Sobria película de una directora que no hace nada mal. En esta ocasión, tenemos a una chica de 17 años que en vez de pensar en la universidad, piensa en la llamada de Dios. Y eso provoca un cisma en su familia. Esta semana hemos visto: LOS DOMINGOS.

LOS DOMINGOS está dirigida por Alauda Ruíz de Azúa, y nos explica una historia familiar, como tantas otras podrían existir. Sin embargo, Ainara (Blanca Soroa) ha sentido la llamada de Dios y no la de la universidad, cosa que provoca una crisis familiar de grandes proporciones. Por una parte su tía (Patricia López Arnaiz) lo ve desde un modo extremo: no está preparada para esa vida, debe ver más mundo y no dejarse guiar por, según ella, la secta. Por otra parte, tenemos a su padre (Miguel Garcés), que crees que es la niña la que debe decidir qué hacer. A eso se le suma que a nivel económico no está demasiado boyante y prefiere no manifestarse en exceso. Y por último también tenemos a la monja con la que tanta confianza tiene Ainara (Nagore Aranburu), que tiene una charla con el padre y la tía que es muy reveladora y provoca el tenso pulso narrativo del filme. En la película no se juzga qué está bien y qué está mal. Cuando una persona oye la llamada de Dios, ha de actuar, y en este caso Ainara se mueve por lo que siente, por lo que cree que ha de hacer. Eso quizás antes era más respetable, puesto que éramos un país creyente por caso obligación, pero en la actualidad muchos encarnaríamos a la tía que trata de quitarle la idea de la cabeza. Gran interpretación de Patricia López Arnaiz, como siempre, y de la joven Blanca Soroa. La película no es apta para todos los públicos porque es un tema que puede no llamar la atención de la juventud, pero sí que estará muy presente en los Goya, en lo que se prevee un año grande para el cine español, con grandes competidores. Esta es una película que muestra y que no juzga, y que crea un debate entre quienes la ven. Y eso siempre es positivo. En definitiva, LOS DOMINGOS es una de las mejores películas españolas del año, y ya van unas cuantas. Alauda Ruiz de Azúa cuenta historias relevantes, solo mostrando, y el reparto hace el resto. Es interesante de principio a fin y transmite emociones contradictorias para algunos, y comprensibles para otros. Eso siempre va bien en cine. No os la perdáis.