido de la lluvia le resultaba balsámico y le ayudaba a concentrarse. En poco más de cinco horas escribió unas 2500 palabras nuevas para el capítulo 11, además de revisar y autoeditar otras tantas que ya tenía escritas y reescritas. Cumplió lo que tantas veces no cumplía: usar internet solo para hacer consultas esporádicas y fugaces sobre lo que estaba escribiendo.

Aún le quedaba una media hora de sol a aquel día cuando Gabriel se convenció de que había sido una jornada más que satisfactoria. Se sentía bien consigo mismo, contento por lo que había escrito sobre las insípidas relaciones sexuales que mantenían Aureliano Segundo y Fernanda del Carpio. Esa sensación de satisfacción fue la que lo llevó a conectarse a internet y abrir Twitter, su red social favorita, como lo era para la inmensa mayoría de los periodistas de su generación. Y es cierto que habían pasado más de dos años desde que fue rebautizada como X, pero él seguía llamándola Twitter: tuitear, tuit, tuitero…

En 2025 Gabriel no era ni una fracción de lo que se convertiría precisamente tras la publicación de la novela que tenía entre manos, pero había destacado como periodista en su Colombia natal, había sido corresponsal en París y editor en La Habana y, aunque con escasa repercusión, tenía un par de novelas publicadas. Podría decirse que, como periodista y escritor en ciernes, era una voz emergente pero ya instalada en Twitter, con poco más de 40 000 seguidores.

Se ajustó los lentes, curioseó tantito lo que le echó en cara el algoritmo de Musk, pero nada en particular le llamó la atención esta vez sobre el eterno pleito entre seguidores y detractores de la Sheinbaum. Movido por ese regusto bueno que aún sentía por el inesperado arranque de productividad de aquella tarde, se animó a escribir un tuit sobre su novela.

«Años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Buendía recordaría aquella tarde lejana en el tiempo en la que lo llevaron a conocer el hielo. Macondo, su pueblo, era entonces una aldea…». Aún tengo que pulirla, pero ¿qué les parece como arranque para una novela?

Gabriel apagó la computadora, se fue a la cocina, abrió la refrigeradora, destapó una Modelo Especial y fue a tomársela a uno de los sillones del patio, amplio y con una zona protegida de la lluvia, como casi todas las casas de la colonia Lomas de Chapultepec. Agradeció estar solo; Mercedes había salido con unas amigas y, por ser él último del mes, la empleada doméstica tenía libre el fin de semana y se habría ido a ver a sus hijos y a su madre en Huixquilucan.

La noche cayó pronto. Tras dos horas, cuatro chelas y seis intercambios de audios con otros tantos amigos vía WhatsApp, a Gabriel se le volvió a pasar por la cabeza Twitter, y la vanidad lo llevó a ir a su despacho y encender la computadora; quería leer en una pantalla digna las respuestas a su tuit. Para separar el grano de la paja, fue a la cajita de búsqueda, escribió su usuario, @GabrielGarcíaM, y luego pulsó la pestaña ‘Más reciente’.

Lo primero que leyó fue: «Porque estas en un pais que no es el tuyo? A lo mejor en tu pais te moris de hambre. Ve a escribir chayote a Colombia. Terrorista de mierda».

Gabriel llevaba más de cuatro años radicado en Ciudad de México. Se había integrado tanto en su país de adopción que empezaba a considerarlo parte de su intimidad y hasta de su alma, sin que ello supusiera renunciar a su colombianidad.

«Terrorista pendejo, anda a joder a tu país», le escribió un fulano. «Si no te gusta México, malparido colombiano 🤷 Bien puedes irte a chingar a tu madre a tu país 🤷», se desahogó una mengana. «MI SUEÑO ES QUE EL GOBIERNO TE SAQUE A PATADAS DEL EL PAIS Y QUE TE ENVIE PARA COLOMBIA RATA», le gritó un zutano. «Claro, tus neuronas colombianas no dieron el ancho en el país de los narcos y te tuviste que rebuscar para sobrevivir en México!», le espetó perengano.

Entre las más de 40 respuestas a su tuit, había alguna que otra felicitación o sugerencia de mejora honesta. Una joven, desde una cuenta verificada y parece que con la mejor de sus intenciones, se atrevió a agregarle dosquetrés párrafos más al incipiente relato, a saber si apoyada en una inteligencia artificial. Pero en ese momento Gabriel sólo tenía ojos para el torrente orquestado de insultos, calumnias y difamaciones.


🤣😅🤡 Esa novela ya la conocemos, García. Se más creativo. Aunque te cueste.🤡😅🤣
No nos interesan tu fábulas derrotistas anda a chayotiar a Colombia aquí no te queremos por metido!!
¿Y vos crees que sos periodista? Eso es más jodido En fin, hombreesss

🤦🏻 porqué #Colombia siempre manda lo peor a MEXICO 🤷🏻‍♂️ 👀
Tu Madre Hijo de Puta Ve a tu Colombia natal y trata de arreglar las mierdas que tenéis ahí. Y deja de reventar las pelotas con tus escritos pedorros. HDP
Largate para Colombia corrupto periodista mediocre el hambre te esta haciendo delirar ya no tienes el dinero 💰 que te hacian llegar las FARC Colombianito basura 🤮

🥱🥱🥱 aburris no tenes nada bueno ni coherente q hablar la verdad disque periodista….tus maestros de seguro se están retorciendo en sus tumbas
Como escritor eres #mediocre y #desconocido
Gabriel García. Usted es un sólo payaso patético medio-cre Corrupto perverso bufón muñeco de ventrílocuo lameletrinas lametraseros sirvienta doméstica parásito lacayo frustradito fanatizado fracasado incapaz. Poco a poco lacras escorias malvivientes alimañas irán desapareciendo
Aburrime 🥱, injerencista FRUSTRADO 😖 Y FRACASADO 😬

Como si en medio de un sueño extraño sonara de repente un viaje despertador de campana doble, el golpe seco de la puerta de la casa sacó a Gabriel del pozo al que lo había arrojado el odio que supuraban las respuestas a su tuit. Era Mercedes, que regresaba de su café con bríos renovados. Gabriel optó por esconder su tristeza y sonreía mientras asentía a las historias vacías sobre sus amigas que, apoyada contra el marco de la puerta, su mujer le contaba.

Gabriel apenas habló en lo poco que quedaba de aquel domingo. Se acostó temprano y se durmió rápidamente.

Al día siguiente empezaba septiembre, un septiembre que resultó extraño y denso. Sumando todo lo que escribió desganado en la primera quincena, Gabriel apenas agregó 500 palabras nuevas al capítulo 11 de su novela.

¿Te gusta el periodismo narrativo? Mi libro Made in El Salvador está a la venta en Amazon, tanto en formato impreso como en formato eBook. Recopila 16 de las mejores crónicas y perfiles que he firmado en mi carrera, con piezas indispensables para comprender el El Salvador de la posguerra, como ‘Yo violada’, ‘La ciudad del Mago’ o ‘Pasión y orines en Vietnam’.

En Latinoamérica también puede adquirirse en la web Autoreseditores.com, que imprime ejemplares bajo demanda en Argentina, Perú, Colombia, Ecuador, Chile, México, Venezuela… Puedes consultar en este enlace .

Si vives en El Salvador, puedo hacértelo llegar con dedicatoria y autografiado a través de Correos de El Salvador. Pregunta sin compromiso en mi cuenta de Twitter/X ; mi DM está abierto.

[image error]
 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on August 31, 2025 17:48
No comments have been added yet.