Finalmente me hice los nuevos laboratorios y con gran felicidad les informo que han salido bajo parámetros normales, con lo cual he recuperado la salud.
Esta experiencia me ha servido como una advertencia de que nuestro cuerpo envejece aunque no estemos conscientes de ello y ya no podemos metabolizar la comida como en los años mozos. Aunque la comida moderna y ultraprocesada es deliciosa puede ser muy dañina para nuestro organismo.
Así pues, si alguien mayor de cuarenta años como yo llega a leer esta publicación lo invito a que se haga laboratorios de control y modere su alimentación; créanme que su cuerpo se lo agradecerá profundamente. Cuídense y hasta pronto.