The Eldest Curses Quotes

“You're my heart, Magnus Bane.
Stay unbroken, for me.”
― Cassandra Clare, The Lost Book of the White

“Magnus hesitated. “I don’t know,” he admitted. “We’ve been rushing around getting ready to leave, and I haven’t so much as googled the word Svefnthorn.”

“I googled it,” Jace said, to Alec’s surprise. “While we were getting our stuff together.”

“You,” said Alec, “googled it.”

“Yeah,” said Jace. “It sounded Norse, so I went into the library and looked it up in the Saga Concordances. Like a normal person. That’s googling, right?”

“More or less,” said Simon.”
― Cassandra Clare, The Lost Book of the White

“Why would Shinyun be after Tessa?” Magnus said.

Jem looked at him in surprise. “Well—because she’s an eldest curse, of course. Like you.”

Magnus blinked. “You mean, because she’s the daughter of a Prince of Hell? Like me?”

“No. It’s more than that. Tessa went to the Labyrinth not just to hide but to research. Eldest curses are not just children of Princes of Hell. They’re the oldest living children of those princes. There can only be nine of them alive at any one time, and I know of only two. And I’m talking to one of them and married to the other.”
― Cassandra Clare, The Lost Book of the White

“Can we see the glowing fissure in your chest?” Simon asked.

“Simon, it’s rude to bring up glowing fissures in other people’s chests,” said Clary. “What do you think they want with the Book of the White, Magnus?”

Magnus turned to look at Alec. “So, you told them everything? Did you say the S-word? The R-word?”

Alec rolled his eyes. “If you’re asking if I told them about Shinyun and Ragnor, I did.”
― Cassandra Clare, The Lost Book of the White

“Good God, I've been rescued by an idiot!"-- Catarina Loss”
― Cassandra Clare, The Lost Book of the White

“Actually, he would much rather have been abandoned in hostile territory than left to stand around at a party.”
― Cassandra Clare, The Red Scrolls of Magic

“The compass of Magnus’s soul spun freely within him, and he’d long been used to that.”
― Cassandra Clare, The Red Scrolls of Magic

“Es la clásica historia de amor. Le tiré los trastos en una fiesta, él me pidió para salir, luego luchamos codo con codo en una épica batalla mágica entre el bien y el mal, y ahora necesitamos unas vacaciones. Es que él es cazador de sombras.”
― Cassandra Clare, The Red Scrolls of Magic

“Un guerrero elegido por los ángeles y el elegante hijo de un demonio, enamorados y buscando la aventura por Europa, ¿qué podía ir mal?”
― Cassandra Clare, The Red Scrolls of Magic

“Magnus señaló un tenue grupo de estrellas que titilaban a la derecha.
—Ahí está Boyero, el vigilante de las osas, y Corona y Hércules a su lado.
—¿Por qué se supone que nombrar las estrellas es romántico? —preguntó Alec con una sonrisa en el rostro—. Mira, esa de ahí es... Dave... el Cazador... y aquella otra es la... Rana, y... el Helicóptero. No me conozco las constelaciones, lo siento.”
― Cassandra Clare, The Red Scrolls of Magic

“—Equilibrio —contestó Alec sin aliento—. Me mantiene firme sobre el suelo.
Magnus inclinó la cabeza y lo besó suavemente sobre la runa, desdibujada hasta ser un rastro casi invisible sobre la fina piel del cuello de Alec. Este inspiró con fuerza. Magnus deslizó la boca sobre la cálida piel hasta llegar a la oreja.
—Creo que no está funcionando —le ronroneó.
—No quiero que lo haga —murmuró Alec.”
― Cassandra Clare, The Red Scrolls of Magic

“Magnus se preguntó si alguna vez se acostumbraría a que Alec Lightwood lo sorprendiera. Esperaba que no.”
― Cassandra Clare, The Red Scrolls of Magic

“—¡Hey! ¿Qué tal París?
La boca de Alec se curvó en una sonrisa.
—Hola, Isabelle.
De fondo oyó un estruendo terrible y otra voz.
—¿Es Alec? ¡Pásame el teléfono!
—¿Qué ha sido ese ruido? —preguntó Alec, levemente alarmado.
—Oh, es Jace —contestó Isabelle sin darle importancia—. ¡Quita las manos, Jace! Me ha llamado a mí.
—No, me refiero al ruido como de mil tapas de cubos de basura cayendo desde el cielo.
—Oh, Jace estaba haciendo girar una gran hacha atada a una cadena cuando has llamado —explicó Isabelle—. ¡Jace! ¡Has clavado el hacha en la pared! Nada importante, Alec. ¡Cuéntame cosas del viaje! ¿Qué tal Magnus? Y no me refiero a su estado de salud.
Alec tosió.
—Me refiero a qué tal sus habilidades, y no hablo de las mágicas —aclaró
Isabelle.
—Sí, ya entiendo lo que quieres decir —replicó Alec en tono seco.”
― Cassandra Clare, The Red Scrolls of Magic

“—¿Y qué es lo que me hará feliz mintiendo? Antes no era feliz. Ahora lo soy.
—¿Cómo puedes serlo?
—Decir la verdad me hace feliz —replicó Alec—. Magnus me hace feliz. No me importa si es difícil.”
― Cassandra Clare, The Red Scrolls of Magic

“Magnus señaló uno de los grupos de nubes de tormenta.
—Esa parece una serpiente que se haya hecho un nudo. Aquella es como el cruasán que me he comido esta mañana. Esa otra..., ¿una llama, supongo? ¿O tal vez mi padre? ¡Adiós, papá! ¡Espero no verte pronto! —Le lanzó un beso sarcástico.
—¿Esto es lo mismo que con las estrellas? —preguntó Alec—. ¿Es romántico poner nombre a las cosas que ves en el cielo?”
― Cassandra Clare, The Red Scrolls of Magic

“A veces, el amor funcionaba, más allá de cualquier esperanza de cambio, cuando ninguna otra fuerza en el mundo podía. Sin amor, el milagro nunca ocurría.”
― Cassandra Clare, The Red Scrolls of Magic

“El amor te cambia. El amor cambia el mundo. Creo que no puedes perder lo que amas, por mucho que vivas. Confía en el amor. Confía en él.”
― Cassandra Clare, The Red Scrolls of Magic

“Seize the day, not the demons.”
― Cassandra Clare, The Red Scrolls of Magic

“Shadowhunters were so useful when travelling. Magnus planned to never leave home again without one.”
― Cassandra Clare, The Red Scrolls of Magic

“Perhaps all love sailed too close to madness.”
― Cassandra Clare, The Red Scrolls of Magic

“Life was a joke, and the fact that his life would never end was its bad punch line.”
― Cassandra Clare, The Red Scrolls of Magic

“Magnus had always had a wanderer's heart. Over the centuries, he had adventured in so many different places, always looking for something that would fulfill his restless hunger. He never realized how all the pieces could fall together, how home could be somewhere and someone. He belonged with Alec. His wandering heart could rest.”
― Cassandra Clare, The Red Scrolls of Magic