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Probabilidad Quotes

Quotes tagged as "probabilidad" Showing 1-10 of 10
David Cotos
“Si te sientes ofendido por alguien, no lo tomes como algo personal, es muy probable que esté hablando de sí mismo.”
David Elías Cotos Espinoza, El secreto del amor está en el limón

Stephen  King
“En este endemoniado mundo, no creo que nadie pueda estar seguro de nada al cien por cien, pero quería subir la probabilidad hasta el noventa y ocho.”
Stephen King, 11/22/63

Mathias Malzieu
“Si tienes miedo de hacerte daño, aumentas las probabilidades de que eso mismo suceda.”
Mathias Malzieu, La caja del amor: La mecánica del corazón | La alargada sombra del amor | Metamorfosis en el cielo

Sean Carroll
“...si realmente podemos esperar toda la eternidad, hasta las cosas más improbables acabarán sucediendo.”
Sean Carroll, From Eternity to Here: The Quest for the Ultimate Theory of Time

“El método más seguro de cuantos puedan guiarnos en la búsqueda de la verdad, consiste en elevarse, mediante la inducción, de los fenómenos concretos a relaciones cada vez más amplias hasta llegar por último a la ley general de la que derivan. A continuación se verifica esta ley, bien mediante experiencias directas, cuando es posible, bien considerando si concuerda con los fenómenos conocidos, y, si mediante una análisis riguroso, se ve que todos ellos se desprenden de esta ley, hasta en sus menores detalles y si, además, dichos fenómenos son muy numerosos y variados, entonces la ciencia adquiere el grado de certeza más elevado que pueda alcanzar. Esto es lo que le ha ocurrido a la astronomía con el descubrimiento de la gravitación universal. Pero la historia de las ciencias nos permite ver que esta lenta y penosa marcha de la inducción no ha sido siempre la de los inventores. La imaginación, impaciente por remontarse a las causas, se complace en crear hipótesis y a menudo deforma los hechos para plegarlos a su labor: en tales casos, las hipótesis son peligrosas.”
J. P. Laplace

“Se ve por este Ensayo que la teoría de las probabilidades, en el fondo, no es otra cosa que el buen sentido reducido a cálculo; permite apreciar con exactitud aquello que los espíritus justos barruntan por una especie de instinto, sin que generalmente puedan darse cuenta de ello. Si consideramos los métodos analíticos a que esta teoría ha dado lugar, la verdad de los principios que le sirven de base, la minuciosa y sutil lógica que exige su empleo para la solución de los problemas, las instituciones de utilidad pública que se apoyan en ella y la extensión que ha recibido y que puede recibir todavía con su aplicación a las más importantes cuestiones de la filosofía natural y de la economía política; si además observamos que, en aquellas otras cosas que no pueden ser sometidas al cálculo, nos ofrece las aproximaciones más seguras que puedan guiarnos en nuestros juicios y que nos enseña a librarnos de las ilusiones que a menudo nos engañan, veremos que no hay ciencia más digna de nuestras reflexiones y cuyos resultados sean más útiles.”
J. P. Laplace

“Así pues, hemos de considerar el estado actual del universo como el efecto de su estado anterior y como la causa del que ha de seguirle. Una inteligencia que en un momento determinado conociera todas las fuerzas que animan a la naturaleza, así como la situación respectiva de los seres que la componen, si además fuera lo suficientemente amplia como para someter a análisis tales datos, podría abarcar en una sola fórmula los movimiento de los cuerpos más grades del universo y los del átomo más ligero; nada le resultaría incierto y tanto el futuro como el pasado estarían presentes ante sus ojos.”
J. P. Laplace

“Así pues, hemos de considerar el estado actual del universo como el efecto de su estado anterior y como la causa del que ha de seguirle. Una inteligencia que en un momento determinado conociera todas las fuerzas que animan a la naturaleza, así como la situación respectiva de los seres que la componen, si además fuera lo suficientemente amplia como para someter a análisis tales datos, podría abarcar en una sola fórmula los movimiento de los cuerpos más grades del universo y los del átomo más ligero; nada le resultaría incierto y tanto el futuro como el pasado estarían presentes ante sus ojos.”
P. S. Laplace

“Se ve por este Ensayo que la teoría de las probabilidades, en el fondo, no es otra cosa que el buen sentido reducido a cálculo; permite apreciar con exactitud aquello que los espíritus justos barruntan por una especie de instinto, sin que generalmente puedan darse cuenta de ello. Si consideramos los métodos analíticos a que esta teoría ha dado lugar, la verdad de los principios que le sirven de base, la minuciosa y sutil lógica que exige su empleo para la solución de los problemas, las instituciones de utilidad pública que se apoyan en ella y la extensión que ha recibido y que puede recibir todavía con su aplicación a las más importantes cuestiones de la filosofía natural y de la economía política; si además observamos que, en aquellas otras cosas que no pueden ser sometidas al cálculo, nos ofrece las aproximaciones más seguras que puedan guiarnos en nuestros juicios y que nos enseña a librarnos de las ilusiones que a menudo nos engañan, veremos que no hay ciencia más digna de nuestras reflexiones y cuyos resultados sean más útiles.”
P. S. Laplace

“El método más seguro de cuantos puedan guiarnos en la búsqueda de la verdad, consiste en elevarse, mediante la inducción, de los fenómenos concretos a relaciones cada vez más amplias hasta llegar por último a la ley general de la que derivan. A continuación se verifica esta ley, bien mediante experiencias directas, cuando es posible, bien considerando si concuerda con los fenómenos conocidos, y, si mediante una análisis riguroso, se ve que todos ellos se desprenden de esta ley, hasta en sus menores detalles y si, además, dichos fenómenos son muy numerosos y variados, entonces la ciencia adquiere el grado de certeza más elevado que pueda alcanzar. Esto es lo que le ha ocurrido a la astronomía con el descubrimiento de la gravitación universal. Pero la historia de las ciencias nos permite ver que esta lenta y penosa marcha de la inducción no ha sido siempre la de los inventores. La imaginación, impaciente por remontarse a las causas, se complace en crear hipótesis y a menudo deforma los hechos para plegarlos a su labor: en tales casos, las hipótesis son peligrosas.”
P. S. Laplace