Tamara Guillén > Tamara's Quotes

“I had been a fool to trust in a hero: a man who could only love the mighty echo of his own name throughout the centuries.”
― Jennifer Saint, Ariadne

“You told me once that one lifetime of human love was worth the loss.”
― Jennifer Saint, Ariadne

“Durante cientos de años, los Plateados han recorrido la tierra como dioses vivientes y los Rojos han sido insectos a sus pies. Hasta que llegaste tú. Si eso no es un cambio, no sé qué es.”
― Victoria Aveyard, Red Queen

“Como siempre, medias verdades. Y alguna media mentira de por medio.”
― Tamara Guillén, Agatha, Parte 1

“Witches are not so delicate.”
― Madeline Miller, Circe

“Algunas personas son como constelaciones que sólo iluminan la tierra durante una estación.”
― Madeline Miller, Circe

“En casa del pobre el lujo sobra”
― Elena Quiroga, Viento del Norte

“Marcela, mientras ella cosía, correteaba al viento rojiza pelambre”
― Elena Quiroga, Viento del Norte

“Para Marcela, según iba creciendo, fueron el jardín y la huerta su mundo. El bello jardín, con sus mirtos podados, formando vallas de espeso verdor, donde Marcela se perdía.”
― Elena Quiroga, Viento del Norte

“El que no sabe es como el que no ve”
― Elena Quiroga, Viento del Norte

“Tenía una fea costumbre: al menor descuido se quitaba los zapatones con que Ermitas la calzaba, y salía, a campo traviesa, trotando, gozosa de sus pies liberados”
― Elena Quiroga, Viento del Norte

“«No la he amado nunca». No sabía por qué se ahincaba en este convencimiento, pero supo que, tras él, quedaba en paz consigo mismo.”
― Elena Quiroga, Viento del Norte

“Marcela era bravía, y amasada con la tierra roja de su Galicia la recia carne: olía a frío, a lluvia en invierno, y en verano a manzanas, y a sol.”
― Elena Quiroga, Viento del Norte

“¿Qué puede reprochar a Marcela? Con ojos de hombre, piensa que la rapaza dio cuanto le pidieron, trajo un hijo, y allí está, pasiva y silenciosa, quemando sus años jóvenes, sin ambiciones ni exigencias.”
― Elena Quiroga, Viento del Norte

“Y no es culpa de la moza; lo que era, es. Pero que no es lo mismo tenerla para el yantar y el yacer, que llevarla a su lado por el mundo, por ese sector del mundo que a él le corresponde y a ella no.”
― Elena Quiroga, Viento del Norte

“Sentí humanidad en él. Sentí calor en su mirada.”
― Patricia Garcia Ferrer, El sacrificio de la reina

“Me entristeció que no fuera capaz de acompasar ese baile silencioso con palabras sentidas. ¿Cómo podía mantenerse impasible cuando era evidente que nuestros cuerpos se atraían?”
― Patricia Garcia Ferrer, El sacrificio de la reina

“En mi mente se sucedían escenas horribles de hogueras enormes que calcinaban cuerpos, pueblos enteros arrasados por el fuego y la muerte. La evidencia de que la guerra estaba más cerca de lo que habíamos creído y que se traducía en decenas y decenas de cadáveres capturaba como rehén mis sueños, provocándome pesadillas. Me imaginaba todo el miedo que debieron pasar. El sufrimiento mientras huían. El dolor de ver toda su vida destruida. Mi corazón no estaba preparado para tanto. Nunca me habían preparado para ello.”
― Patricia Garcia Ferrer, El sacrificio de la reina

“Nómadas como en la mar, olas de arena como las de agua. Y la libertad, ¡sobre todo la libertad! Depender de uno mismo y no de nadie.”
― José Luis Sampedro, La vieja sirena

“¿Por qué se toca las piernas?"
Sí, me las tocaba porque descubría mi cuerpo, sobre todo mis piernas, tenía la vaga idea de haberlas usado antes, pero mi mente un vacío, solo había eso: sentirme todo el cuerpo.”
― José Luis Sampedro, La vieja sirena

“Domicia era maestra de todo, incluso del espíritu, ¡cómo empezó a ilustrarme!, las letras, ¡el latín entre besos!, ¡qué geometría en la piel!”
― José Luis Sampedro, La vieja sirena

“Empezó a sentir bajo los dedos la piel de Inés: cálida, suave y húmeda... Dorada. Podía rozar la piel dorada de Inés con los labios.”
― Carla Montero

“Porque hay amores que son etéreos, que como el incienso te embriagan la mente pero se escapan de entre los dedos;()Y otros que son tangibles, cotidianos como el sol que sale cada mañana y se pone cada noche;simplemente imprescindibles.”
― Carla Montero, La piel dorada

“Suspiró... Olía a flores y a aceite de almendras... Volvió a suspirar... Un suspiro profundo. Se llenó de su aroma.”
― Carla Montero, La piel dorada

“Por supuesto que Kornelia no esperaba que una institución tan arcaica y anclada en el pasado como la Academia de Bellas Artes de Viena permitiera el ingreso de mujeres. Pero lo grave era que tampoco las asociaciones de artistas que abanderaban el modernismo y las nuevas corrientes de pensamiento artístico, como la Secession o la Künstlerhaus, lo hicieran. Oh, claro, por supuesto que apoyaban a las mujeres artistas, se dignaban exponer junto a ellas y admirarlas en sus tertulias, pero otorgarles el derecho a voto en sus asambleas era una concesión a su hegemonía masculina que no estaban dispuestos a hacer.”
― Carla Montero, La piel dorada

“—Me encanta el aroma sexual de la noche, rico, fuerte y sensual. Es como lamer el cuerpo desnudo de un hombre bañado en chocolate.
Ganímedes olfateó el aire.
—Yo solo huelo brezos.”
― Nina Bangs, Éxtasis

“He cambiado. Realmente me gusta ser bueno. Ser bueno es divertido'. Cuánta basura. Él odiaba ser bueno. ¡Quería ser malo, jod... lín!”
― Nina Bangs, Éxtasis

“None of us really changes over time. We only become more fully what we are.”
― Anne Rice, The Vampire Lestat

“Give me a man or woman who has read a thousand books and you give me an interesting companion. Give me a man or woman who has read perhaps three and you give me a very dangerous enemy indeed.”
― Anne Rice, The Witching Hour

“Strong women are absolutely unpredictable.”
― Anne Rice, The Vampire Lestat