La tarde caía despacio, como si alguien hubiera detenido el hilo invisible que sostiene al tiempo. No había urgencia en el aire, ni tampoco propósito. Solo ese rumor de las hojas moviéndose antes de la lluvia, y el gris extendiéndose sobre los tejados como una sábana vieja. Caminamos sin rumbo, con las manos en los bolsillos y los pensamientos a medio hacer, dejándonos empapar por una calma que no pertenece a este siglo.

El cielo parecía tener memoria, como si recordara otras lluvias y otras tardes en las que alguien, quizá nosotros en otro tiempo, también buscó refugio bajo un alero o esperó el milagro de un rayo de sol en el horizonte. Hay algo sagrado en esas pausas en las que el mundo se vuelve más lento. Es entonces cuando uno puede escuchar el corazón del tiempo: un latido que no se mide con relojes, sino con gotas.

El parque estaba casi vacío. Los bancos brillaban con el primer brillo del agua, y los árboles parecían más altos, más sabios. Todo olía a tierra nueva, a historia recién escrita. Cada charco era un espejo diminuto donde se reflejaba el cielo encapotado y, a veces, el rostro de algún recuerdo. Quizá por eso me gusta tanto la lluvia: porque nos obliga a mirarnos en ella, a reconocernos en esa mezcla de fugacidad y permanencia.

Desde el camino, se adivinaban las montañas, difusas, envueltas en bruma. Pensé en lo inmóviles que son, en la paciencia que tienen para esperar todas nuestras idas y vueltas. Mientras tanto, nosotros, pequeños y transitorios, seguimos buscando sentido en lo que apenas se sostiene: una conversación que se disuelve en la humedad, un pensamiento que se escapa entre los dedos, una caricia que nunca llegó a tiempo.

La tarde, empapada y callada, se fue quedando atrás, y con ella, todo lo que no dijimos. Pero algo queda siempre: el eco suave de los pasos sobre el barro, el olor a lluvia reciente, el peso dulce de la nostalgia. Tal vez sea eso lo que nos hace humanos: saber que el tiempo pasa, y aun así, quedarnos un rato más, bajo el mismo cielo, esperando que vuelva a llover.